En estos días he leído La llave, de Junichiro Tanizaki, publicado por la editorial Siruela en su "biblioteca Tanizaki" de la colección Libros del Tiempo. El libro está traducido a cuatro manos por Jordi Fibla Feito y Keiko Takahashi.
Tras años de matrimonio Ikuko y su marido parecen haber agotado el deseo, sin embargo él empieza a escribir un diario en el que plasma sus anhelos y deseos con la esperanza de que ella lo lea, y de igual manera Ikuko entra en ese juego escribiendo su propio diario. La combinación de ambos diarios nos va narrando una historia tal como los protagonistas quieren que sea percibida por el otro (aunque ambos afirman no leer el diario del otro). Este poder escribir los deseos secretos (y pensar que tal vez sean leídos y compartidos por el otro) reaviva la tensión sexual en la pareja. Hay además otros dos personajes que acaban bien enredados en esta trama: Toshiko, la hija (que entra en el juego también) y Kimura (su prometido y actor principal de la historia).
Leemos pues dos diarios que ponen en funcionamiento el engranaje en el que los cuatro personajes acaban atrapados. Una maquinaria que se alimenta de deseo, de voyeurismo, de celos, de triángulos amorosos... y que va subiendo la temperatura según avanza la lectura.
El título hace referencia a la llave que abre el cajón donde el marido esconde su diario (llave que él deja a la vista para que ella pueda acceder al diario), pero también la llave para acceder a los deseos más ocultos.
En las últimas páginas, tras un inesperado suceso, se nos invita repensar lo leído con otra mirada. Y por si esto fuera poco, en el último párrafo se nos describe un final sorprendente.
Todo ello contado con una exquisitez deliciosa para armar un hermosísimo libro erótico.
Una lectura fabulosa que he devorado en apenas unas horas. Una fiesta.
Un libro que os recomiendo encarecidamente.
Saludos
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