El libro nos cuenta la historia de Daniel y Alicia, dos estudiantes de periodismo que, como trabajo de una de sus asignaturas, deciden investigar el asesinato del joven Héctor Miranda y la desaparición de su novia, Berta Ríos. La elección no es casual porque Daniel tiene algunos sueños y algunas visiones que le incitan a esa búsqueda.
La novela está escrita con un estilo ágil que acompaña en la enganchosa sucesión de aventuras, reflexiones, apariciones y pistas. Los lectores vamos avanzando con los protagonistas en la búsqueda del esclarecimiento del caso, y si bien es posible que lectores avezados se adelanten en algún momento al siguiente paso de los jóvenes estudiantes, también ocurre en no pocas ocasiones que sean estos quienes lleven la delantera. La trama, bien urdida y coherente, te amarra desde las primeras páginas combinando la acción detectivesca, el romance juvenil y los sucesos paranormales, una mezcla que será del gusto de muchos.
A mí por lo menos me resultó una lectura bien entretenida, un libro que devoré prácticamente en una mañana en la que el jet lag me permitió ver el amanecer sobre el Pacífico.
Saludos
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