lunes, 25 de julio de 2016

Snowhite en Había Una Vez n.º 24

Hace unos días que se publicó el nuevo número de la revista chilena Había una vez, el número 24 que, en esta ocasión, dedica sus cien páginas a los jóvenes y la lectura. De nuevo vuelvo a colaborar con ellos recomendando un libro.


En esta ocasión volví a disfrutar de la lectura (y relectura) de uno de mis libros favoritos de Ana Juan, se trata de Snowhite, el libro recuperado recientemente por Edelvives. Podéis leer la reseña en la página 70. Aunque os recomiendo que os entretengáis leyendo los completos artículos que contiene este número (como suele ser habitual).


Aquí tenéis la reseña completa:

"Snowhite es una versión revisada y muy personal del cuento tradicional “Blancanieves” que recogieron y publicaron los hermanos Grimm a principios del S. XIX. Está escrito e ilustrado por Ana Juan, una autora/ilustradora que en 2010 recibió en España el Premio nacional de ilustración, una artista con un estilo muy personal y poderoso.
El cuento está presentado en formato de libro álbum, con muy poco texto (en la página de la izquierda) y unas ilustraciones en blanco y negro (en la página de la derecha o a doble página). Me recuerdo en 2001, cuando fue publicado por primera vez, hojeando el libro muy sorprendido porque Ana Juan utilizara este formato (considerado supuestamente infantil) para una historia escrita e ilustrada pensando en un público juvenil y adulto.
La historia nos cuenta la vida de Snowhite, una niña, una joven, que es expulsada del hogar cuando su madrastra descubre que es más guapa que ella. Snowhite es abandonada en la ciudad (un bosque cruel y peligroso) donde, todo aquel con el que se cruza, se aprovecha de ella: es violada, explotada, drogada, expuesta, vendida, poseída... hasta intentan asesinarla.
En este paseo por los infiernos miramos a los ojos a la soledad que nos atenaza, una soledad acentuada por la insolidaridad de los otros y por la manera de ser de una sociedad que cosifica a las mujeres.
El cuento se sostiene en la suma de texto e ilustración, ambos se abrazan para contarnos (con palabras, con silencios, con hermosísimas ilustraciones) una historia dura, muy dura. No he de acabar esta breve nota de lectura sin pediros que os detengáis en sus ilustraciones, en el uso de los blancos, en su asfixiante oscuridad, en el asombroso (y cotidiano) mundo que nos cuentan.
Un libro que he disfrutado como lector y que he llevado a muchos de mis talleres con adolescentes. Una joyita de mi biblioteca."

Saludos

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