Acabo de terminar de leer El visitante de la madrugada, un libro con seis relatos de miedo escrito por Concha López Narváez y Carmelo Salmerón que ha publicado la editorial Bruño en su colección Paralelo Cero.
Este oficio mío de contar cuentos te impele a estar siembre buscando nuevos textos para contar, a esto deduci muchas de mis horas fuera de los escenarios y las pantallas. De todos, los cuentos más difíciles de encontrar, al menos para mí, son los buenos cuentos de miedo: historias que al leerlas te estremecen o te mantienen en tensión hasta la última línea. Normalmente me ocurre que muchos de estos textos, sostenidos por tópicos, se deshacen en los primeros párrafos. Pero a veces tengo la fortuna de dar con algún libro que te sorprende porque logra mantenerte pegado a sus páginas. Esto es lo que me ha ocurrido con El visitante de la madrugada, un libro con vocación de ser juvenil pero que se deja leer con gusto (y algún que otro estremecimiento) por lectores de todas las edades.
Estos cuentos me han recordado a los de Poe, creador del género, porque son efectivos, directos, variados y, sobre todo, son honestos. En estos textos los autores logran crear una atmósfera inquietante en la que ubican un personaje cada vez más desconcertado, que pasa de la sospecha a la terrible certeza según avanzan las páginas.
Si eres lector de este género quizás haya algún cuento cuyo desenlace puedas intuir antes de lo previsto, pero de igual manera te va a gustar: son cuentos con intención de género, con precisión clásica, con honestidad (insisto, pues ya lo dije antes) y sin trampantojos.
De los seis cuentos hay al menos cuatro que me han obligado a ser leídos del tirón, y los otros dos también han sido lecturas provechosas.
Un libro muy interesante que he disfrutado mucho. Te lo recomiendo.
Saludos
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