El libro se edifica a partir de una familia que podemos reconocer como bien cercana: padres trabajadores, hijos en edad escolar, vida familiar apresurada y vida personal (de algunos de los protagonistas) con sus frustraciones y sus afanes. Es muy interesante ese punto de partida que podemos reconocer en algunos casos como propio: días acelerados, secretos de familia... que despega hacia terrenos de ficción en los que una mentira puede adquirir dimensiones insólitas. Sin embargo bajo este despropósito laten las pulsiones (y las frustraciones) de algunos de sus protagonistas y quizás sea por eso que, a pesar de la situación desesperada a la que llegan, hay una posibilidad de final feliz.
Quizás es ahí donde podría poner un pero a este libro que tan buen rato de lectura me ha dado: el final me ha parecido apresurado y buenista, in crescendo en los últimos emails hasta diluir un punto el buen sabor de boca que me ha dejado su lectura. Prueben a quitar el último email, o a quitar los dos o tres últimos. Se convierte en una novela hermosa y sólida sin un final de cuento de hadas y en el que sus personajes crecen, y en el que no se pierde verosimilitud.
Hay algunas cosas de este libro que me gustan mucho: la idea de "errores del Universo" como "lo que es pero que en realidad no debería ser", porque de una manera razonada la vida sería mejor de otra manera (o al menos si hiciéramos las cosas de otra forma que no parece tan difícil ni complicada); o también esa ruptura de los días a partir de los anhelos personales (que significa pasear al borde del precipicio hasta llegar a un lugar con unas vistas hermosas).
En verdad este libro ha sido un compañero estupendo: he disfrutado de lo lindo con este par de hermanos (y sus padres y tíos) y con los enredos en los que se han metido. Una lectura bien entretenida y enganchosa.
Saludos
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