Este álbum nos invita a jugar desde la primera hasta la última página: hay que ponerse a la cola (un acto tan cotidiano para niños y adultos). Uno no sabe muy bien para qué están esperando, pero gracias al recorrido que vamos haciendo página tras página podemos ver a los (im)pacientes animales que hacen cola, desde el más pequeño hasta los más grandes y, en cada tramo, disfrutar de cómo unos y otros soportan la espera (en unos cuantos casos seguro que también nos resulta familiar). Hasta que por fin llega el momento de acceder (al sitio al que da la cola, que no quiero dar pistas) y es el momento de la sorpresa.
La verdad es que me ha encantado este álbum con una propuesta sencilla y eficaz para mantener la atención de los lectores desde la primera hasta la última página, me ha gustado mucho la sorpresa que hay en el momento en el que la cola deja de esperar y el juego final. Igualmente me ha parecido muy interesante la idea de ordenar a los animales por tamaño (idea de lejanía y cercanía, de orden "natural"). Y, como digo, la sorpresa final (muy coherente con este ordenamiento por tamaños) despierta las sonrisas de pequeños y grandes. Es una fiesta.
Uno de esos álbumes sencillos y gratificantes, muy bien elaborados, con una propuesta estética quizás algo floja (no es que sean los mejores dibujos de animales que vayamos a ver) pero muy cercana y reconocible por los pequeños lectores. Un libro con un humor estupendo, cotidiano, que los niños podrán sentir bien suyo.
Un álbum certero. Estupendo.
Saludos
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