Hace unos días estuve por Tamarite de Litera, siempre es un placer pasar por allí y reencontrarme con gente querida. Lo cierto es que una tarde pude pasar por casa de Mariona y charlar de libros alrededor de un buen vino pero, sobre todo, para devolverle la cajota de Libros de Resistencia que me había enviado. Aun así no me volví con las manos vacías: ¡me traje una docena de nuevos Libros de Resistencia! Y entre ellos, el que hoy reseño.
Acabo de terminar de leer El asiento del conductor, de Muriel Spark, traducido por Pepa Linares y publicado por Contraseña Editorial. La ilustración de portada es del admirable Alberto Gamón.
El libro nos cuenta los últimos días de la protagonista Lise, que muere acuchillada. Al parecer la intención de la autora fue "aterrorizar deleitando", sin embargo a mí el libro ni me ha aterrorizado ni me ha deleitado. No me ha convencido: ni la protagonista, ni la trama, ni el modo como fue contada. Nada me ha resultado verosímil, casi desde la primera página he leído incrédulo, y según avanzaba la lectura la historia me iba resultando menos interesante y verosímil.
Quizás no he sido capaz de entrar en la propuesta de la autora o no he sido capaz de entender su intención. Pero también eso es una rémora: si tengo que andar pensando qué pretende la autora entonces no soy capaz de relajarme y dejarme llevar por la lectura.
El libro es cortito y creo que esa es la razón por la que lo he terminado, pensaba que tal vez al final habría una buena solución que me redimiría de la incómoda lectura. Para nada. El final tampoco me ha emocionado, sorprendido, enganchado...
En suma, una lectura que no me ha gustado. Aunque hay gente que no piensa así (mirad aquí, por ejemplo). Echad un vistazo al libro, quizás a vosotros sí os convenza.
Saludos
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