Tener amigos, amigas, que saben (mucho) de libros es un regalo para alguien como yo que disfruta (mucho) de la lectura. Ocurre además que en ocasiones la vida te golpea fuerte ("Hay golpes en la vida, tan fuertes... ¡Yo no sé!", que decía César Vallejo) y, sin esperarlo, aparece un libro enviado por una amiga desde el otro lado del mundo, un libro que es como un abrazo, que es como un refugio, que es como un espejo.
Esto es lo que me ha pasado con Un hueco, un delicado y delicioso libro álbum escrito e ilustrado por Yael Frankel (una ilustradora que conozco y con la que he trabajado en alguna ocasión) y que ha publicado Calibroscopio. Un libro que me envió la querida Estrella Escriña para que pudiera cobijarme en él.
Un hueco habla de ese vacío que queda cuando tenemos que afrontar la pérdida de un ser querido, de alguien cercano. Habla de ese hueco que queda y también de cómo convivir con él y de cómo, ese hueco, pasa a ser parte de nosotros. Todo contado con una poética deslumbrante articulada a partir de un texto contenido cuyos significados se disparan a partir de unas ilustraciones deliciosas.
Tengo este libro a mano desde que llegó por correo y todos los días vuelvo a pasear por sus páginas. En verdad es un lugar hermoso donde cobijarse. Un maravilloso regalo. Gracias Yael, gracias Estrella.
Un libro que os recomiendo.
Saludos
PS. Otros libros de la pérdida: esta entrada en el blog. Otros títulos sueltos: Bolsillo, Jack y la Muerte y Para siempre. Y más títulos recomendados sobre este tema en esta entrada en el blog de mi mujer.
Un libro tan real, la sensación de no saber qué hacer cuando se fue alguien tan querido no tiene nombre, el literal, queda un HUECO que no se sabe cómo llenar. Sin embargo el tiempo nos va acompañando en este duro proceso y logramos llenar ese hueco con otras vivencias.
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