miércoles, 30 de mayo de 2012

Leed, leed, malditos

Hace un par de días que Rocío Antón, amiga y experta en lides de lectura, publicó un estupendo post titulado Leer o no leer, esta no es la cuestión en su siempre recomendable blog. El post de marras me gustó mucho porque aclara (y zanja) la discusión sobre si leer es o no una opción, sobre si obligando a leer se quiebra la libertad del lector. Me gustó porque cuando uno termina de leerlo entiende que leer hay que leer, igual que comer hay que comer, se quiera o no, hay que hacerlo para seguir viviendo, para seguir siendo.


Quizás algo de confusión ha sumado a este debate el tan celebrado decálogo de Daniel Pennac y sus Derechos del lector (todos recordamos el imprescindible libro en el que aparecen: Como una novela, en Anagrama). Derechos que fueron felizmente recibidos en unos tiempos en los que todos parecíamos tener muchos derechos y pocos deberes, pocas responsabilidades (de aquellos polvos vienen estos lodos), y en el ámbito de la lectura ha sucedido exactamente igual. Al menos hasta que Ana Garralón (a quien tanto sigo y admiro) se atrevió a hablar también de los Deberes del lector en su blog extraordinario, un post que merece la pena que tengáis bien presente. Porque en estos tiempos en los que están cambiando los formatos del libro y de la lectura (en papel, en pantalla) está también cambiando nuestra forma de leer, porque este enredarnos en redes y pantallas y diversificarnos hasta el infinito está alterando nuestro hábito lector y vamos dejando a un lado la lectura honda, reflexiva, demorada... y asumiendo como válida una especie de "mariposeo cognitivo", como explica breve y contundentemente Glòria Durban Roca en este post de su bibliotecaescolar.info.
Vuelvo de nuevo al post de Rocío Antón en el que remacha: "el fomento de la lectura es una labor de seducción". O si me permitís, y volviendo al ejemplo gastronómico: animar a leer es despertar el apetito. Y ningún sitio mejor que en las bibliotecas, en las aulas y también en las casas.
En bibliotecas y aulas conozco a muchos y muy buenos profesionales empeñados en que los niños y niñas lean, con muchos recursos y estrategias, y sobre todo con mucha y buena bibliografía.
Pero en las casas la cosa varía más. Por eso, para ir terminando esta nota, os dejo enlazado este decálogo de otro maestro al que admiro, Mariano Coronas, en el que da pistas para que las familias fomenten la lectura en casa (un único pero: se citan teatro, marionetas... y no se habla de narración oral, de espectáculos de cuentos. Habría sido perfecto) y no caigan en errores habituales cuando se trata de animar a leer en las casas (como estos que se citaban hace unos días en el ABC).
Saludos

martes, 29 de mayo de 2012

Push

Acabo de terminar de leer Push, de Sapphire, traducido por Jesús Zulaika y publicado por Anagrama en su colección "Panorama de narrativas". Quizás este libro os suene por la versión que se hizo para el cine, se titulaba Precious (más información aquí).


El libro nos cuenta la historia de una joven de dieciséis años que sufre abusos sexuales, físicos y psicológicos en casa por parte de sus padres. A los doce años tuvo una hija (cuyo padre es su propio padre) y a los dieciséis, cuando empieza la novela, está embarazada (de nuevo de su propio padre) de su segundo hijo. La historia es brutal y sin concesiones desde la primera línea: "Me hicieron repetir a los doce porque tuve un crío de mi padre".
Sin embargo, aunque el punto de partida es tremendo, hay luz dentro de esta protagonista enorme, grande, llena de dolor y de palabras por salir. La novela cuenta básicamente los dos años siguientes (de los dieciséis a los dieciocho) de Precious en los que vamos viendo las cosas buenas (y también las malas) que aparecen en su vida.
Un libro roto como una historia rota que se cose a base de palabras y de llanto, de emociones y de silencio, de amistad y de fuerza. La propia estructura de la novela parece también rota, hecha añicos en algunos momentos, pero se va armando a partir de lo que se cuenta (lo que la protagonista cuenta) y de lo que se calla. Hay muchos silencios que nos muestran un abismo bajo los pies. Elocuentes. Desgarradores.
Qué fuerte es esta muchacha, qué fuertes sus ganas de salir adelante, de ganarse los días brillantes de una vida feliz, con sus hijos. Qué empeño, qué lucha. Qué emocionante.
Llegué a este libro tras ver la película, fue Ana Garralón quien me lo recomendó a través del féisbuc y ha sido una de esas recomendaciones estupendas (como no podía ser de otra manera con ella). Una de esas lecturas que te coge por la garganta y no te afloja el nudo hasta la última página. Cuánto dolor cabe, cuanta tragedia. Y cuánta esperanza y lucha (y qué poca resignación).
He quedado tocado por este libro duro y hermoso como pocos de los que he leído. Una lectura imprescindible.
Saludos

lunes, 28 de mayo de 2012

Crónica de días pasados

El viernes 18 de mayo, además de ser mi cumpleaños (41 años ya, madre mía), fue el día en el que se celebró el XII Maratón de los Cuentos de Las Palmas de Gran Canaria, maratón que organiza el personal de la Biblioteca Insular. Este año, una vez más, el maratón fue una fiesta y, además, en esta ocasión, fue especialmente feliz: mucha gente contando y escuchando, muchos buenos cuentos, muchos ratos divertidos. Si tienes féisbuc puedes ver unas cuantas fotos del día aquí.
De entre todas las actividades del Maratón este año disfruté especialmente con los cuentos por teléfono (hasta tres líneas abiertas en las que se contaron más de 250 cuentos en apenas doce horas, una delicia).


Tras la vuelta a casa y el final de semana con los míos el lunes fui a Fraga para programar con Quique los próximos meses de trabajo en la editorial La Fragatina (con la que publiqué Los caminos de los árboles y en la que estoy echando una mano). Fue un día de mucho viento, pero de esto ya os di noticia ;-))
El martes fui a contar cuentos a Valverde del Júcar. Y el miércoles estuve en Fuenlabrada haciendo una visita de autor en un colegio en el que habían trabajado (en primer ciclo) La casa de mi abuela. Una chulada. Después, en la comida, pude compartir plato, mantel y conversación con buenos amigos (como Pablo Albo) y admirados autores/ilustradores (Mikel Valverde, Fernando Lalana, Mónica Rodríguez, Violeta Monreal, Carmen García Iglesias...)


El jueves continué con los grupos de sexto de Majadahonda (campaña escolar) y por la tarde fui a Albacete a contar al Teatro Candilejas. Me encanta contar en teatros, además el Candilejas tiene una medida perfecta para contar (80 butacas) y unos dueños valientes (iniciativa privada en estos tiempos) y encantadores (de verdad encantadores). Y aunque no conseguimos llenar, pienso que el público se fue contento y satisfecho del espectáculo. Desde luego yo lo pasé en grande. En la foto puedes ver el cartel de la sesión Como Pep en el agua.


El viernes por la mañana volví a Majadahonda y por la tarde a Arganda del Rey. Allí no estuve exactamente contando, fui a leer en voz alta (y delante del público, claro) los cuentos ganadores de un concurso de relatos. Fue una experiencia muy entrañable que me recordó a otros tiempos de lectura en voz alta (ains, qué buenos recuerdos).
Y por hoy, vale.
Saludos

miércoles, 23 de mayo de 2012

De cuentos brevísimos

Hace un par de semanas que creé una cuenta en tuíter. Además de enviar y recibir información de forma muy ágil, y sin haberlo previsto, se ha convertido en un revulsivo para ponerme de nuevo a escribir cuentos brevísimos. Podéis ver una muestra de los cuentos tuiteados en estos días en este enlace. Y si os interesan, podéis seguir recibiéndolos a través de mi cuenta tuit.
Saludos

martes, 22 de mayo de 2012

Ayer en la SER, para comerte mejor

Ayer fue lunes, y como todos los lunes, tocó recomendar libros en la SER. Andaba dándole vueltas al tema de esta semana y no sé cómo acabé por pensar en este: libros para comerte mejor, es decir, libros en los que alguien se come a alguien. Álbumes ilustrados (infantiles), nadie vaya a pensar que hoy voy por sendas caníbales ni otros derroteros adultos, al menos no hoy. Pero vayamos al lío.

Para comenzar traje este libro maravilloso de Aleksandra Mizielinska y Daniel Mizielinski titulado ¿Quién come a quién?, traducido por Alfonso Cazenave y publicado por Libros del zorro rojo. Es un libro que me gusta mucho mucho y del que he hablado en varias ocasiones, por ejemplo, en este enlace de TierraOral en el que hago una reseña algo más completa.


Para continuar volví a traer a un autor cuyo trabajo miro siempre con interés, Philippe Corentin, en esta ocasión con un libro titulado El ogro, el lobo, la niña y el pastel, traducido por Anna Coll-Vinent, y publicado por Corimbo. Un libro divertido en el que nos cuenta los problemas que tiene un ogro para cruzar con su "comida" un río de manera que un plato (el lobo o la niña) no se coma a otro (la niña o el pastel). Todos estos problemas provienen del pequeño tamaño de la barca y de la imposibilidad de cruzar todos juntos. Es un libro que gusta a los niños y con el que pasaremos un rato de diversión asegurada.


En tercer lugar traje un libro que me encanta y que he contado mucho mucho, se trata de Lo que el lobo le contó a la luna, de Lucia Scuderi, traducido por Christiane Reyes y publicado por Juventud. Un libro que nos cuenta la cacería de un lobo y el pesar que tiene, pues cuanto más come, peor está... hasta que llega un momento en el que el día se echa a perder (o no, depende del punto de vista, claro). Un libro estupendo, con páginas que se despliegan y hacen las delicias de los niños.


Y por último, un libro maravilloso, un clásico que estuvo agotado pero que la editorial Parramón volvió a publicar, se trata de ¡Hora de cenar!, de Jan Pienkowski, traducido por Carla Pi Rusiñol. Un libro que es un álbum troquelado (un pop up), uno de esos libros cuyos personajes salen del libro y parecen saltar hacia el lector. Una historia sencilla, sin concesiones, presentada de manera muy atractiva. Un libro que los niños no dejarán de pedir.


Y estos han sido los libros que llevé ayer a la emisora y que, por cuestiones de trabajo, no he podido anotar hasta hoy.
Aquí tenéis el enlace de mi intervención en el programa de ayer. Espero que os guste.


Pasad una semana feliz y llena de buenas lecturas.
Saludos

lunes, 21 de mayo de 2012

Iba... pero no

Iba a escribir una entrada nueva hoy en el blog, algo sobre cuentos o libros, algo sobre narración oral (la palabra dicha), algo sobre sueños, bibliotecas, escuelas, familias, amigos... algo sobre algo. Pero no. Iba a escribir algo-sobre pero no he podido hacerlo: demasiado viento para tratar de fijar una letra tras otra hasta armar palabras...


Salu d  o    s s s     s   s  s           s          s                             s

domingo, 20 de mayo de 2012

Cuentos contados en Salvat

A través del tuíter de José Manuel Garrido tengo noticia de este enlace en YouTube en el que están colgados todos los cuentos de la colección CuentaCuentos Salvat, que se publicó en fascículos (39 librillos y audio) en los años 1982-83.
Además del enlace de YouTube tenéis este otro enlace con 25 fascículos en iVoox para que podáis descargarlos y/o escucharlos.
En esta época también había una serie, no sé si recordáis, se titulaba El cuentacuentos, de Jim Henson, pero de ella ya he hablado en alguna otra ocasión.
Fueron años en los que en España se revalorizó el cuento tradicional, y el cuento contado comenzó a entrar en las aulas y en las bibliotecas. Podéis informaros más sobre esta cuestión aquí.
Saludos

sábado, 19 de mayo de 2012

Razones para eliminar la TV

Me manda Yolanda desde La Rioja un enlace a este breve vídeo (10 minutos apenas) en el que Jerry Mander habla de algunos motivos para eliminar la tele. Este vídeo da una pequeña medida de todo el trabajo de acopio de información, estudio y reflexión que el autor realizó previo a la escritura de su libro 4 buenas razones para eliminar la televisión, un libro que he leído (y comentado abundantemente en féisbuc) y que tiene una reseña en este blog.
Aquí os dejo el vídeo.


Saludos

A propósito de Harry Potter

Traigo hoy a TierraOral un texto que escribí el 24 de febrero de 2008 para el blog que escribía por aquel entonces en el desaparecido ElDecano.es. Uno más de los textos Rescatados.

A PROPÓSITO DE HARRY POTTER

El jueves 21 salió a la venta la última entrega de Harry Potter. Voy a aprovechar la ocasión para hablar de este tipo de libros ya que algunas veces me encuentro con gente que me pregunta mi opinión sobre esta saga.
He pasado más de diez años en la universidad y cuatro de ellos trabajando en la edición crítica de las obras completas de Borges. Jorge Luis Borges es uno de los mejores escritores del siglo XX y, sin duda, uno de mis autores favoritos. Igual que me sucede con Borges disfruto leyendo a Cortázar, a Saramago, a García Márquez, a Augusto Monterroso, a Paul Auster, a Kafka, a Cervantes... por hablar sólo de algunos autores consagrados en el ámbito de la prosa. Se supone que soy un lector con un cierto criterio, y digo que se supone porque algo debe fallar: resulta que también me encanta leer libros del estilo de Harry Potter. Es más, llevaba una semana preguntando a mi librero de cabecera si tenía ya el último de JK Rowling en el almacén para escamotearle alguno.
En realidad, más que ser un lector crítico, lo que yo me considero es un lector sin prejuicios. Por eso cuando un amigo me dijo: tienes que leer Los pilares de la Tierra, te va a encantar, sabiendo que se trataba del típico best seller, me puse con ello. Sin prejuicios. Y me enganchó. Qué quieren que les diga: me gusta leer a Lorca, y a los Machado, y a San Juan de la Cruz. Pero disfruto también con Memorias de Idhún de Laura Gallego Díaz. (Y que conste que hoy no quiero hablar de literatura juvenil versus literatura de adultos, ese tema lo tocaré otro día).
Hace un par de años leí un artículo sobre los libros de JK Rowling (lamentablemente no puedo darles la referencia), hablaba de ese tipo de libros como de hamburguesas. Defendía la teoría de que una hamburguesa de vez en cuando pues también es un gusto. El problema es comer hamburguesas todos los días. Y en parte estoy de acuerdo con eso. Yo no siempre tomo buen vino para comer, hay días que me apetece una cocacola y, si puedo, me la bebo.
Pero no creo que se trate de justificar que se lee ese tipo de libros como cuando se come una hamburguesa o se bebe una cocacola. Yo pienso que en realidad a los seres humanos nos fascinan las historias (aquí me sale la vena cuentista), y hay historias muy bien contadas (con mejor o peor estilo) y muy bien armadas (es el caso de Harry Potter, los siete volúmenes están sorprendentemente bien encajados) que además nos tocan la superficie de la piel. Quizás no sean textos de gran hondura, quizás no haya que estar muy preparado como lector para adentrarse en sus páginas. Quizás. ¿Pero es que esto es un problema?
Personalmente, como lector, tengo días. Hay días que me apetece poesía, otros necesito cuentos (hay tantos autores maravillosos: K. Mansfield, Chejov, R. Carver...), a veces no hago más que devorar cuentos tradicionales, otros días necesito clásicos (Homero y Ovidio son mis favoritos), en ocasiones necesito literatura que me dé caña: de esos libros que te exigen mucho para darte más (es el momento de Borges, por ejemplo), pero también tengo temporadas que necesito un libro bien gordo con una trama bien armada y unos personajes bien diseñados para entretenerme sin más. Y cuanto más gordo, mejor, y si además en vez de un volumen son tres, o cuatro, o siete, mejor. Porque son pocos los libros que me quitan el sueño y me tienen hasta las cuatro de la mañana leyendo a todo trapo y lamentando ver que el final se acerca lenta pero inexorablemente.

jueves, 17 de mayo de 2012

Contando en la calle

Ayer os decía en las crónicas de los días pasados que iba a contar a Vecindario, al Ateneo de Santa Lucía. Y allí fui, muy bien acompañado por cierto, por Begoña y algún otro colega (Pancho) y amigo/a (Pedro, Yasmina, Clara...). La sesión comenzó pasadas las ocho y media y el tiempo pasó volando (que es una de esas cosas que a veces suceden cuando está la tarde amena). Y aunque éramos muy pocos nadie parecía tener prisa.
En medio de la sesión, como es habitual cuando viene Begoña, le pedí a ella que contara un cuento y me hizo un regalo estupendo, contó "Una y otra vez morir", un cuentito de Cosas que pasan (¡qué emocionante fue!), toda una sorpresa.
Luego retomé yo la sesión y resultó que a las diez de la noche había que cerrar el Ateneo y las diez llegaron en un suspiro ¡cuando todavía me faltaba un ratico para terminar el último cuento! Entonces propuse a quienes quisieran que continuáramos con el cuento en la calle. Y accedieron. Y allí nos fuimos todos a un banco al pie del Ateneo a seguir contando/escuchando la historia hasta sus últimas palabras (quince minutos después).
Y fue emocionante. Mucho. Los cuentos camparon a sus anchas por territorios que les eran propios hasta hace bien poco: la calle y la noche.


Terminada la sesión nos volvimos Begoña y yo hasta Las Palmas, y yo tenía una sonrisa en la cara que todavía no se me ha borrado.
[Suspiro]

miércoles, 16 de mayo de 2012

Crónicas de días pasados

La pasada semana fueron días de lectura y de preparación de cuentos para el último tramo del semestre. Al menos los tres primeros días de la semana, porque el jueves conté en Majadahonda, en la biblioteca Francisco Umbral, donde comencé la campaña escolar para los alumnos de sexto del municipio.
Son días difíciles y apenas hay campañas escolares, por eso que en Majadahonda hayan decidido continuar con esta propuesta (aunque llegue a menos alumnos) es estupendo. Y este día comencé con la campaña que me hará volver al municipio unos cuantos días más para seguir contando a los mayores de primaria.


El viernes fui a contar a Las Matas, una de las tres bibliotecas de Las Rozas, uno de los municipios en los que más años llevo contando cuentos. Como si jugara en casa.
Y esta semana... pues comenzó el domingo con el viaje a Gran Canaria y los desplazamientos por toda la isla dentro de el programa Días de cuentos que terminará el viernes 18 con el XII Maratón de los Cuentos de Las Palmas de Gran Canaria.
Si no conoces Gran Canaria merece la pena que te acerques por aquí, hay algunos lugares hermosísimos. Si no me crees puedes ver estas fotografía tomada en Los Pinos de Gáldar (la lengua de piedra volcánica, los pinos, el viejo cráter de un volcán, la retama amarilla...) en mi viaje a Artenara para contar cuentos en la escuela. Eso pasó el lunes 14 de mayo. Me encanta esa escuelita a la que ya he ido al menos en tres ocasiones.


El martes fui a La Aldea de San Nicolás, uno de los lugares de más difícil acceso de toda la isla, por una carretera endiablada llena de curvas que bordea acantilados de más de 400 metros de altura y trepa serpenteando por riscos inauditos. A veces las nubes se paran en la carretera para seguir su andadura y la cosa se pone más difícil de pasar. Otras veces son las piedras las que pueden caer desde lo alto en algunos tramos. Y otras, los conductores que van por esa carretera a menudo pasan despreocupados adelantando o invadiendo parte del estrecho carril o yendo a velocidades que tú no soñarías posibles en esa carretera. Si a todo esto le sumas la conversación del taxista contándote quién se mató y cómo en cada curva o cruz del trayecto... la cosa pasa a ser una experiencia inolvidable.


Es la tercera vez que voy a La Aldea y recuerdo bien las tres ocasiones. Eso sí, el viaje merece la pena. Allí la gente es muy amable, la compañía fue estupenda y las sesiones de cuentos, maravillosas (dura la de la mañana, gozosa la de la tarde. Y las dos maravillosas). El pescado en casa Miguel estaba de órdago y las vistas, un gusto (al mar, a las montañas). Por la tarde, cuando ya volvíamos a Las Palmas, las nubes empezaban a saltar los riscos más altos y poco a poco bajaban por las laderas negras. Una imagen bellísima.


Hoy miércoles fui a contar por la mañana a Santa Brígida, a un instituto en el que se trabaja bastante la oralidad y pasé casi una hora y media con los alumnos de tercero de ESO, contando y charlando sobre este extraño oficio de contar.
Y esta tarde iré a Vecindario... pero eso ya será parte de otra crónica ;-))
Saludos

lunes, 14 de mayo de 2012

Hoy en la SER, monstruos

Es lunes y, como es habitual, toca recomendar libros en la SER. El tema de esta semana es paso obligado tras el fallecimiento la pasada semana de Maurice Sendak, uno de los grandes autores/ilustradores de la Literatura Infantil y Juvenil, un clásico contemporáneo que permanecerá en el canon por un libro absolutamente maravilloso: Donde viven los monstruos. Y este es el primer libro que recomendaré hoy, y detrás de él, unos cuantos libros más de monstruos.


Para empezar, como he dicho, aquí está Donde viven los monstruos, libro escrito e ilustrado por Maurice Sendak en 1963, publicado en español por Alfaguara con traducción de Agustín Gervás. Como dije en la radio, uno de los álbumes más importantes de la LIJ contemporánea, un clásico ya, que ha sido incluso llevado a la gran pantalla. También os dije que enlazaría la versión animada del álbum (aunque no suelo hacer estas cosas, un día es un día), podéis verla aquí. Por cierto, de este autor hablamos no hace mucho en una de las entregas de osos.


Otro autor muy importante, que también está en el canon de los autores de LIJ contemporánea, es David McKee, autor e ilustrador conocido sobre todo por los libros de Elmer, el elefante de colores, pero hoy llega aquí porque tiene unos cuantos títulos protagonizados por monstruos. Dejando a un lado Ahora no, Fernando (o Ahora no, Bernardo) en el que el niño protagonista acaba convertido en un monstruo, hoy os traigo estos dos títulos suyos: Dos monstruos, en Anaya (edición bilingüe, traducido por Gonzalo García) y Tres monstruos, en Ekaré (trad de Carmen Diana Dearden y Mª Francisca Mayobre), dos libros fabulosos que tienen también unos monstruos bastante tiernos (aunque claro, no tanto como los de Sendak), también algo malos, que resuelven sus problemas mientras nos cuentan sendas estupendas historias. Merece la pena que echéis un vistazo a los libros.


Otro monstruo inolvidable es El monstruo peludo, de Henriette Bichonnier, ilustrado por Pef y traducido por Juan Ramón Azaola. Un libro que había sido ya publicado por la memorable editorial Altea Benjamín y que ha sido recuperado por Edelvives. Una historia muy divertida y emocionante con un final que hace que los niños se rían a carcajada limpia. Uno de esos libros inolvidables.


Para terminar os traigo de nuevo un libro con un monstruo estupendo: El grúfalo, de Julia Donaldson y con ilustraciones de Axel Scheffler, publicado en ediciones Destino (creo que en la radio dije Juventud) y traducido por Celia Filipetto (hay otra edición en MacMillan traducida por Ignacio Sanz, pero me gusta menos). Uno de esos libros que los niños querrán volver a escuchar una y otra vez y, fácilmente, acabarán aprendiéndose las rimas divertidas de la traducción de Celia Filipetto.


Aquí os dejo la grabación de la emisión de hoy. Espero que os resulte interesante.


Feliz semana y dulces lecturas.
Saludos

PD: hoy ha muerto también una persona muy querida por mí, tío Paco, que aparece incluso como personaje en algún libro mío (El libro de contar), esta entrada es para él, in memoriam. Que la tierra le sea leve.

domingo, 13 de mayo de 2012

Un momento de descanso

Hoy he llegado a Gran Canaria donde pasaré unos cuantos días contando, y en el vuelo he disfrutado con la lectura de Un momento de descanso, un libro escrito por Antonio Orejudo y publicado por la editorial Tusquets. Un libro que podría decir que, literalmente, he leído en el aire, pues me ha durado prácticamente todo el vuelo.


Me resulta difícil explicar qué nos cuenta este libro. Podría decir que nos cuenta las historias de Arturo Cifuentes y Antonio Orejudo (el propio autor pasa a ser personaje de la novela), sus historias personales y su historia común en un periodo de tiempo bastante largo de sus vidas; o también podría afirmar que nos habla de la historia de Augusto Desmoines y su hijo y Claudio Castillejos y su hijo; o también podría asegurar que nos habla de la manipulación de la memoria histórica al mismo tiempo que realiza una crítica contundente a la universidad y su funcionamiento. Pero es que también podría afirmar que este libro habla del amor que se diluye, de las parejas que sucumben al paso del tiempo, de las relaciones entre padres e hijos, de las amistades, de la justicia, de la hipocresía... 
Esta novela en apenas 240 páginas toca tantos palos y lo hace tan bien que se queda uno deslumbrado. Deslumbrado de principio a fin. Pero procedamos con algo de orden.
El libro tiene tres partes: la primera es el encuentro entre Cifuentes y Orejudo, la segunda es la historia que nos cuenta el propio autor sobre cómo se hizo escritor, y la tercera, titulada "la felicidad del hombre descansado", nos habla de la búsqueda de la justicia (o no), de la verdad (o no), de la felicidad (o no) de los protagonistas. Uno puede pensar, viendo esta armazón, que la novela es compleja, y sí, posiblemente la estructura interna, la edificación de este libro, ha sido ardua, pero la lectura resulta alegre, enganchosa. Insisto, el libro está escrito con un estilo alegre, que se lee con gusto (y sin descanso), y va contando generoso historias que poco a poco se van trenzando y juntas van armando la estructura de una novela muy rica, muy llena de detalles, con personajes muy interesantes y situaciones verosímiles (aun cuando a veces parecen extraordinarias).
Esta novela contiene propuestas interesantes que, desde mi punto de vista, están muy bien manejadas, muy bien encajadas, propuestas como la organización de la novela, la autoficción, la experimentación (reconozco que nunca hasta hoy había leído una novela con un capítulo al modo musical de Hollywood, aunque sí había visto novelas con fotografías, artículos... incluso una partida de nacimiento), etc.
Además de todo esto, el libro tiene unos momentos divertidísimos (más allá de la coleccionista de glandes de escritores famosos... casi me llaman la atención en el avión por las carcajadas cuando he llegado a la parte del Mío Cid y los versos 1801/1802).
En verdad he disfrutado muchísimo leyendo este libro. Quizás me ha tocado de lleno al ser filólogo y al haber pasado cuatro años de becario en un departamento de una universidad. Hay detalles, elementos, sucesos... que me han resultado algo familiares. Y no diré más.
Una lectura maravillosa. Un autor del que ya estoy buscando otros títulos para seguir leyéndolo. Un libro estupendo.
Saludos

Pinocho de Ultramarinos

Recuerdo hace unos años la lectura en casa (en voz alta) de Las aventuras de Pinocho, el clásico que Carlo Collodi escribiera en los años ochenta del siglo XIX y que publicó Kalandraka en una bellísima edición para celebrar sus cien primeros títulos; edición que incluía las ilustraciones maravillosas de Innocenti y una nueva (y estupenda) traducción del texto original hecha por Chema Heras.
Las semanas que duró la lectura (un poquito cada noche) fueron emocionantes en casa, la hora de ir a la cama era uno de los mejores momentos del día pues nos reuníamos todos en la habitación de mis hijos para avanzar de la mano de Pinocho en las aventuras tremendas y continuas que vivía.


Hoy hemos ido al teatro los cuatro a ver la propuesta teatral de Ultramarinos de Lucas a partir de este texto clásico y ha sido como revivir, de alguna manera, aquellos momentos maravillosos de lectura en voz alta en casa. Muy emocionante. Mucho. Porque la propuesta que presenta Ultramarinos, aunque no está completa (el libro es más largo, cuenta más historias) sí contiene la esencia de la historia e incluye todos los pasajes relevantes de la misma, siendo, por lo tanto, muy fiel al libro.


No soy crítico teatral pero sí me gustaría hablaros de lo que hemos visto hoy en el teatro.
Se trata de una propuesta teatral de pequeño formato (había hoy unas doscientas personas, muy cerca del escenario) puesta en marcha por dos actores (fantásticos) que mantienen en pie una obra en la que hay al menos diez personajes y un narrador; esta tarea (bastante compleja, pienso) combina las marionetas (como Pinocho, el zorro, el gato, grillo...), con los objetos personificados (glorioso el posadero-regadera, estupenda la mujer de cabellos azules), con las caracterizaciones de los actores (titiritero, dueño del circo, Gepetto, Cereza...), y todo, como os digo ¡con sólo dos actores en escena! y un técnico de luces y sonido estupendo que va organizando los espacios y momentos con una magistral labor de iluminación.
La estética de toda la obra: objetos, utillería, escenografía... está armada con maderas y objetos que podríamos encontrar en una vieja carpintería. La madera es el elemento recurrente en toda la escena, ¡hasta la barba del titiritero está hecha con la corteza de un árbol! Apenas hay algunos otros elementos (como telas) entre los materiales utilizados. Todos los objetos rinden al máximo sus posibilidades dentro de la escena, pienso que éste es un trabajo también extraordinario en cuanto al uso y manejo de los elementos de escena (la escalera, el carro-silla, el tronco, el serrín, la sierra...).
La historia va siendo contada (por el narrador) y representada con un ritmo continuo (no rápido pero tampoco pausado, pienso que un ritmo muy adecuado a la historia), en el que se alterna momentos divertidos (como la pelea entre Cereza y Gepetto es estupenda), momentos de gran intensidad (como cuando ahorcan a Pinocho), momentos emocionantes (como cuando se encuentran Gepetto y Pinocho en la barriga del tiburón), etc. Además el mensaje que quiso transmitir Collodi en su libro aparece perfectamente señalado en la obra.
En suma, y desde mi punto de vista, una obra preciosa, llena de detalles hermosos, con un gran trabajo en escena, en la que se nos cuenta una versión muy fiel al original del texto clásico. Una propuesta teatral que merece la pena ver y disfrutar.
Creo que es ideal para niños a partir de cinco/seis años (por lo que cuenta y cómo lo cuenta).
Si tenéis oportunidad de verla, no dejéis de hacerlo. Es una maravilla.
Ah, y si tenéis oportunidad, no dejéis de leer también el libro. Otra maravilla.
Saludos.

sábado, 12 de mayo de 2012

Contando en Gran Canaria

De nuevo vuelvo a Gran Canaria a contar cuentos, en esta ocasión dentro del programa "Días de Cuentos" (podéis ver la programación completa: todos los lugares, todos los narradores, todos los meses... en este enlace). En este post os doy referencia de lugares, públicos y horas de mis sesiones. Si hubiera algún cambio modificaría la entrada para que los datos sean lo más exactos posible.
Aquí os dejo el estupendo cartel que Pablo Amargo ha hecho para la duodécima edición del Maratón de los Cuentos de Las Palmas de Gran Canaria.



Lunes 14 de mayo
Artenara: 11,00 sesión de cuentos en el colegio.


Martes 15
La Aldea. 12,00; Salón de actos del IES "La Aldea"; sesión para 1º de ESO
La Aldea. 17,00; Biblioteca Pública Municipal; sesión para todo público.

Miércoles 16
Santa Brígida. 11,00; Sesión de cuentos para alumnos de 1º de ESO.
Vecindario. 20,30; Sesión de cuentos para adultos en el Ateneo.

Jueves 17
Moya. 12,00; Casa Museo "Tomás Morales"; Sesión para alumnos de instituto.
Moya. 17,00; Biblioteca Pública Municipal; Sesión para todo público.

Viernes 18
Participación en el XII Maratón de los Cuentos de Las Palmas de Gran Canaria. Y cuentos por teléfono (de 12 a 23 -hora insular- llamando al número gratuito: 900770660)

Nos encontramos en los cuentos :-)))
Saludos

jueves, 10 de mayo de 2012

¿Tres han de ser?

Lleva este libro mucho tiempo encima de mi mesa de trabajo esperando a ser reseñado y parece que le ha llegado la hora. Se trata del álbum ¿Tres han de ser?, con texto de Darabuc e ilustraciones de Fátima Afonso. El libro está publicado por OQO.


El álbum versiona un cuento tradicional, el de la princesa que quería casarse con tres (novios, pretendientes, maridos) y que al final lo consigue pues, sólo gracias a los tres (y sus objetos mágicos), se salva de la muerte.
El cuento me gusta mucho y fue uno de los primeros cuentos tradicionales que conté (hace ya años de esto, caramba). Y la versión de Darabuc, también me gusta. Vaya por delante que Darabuc es amigo, es lector, es traductor, es escritor, es poeta, es crítico, es una persona curiosa e inquieta que trata de dar a conocer las bondades de la literatura infantil y juvenil, las bibliotecas escolaresla narración oral, etc. (entre otros ámbitos de su poliédrica vida). Pero sigamos con el texto.
Me ha gustado mucho algunos guiños de la versión de Darabuc, por ejemplo, los nombres de los tres pretendientes son estupendos y multiplican los planos posibles de interpretación y relación del texto (el que quiere ver más lejos y conocerlo todo; el que resucitó de entre los muertos; y el que desafió a la gravedad y llegó hasta el sol, más o menos), sin duda este es uno de las grandes sumas de la versión al texto. Igualmente me ha gustado mucho el final, tan lleno de silencio (esas ilustraciones tan limpias de pronto) y sugerente.
El ritmo alegre del cuento quizás se acelera un poco en el momento culminante (ese vuelo, esa pócima), pero compensa con el final demorado. El texto me parece que está escrito de manera impecable (el título es estupendo) y las ilustraciones me han gustado también mucho, acompañan sin estridencias y suman a la historia, son limpias y, pienso, muy del gusto de los niños (y de algunos adultos como yo).
Me gusta también que haya sido este texto el elegido para ser versionado (por Darabuc) y publicado (por OQO), pues pienso que es un texto valiente que nada a la contra en estos tiempos de corrección política (y estupidez supina). Un cuento ideal para contar, para escuchar, para conversar, para compartir y para soñar.
Si tuviera que ponerle una pega sería que en ninguna parte del álbum he visto que se indicara que este cuento es una versión de un cuento tradicional. He comprobado que en Sopa de nada, de este mismo autor en esta misma editorial también pasa esto, sin embargo en otros cuentos de la misma editorial sí se indica que son versiones de cuentos tradicionales, por ejemplo en Míster Cuervo. También he comprobado que en la ficha que la editorial tiene en su web sobre este libro sí se anota esta cuestión. De cualquier manera este detalle me parece importante: creo que debería indicarse en el libro también que se trata de una versión de un cuento tradicional.
Ahora bien, esta cuestión última no achica para nada el valor de este hermoso y estupendo álbum. Un libro que me gusta mucho. Una lectura imprescindible.
Saludos

Sacar los cuentos de los libros

He escrito una breve entrada en mi página web sobre diversas propuestas y actividades que se han hecho con algunos de los cuentos que tengo escritos y publicados. Creo que merece la pena echar un vistazo porque el artículo puede daros ideas para trabajar, jugar y acercaros a álbumes y libros (de cualquier autor, obviamente). Y a nivel personal, en fin, resulta muy emocionante ver cómo los cuentos van buscándose sus estrategias para existir, ser, pervivir, más allá de los previsibles avatares de un libro.


Podéis ver la entrada en este enlace.
Saludos

martes, 8 de mayo de 2012

Maurice Sendak

Arden las redes sociales por la triste noticia de la muerte de Maurice Sendak, autor e ilustrador que es uno de los clásicos imprescindibles de la Literatura Infantil y Juvenil Contemporánea, conocido sobre todo por un álbum que es uno de los más contados, leídos, comprados, regalados, soñados... de la historia de la LIJ contemporánea: Donde viven los monstruos.


Hoy ha muerto Sendak y hoy somos muchos los que lloramos su muerte, pues aunque siempre nos quedarán sus libros, sus imágenes, sus textos (puertas para volver a escucharlo y soñarlo), su marcha es un mazazo tremendo para quienes amamos la LIJ.


Más información sobre el autor:
Gracias Sendak, por compartir sueños y legarnos álbumes clásicos, imprescindibles para ser más felices.
Saludos

lunes, 7 de mayo de 2012

De la crítica en internet

Ya hemos hablado de este asunto en algunos post de tierraoral, concretamente en estos dos: Intermediarios, mediadores, críticos y De críticas flojas. Pero parece que el tema no ha hecho más que empezar, y si no lo creéis no tenéis más que echar un vistazo a este artículo de Ignacio Echeverría en ElCultural.es en el que hace referencia continua a esta entrada de Alberto Santamaría: La crítica Kitsch (o el retorno de la crítica conservadora), entrada con la que, dicho sea de paso, estoy bastante de acuerdo.
Ahí quedan todos los enlaces por si os interesara leerlos con calma y reflexionar con calma.
Saludos

Hoy en la SER, inolvidables

Es lunes y todos los lunes toca recomendar libros en la SER de Guadalajara. Para el tema de hoy lo he tenido fácil porque ayer mismo en el blog de la Biblioteca Senda colgaron un post sobre Manolito Gafotas y claro, la idea llegó rápida: cómo no traer hoy a la radio niños y niñas libres, valientes, felices, que recorren los libros de literatura infantil y juvenil y logran escapar de los límites de "lo políticamente correcto".
El problema ha sido elegir el título de mi post: hoy en la SER, niños libres, tarambanas, bendita infancia, esos pequeños locos, esos bárbaros felices, niños y niñas imprescindibles... hasta que he llegado a la conclusión de que si hay algo que los define es que, después de leer sus aventuras, después de compartir páginas y días con ellos, resultan inolvidables.
Vayamos con ellos.

Para empezar un clásico estupendo: Las aventuras de Tom Sawyer, escrito por Mark Twain. La edición que yo tengo está traducida por Doris Rolfe y publicada por Anaya en la colección "Tus libros". Pienso que este libro es bastante conocido por sus versiones/adaptaciones al cine pero siento que es un libro poco leído. Una lástima. Creo que leer este libro es una experiencia maravillosa, una aventura emocionante y divertida. Inolvidable. Ojalá traerlo aquí sirva para animaros a que lo cojáis y os zambulláis en él. Ojalá. Es un clásico con mayúsculas. Igual que su continuación Huckleberry Finn, también inolvidable.


Para continuar, otro libro extraordinario y muy conocido, Peter Pan, de James M. Barrie. La edición que yo tengo es estupenda, está traducida por Mauro Armiño (los dos libros que contiene: Peter Pan en los jardines de Kensington y Peter Pan y Wendy) y publicado por editorial Valdemar. Este libro también ha sido llevado en diversas ocasiones (y con bastantes cambios en algunos casos) al cine, se han escrito continuaciones, se han filmado secuelas, ¡incluso se ha hecho película del proceso de creación del libro! Pero, insisto, merece la pena adentrarse en el texto original y disfrutar de las aventuras de Peter Pan de primera mano, sin el toque, retoque y manipulación de guionistas y censores, sin la criba o la visión de quienes han filmado/dibujado la película. El libro nos permite descubrir a un nuevo Peter Pan, desde nuestra imaginación, desde nuestra experiencia lectora, desde la propia emoción. Y es una delicia. Inolvidable.


Para seguir, os traigo a Pippi Calzaslargas, una maravillosa niña soñada por Astrid Lindgren y de la que he hablado hace no mucho en este blog o en mi web. La edición que yo tengo está traducida por Blanca Ríos y Eulalia Boada y está publicada por BlackieBooks. Os remito a la entrada reciente que escribí y que da algo más de información sobre el libro. Es verdad que en esta ocasión la serie que se grabó en los años sesenta/setenta y que es fácil que recordéis trató con mucho cuidado y esmero a Pippi. No es raro, el guión estaba escrito por la propia autora. Pero de nuevo, insisto: hay que leer este libro. Es, en verdad, una lectura imprescindible y, de nuevo, inolvidable. Un libro lleno de diversión y sorpresas, lleno de libertad.


Para terminar por hoy, aquí llega un niño también muy conocido, El pequeño Nicolás, escrito por R. Goscinny y con ilustraciones de J. J. Sempé. Los ocho libros que yo tengo con las aventuras del pequeño Nicolás están publicados en Alfaguara, y el primero de ellos (que es el que llevo a la emisora), está traducido por Esther Benítez. Libros muy divertidos llenos de aventuras, travesuras, situaciones cómicas y personajes inolvidables. Mira, mis hijos lo comentan aquí y aquí. En casa nos gusta mucho. Mucho.


Aquí podéis escuchar mi intervención hoy en el programa. Espero que os guste.


Feliz semana y felices lecturas.
Saludos

Bisabuelo reumático

Gracias a la cuenta en tuíter de José Antonio Millán, a quien sigo desde hace años a través de su laberíntica, completa y maravillosa web he llegado a este artículo juguetón plagado de palabras que contienen las cinco vocales, un texto maravilloso para verbífagos y golosos de la ludolingüística. Palabras como: bisabuelo, republicano, reumático, neumonía, tertuliano (o contertulia), escupitajo, ecuación, evolutiva, cincuentona, supersónica...
Un verdadero (y placentero) atracón.
Que ustedes lo disfruten.
Saludos

domingo, 6 de mayo de 2012

Oso Cazamariposas

Acabo de releer un hermosísimo álbum titulado Oso Cazamariposas, escrito por Susanna Isern, ilustrado por Marjorie Pourchet y publicado por la editorial OQO, que tanto esmero pone en hacer libros maravillosos. De Susanna ya he hablado en otras ocasiones en este blog (mira aquí, o aquí, o aquí).


El álbum nos cuenta una historia llena de poesía y ternura (en la que es fácil que alguien tan cercano al oso como yo pueda sentirse identificado, jejejeje): un oso se dedica a salvar a las mariposas que caen al lago y no pueden volar, pero un día el oso... bueno, mejor no os cuento lo que sucede, así os acercáis y echáis un vistazo.
La historia es muy sencilla y muy redonda, llena de momentos de gran emoción (especialmente alguno, ay, que no diré). Además las ilustraciones son absolutamente maravillosas, delicadas, con mucha fuerza, tonos suaves y muy muy hermosas. No conocía nada de esta ilustradora y me ha encantado. Creo que es exactamente la ilustración que necesitaba este texto.
Si queréis mirar más allá del placer de leer, soñar e imaginar, el cuento os puede ayudar a explicar que las cosas buenas que hacemos acaban por volver a nosotros. O que hay que saber mirar más allá de las apariencias (alguien grande y peludo, alguien pequeño y frágil). O, si le dais una vuelta: un mundo mejor es posible y empieza a nuestro alrededor.
Pienso que el cuento es estupendo, una lectura ideal para los más pequeños y los no tan pequeños, un cuento que comienza a ras de suelo y acaba en las nubes. Una delicia.
Más sobre este libro en Soñando cuentos y en el blog de la autora.
Un álbum totalmente recomendable.
Saludos

Crónica de los días pasados

Llevo dos semanas sin dar apenas noticia de viajes y cuentos, nos encontramos en los alrededores del día del libro y suele haber bastante trabajo, por eso ando algo perezoso a la hora de actualizar las crónicas en el blog. Pero vayamos con un pequeño resumen (pequeño, eh), de los lugares por los que he pasado y trabajado.
El día del libro estuve contando en el CEIP Suárez Somonte, de Llerena (Badajoz), como podéis ver en el enlace la agenda fue bien completa: varias sesiones de cuentos, visitas de autor y charla con padres, madres y profes. Lo pasamos en grande y se notó que llevaban meses preparando la visita (como muestra este botón), además hicieron una exposición de trabajos y murales realizados a partir de libros que tengo escritos y publicados. Una maravilla (que me dejó boquiabierto) de la que os dejo aquí un par de fotos (aunque podría poner un buen puñado más).
Con la familia C...


... y con los Enormes ;))


El martes 24 estuve en el CEIP Virgen de Guadalupe, en Arroyomolinos de Montánchez (Cáceres). De la visita algo os dije ya aquí, pero si tenéis féisbuc podéis ver unas cuantas fotos de la sesión en el féisbuc del centro. Aquí os dejo una ¡con prácticamente todo el centro!


El miércoles estuve contando en el CEIP Virgen del Sagrario, en Mazarambroz, en un pueblito de Toledo, donde también lo pasamos estupendamente (mira aquí el programa) y en el que sucedió algo emocionante para mí. Por cuestiones logísticas mi padre tuvo que acompañarme para dejarme luego en el aeropuerto, así que estuvo en el colegio en la primera de las dos sesiones. Él ha asistido a muchas sesiones mías, pero nunca había estado en un colegio viéndome trabajar con los mayores de primaria. De vez en cuando le miraba de soslayo y le veía reír, o emocionarse, o mirar a los chavales... fue maravilloso tenerlo ahí.
El mismo miércoles tomé un avión y fui para Gran Canaria, allí Begoña me recogió (¿no sabes quién es Begoña?) y me alojó en su casa. Tarde y noche hablando de cuentos ;-))) La isla me deslumbraba, como siempre, con sus atardeceres hermosos (en esta ocasión, atardecer con panza de burro).


El jueves fui a contar a Arucas (aquí una nota en féisbuc) en el teatrito que tienen en la nueva biblioteca del municipio, una maravilla (como veis en la foto), ideal para contar a los sesenta y pico chavales de secundaria que vinieron a escuchar los cuentos. Lo pasamos en grande.


Por la tarde, más cuentos. En esta ocasión a escuchar a Begoña y hablar sobre ello.
Al día siguiente, viernes ya, estuve contando por la mañana en Telde, en el teatro Juan Ramón Jiménez, al que acudieron más de doscientos chavales (último ciclo de primaria) para escuchar cuentos. Una experiencia fantástica (y un teatro enorme ;-))): me encanta contar en teatros.


Y el mismo viernes por la tarde comenzaba el curso de Clubes de lectura y otras estrategias de animación a la lectura, que estuve impartiendo (viernes y sábado) en Telde en una sala hermosa (mira la foto) aunque tenía una acústica ufff, regular.


El domingo, vuelta a casa y descanso de un par de días (había puente, ¿recordáis?).
El miércoles día dos de mayo fui a contar a Almonacid de la Sierra, en un cole pequeño y estupendo en el que pasé casi dos horas contando cuentos a todos los niños del centro (dos horas a culo quieto es mucho, eh). Por la tarde fuimos a Sabiñán donde di una charla para profesores del CRA El Encinar, todo organizado por Judit y los amigos del CPR de La Almunia.
El jueves fue un día intenso. Pasé toda la mañana y parte de la tarde contando cuentos en el CEIP Aurelio Prudencio, en Calahorra (Logroño), donde lo pasamos en grande y, además, en el que me pasó algo estupendo y muy emocionante (que cuento aquí) y por la tarde estuve contando en el Centro de Educación de Adultos "San Francisco", también en Calahorra y también una gozada.
La semana terminó en la biblioteca de Villarta de San Juan (don Tadeo estudió su toponimia ;))), contando a los mayores de primaria y pequeños de secundaria, fue una maravilla volver a contar en Castilla La Mancha, la tierra en la que he crecido como narrador y en la que apenas estoy contando por los recortes bestiales que estamos sufriendo en bibliotecas y colegios.
Y por hoy vale, que han salido demasiado largas estas crónicas.
Saludos

Calle de la Estación, 120

Acabo de terminar de leer Calle de la Estación, 120, de Léo Malet, traducción de Luisa Feliu, publicado por Libros del Asteroide. Este es uno más de los los Libros de Resistencia que me mandó Mariona de Tamarite.


En plena Segunda Guerra Mundial, Dinamita Burma, un detective privado ágil y algo chulesco, se encuentra con un complejo caso que comienza en pleno campo de concentración y continúa entre la Francia libre y la ocupada por los alemanes. Un caso que le toca de cerca porque algunos de sus amigos y colaboradores se ven afectados directamente por el mismo.
Un libro policiaco que es un clásico dentro del género, punto de partida de la serie de novelas que protagonizará Nestor Burma.
El libro me ha entretenido, se lee rápido y con gusto. Los escenarios están muy bien dibujados, los personajes quedan perfilados con pocas palabras, los detalles significativos están a la vista (aunque a veces el lector no se percate de ellos), la acción transcurre alegre de un escenario a otro y los giros de la trama van haciendo que el lector cambie de sospechoso a cada rato. Lo dicho, un libro bien entretenido que nos recuerda en algunos momentos a Boris Vian (ese detective tan duro), a Poe (esa carta robada), a Dashiell Hammett (ese ambiente tan oscuro, ese detective tan a lo suyo), y a Agatha Christie (esa reunión con todos los posibles culpables -y los policías despistados- en una escena final).
En suma, un libro estupendo para pasar un rato entretenido. Imprescindible para los amantes del género.
Saludos

martes, 1 de mayo de 2012

La flecha de dios

Acabo de terminar de leer La flecha de dios, un libro de Chinua Achebe traducido por Maya García de Vinuesa y publicado por Debolsillo. Este libro es uno más de los Libros de Resistencia que me envió Mariona desde Tamarite de Litera.


No he leído muchos libros de autores africanos. Sí conozco buenas colecciones de cuentos tradicionales (de todo el continente) y también he leído a algunos escritores africanos, pocos (por ejemplo Mia Couto y Juan Tomás Ávila Laurel). Incluso he leído a autores occidentales muy pegados a África (cómo no recordar Ébano, de Ryszard Kapuscinski). Siento una especie de deuda pendiente con esta literatura y este continente, sobre todo después de haber ido en varias ocasiones a contar cuentos y haber vuelto con el corazón tocado por África: su gente, su cultura, sus costumbres, su naturaleza...
Hoy saldo un poco de esa deuda tras haber leído a uno de sus grandes escritores, Chinua Achebe, y uno de sus grandes libros: La flecha de dios, un libro que nos mete en una comunidad africana (a principios del siglo XX) y nos permite vivir entre sus gentes, conociendo sus cuitas y participando de sus días. Una novela que nos zambulle de lleno en la cultura de la oralidad: los cuentos tienen una presencia continua (no es que se cuenten, pero sí se citan y pasan por sus páginas) y la belleza de los diálogos no tiene igual. Pero es que además en este libro podemos ver cómo la cultura occidental va tomando posiciones, adaptándose y ganando terreno mientras las viejas costumbres de las comunidades se tambalean.
La novela me ha encantado. Quizás es preciso dejarse llevar en las primeras páginas hasta que uno entra en la nueva manera de contar, en el enramado de la familia protagonista y en la situación inicial de la novela. Pasadas estas primeras páginas el dibujo (que al principio puede resultar borroso) se perfila y toma forma y uno queda completamente enganchado. Se disfruta de la trama, del ritmo demorado, de los diálogos (maravillosos, maravillosos de verdad), de las intrigas, de los personajes, de las costumbres, de las descripciones, de la magia... Este libro es un hermoso libro, un paseo por las seis aldeas que no podrás olvidar. En verdad un libro poderoso.
Y, como os digo, los cuentos y la oralidad están muy presentes. No en balde Nwaka, gran orador, es llamado "El dueño de las palabras" (p. 70). O cuando los niños juegan a contarse cuentos, como hacen Obiageli y Nkechi (p. 99), aunque también estos cuentos se cantan "yo canto el cuento y vosotros respondéis" (p. 100). O cuando las mujeres están cocinando cuentan cuentos a los niños para que no molesten (p. 258), o los niños ayudan en las tareas para que las mujeres terminen pronto y puedan contar algún cuento (p. 259). En fin, habría muchas más citas que no anoto por no aburrir.
Un libro maravilloso. Una lectura gozosa.
Saludos