La semana pasada se publicitaba una función de cuentacuentos en la librería de la Casa del Libro en Alcalá de Henares (Madrid), escribí este texto en redes sociales acompañando a la fotografía y dirigiéndome directamente a la cuenta en Twitter o Facebook de la librería y de su programa de dinamización infantil.
Este es el texto:
Así que les invito a tener en cuenta para cartelería o difusión en redes de las actividades que realizan:
- En cualquier propuesta artística digan el nombre de quién va a trabajar. Es lo mínimo, porque no es lo mismo "ir al teatro" que ir a ver "tal obra", dirigida por "tal directora" y representada por "tales actores". Los narradores orales estamos hartos del anonimato. Mucho.
- Quiero pensar que aquí ha habido pura ignorancia porque sí, yo soy el autor de ese cuento (que publicó OQO y que lleva años agotado), pero también soy narrador oral. Y en este cartel da la sensación de que soy yo quien va a contar. Y no, yo no voy a ir allí este viernes (insisto).
- Me sorprende que se haga una propuesta de narración con un libro que está agotado (¡hace años!) en una librería, es decir, que no se podrá comprar si al público asistente le interesa. Pero eso es un detalle que sólo quería comentar.
- Si lo llaman cuentacuentos supongo que se tratará de eso, ¿no?, de narración oral, lo digo porque últimamente cuando leo "cuentacuentos" salgo corriendo (uno ve de todo: pintacaras, recortables, globoflexia, manualidades... todo muy digno, pero no es narración). Y los narradores y narradoras también estamos agotados de reivindicar nuestro oficio y nuestro trabajo.
- Y ya que estamos, si deciden mejorar la información de sus carteles (que falta hace), sería buenísimo incluir también el tramo de edades para el que está previsto el espectáculo, no es lo mismo para bebés, que para 3-6 años, que para 7-11 años, por ejemplo.
Pasadas unas horas tras su publicación la Casa del Libro me contestó: "Buenos días Pep. Te pedimos mil disculpas. Los cuentacuentos que hacemos en nuestras librerías de Casa del Libro los narran siempre nuestros libreros. Escogen libros que consideran que pueden ser valiosos para sus lectores. En cualquier caso, lo hemos pasado al departamento que lo gestiona, para que no haya futuras confusiones. Un abrazo.".
Agradezco que se hayan tomado el tiempo de contestar mi demanda, pero la respuesta no es del todo cierta. Puede ser que en algunas tiendas sean los libreros quienes cuentan, pero desde luego hay muchas otras en las que eso no ocurre, aquí tengo un ejemplo. Y además si fueran los libreros quienes contaran no habrían podido elegir este cuento que lleva años completamente agotado. En fin.
Que seguiremos insistiendo en la necesidad de buenas prácticas en todo lo que atañe a nuestro oficio, y especialmente en la importancia de sacar del anonimato a los narradores orales.
Saludos
No hay comentarios:
Publicar un comentario