En estos días de viaje y cuento por la provincia de Huesca he tenido la oportunidad de tomar un café apresurado con Sandra Araguás, narradora oral, recopiladora y estudiosa del folclore, autora y editora de SinCabeza. Y durante ese café rápido pude ver sus últimos libros publicados, libros para los más pequeños, para la franja de edad 0-3 años.
Me alegra mucho que Sandra, gran conocedora del folclore y la tradición infantil, se haya animado a escribir y publicar libros para los más pequeños. Me parece que de unos años a esta parte, en el ámbito de este tipo de libros, hemos pasado de la publicación de autores extranjeros (y extraordinarios como Satoshi Kitamura, Lucy Cousin, Eric Carle, David McKee...) a la publicación de creadores propios y también extraordinarios. Posiblemente el punto de inflexión (en el que fuimos conscientes de que había grandes autores que sabían hacer libros maravillosos para 0-3 años) fue la publicación de los primeros títulos de la colección de "La cuna a la luna", en Kalandraka, de Antonio Rubio y Óscar Villán, aunque hubo otros tándem extraordinarios que también publicaron libritos en verdad deliciosos, como por ejemplo Daniel Nesquens y Elisa Arguilé.
Desde ese momento (desde el gran éxito de los libritos de Antonio y Óscar), se han ido publicando otros títulos muy interesantes y hay autoras y autores que escriben textos inteligentes, poderosos, ricos, y muy cercanos a los centros de interés de los más pequeños. De entre todos ellos quiero destacar el trabajo de Estrella Ortiz y Paloma Valdivia (aunque las propuestas que está publicando Estrella con la gente de Totopo Brown son completamente maravillosas).
Dicho todo esto volvamos a Sandra Araguás y a SinCabeza, y a sus dos libritos recién publicados: El granjero y La pirata, ambos con textos de Sandra y con ilustraciones de Vicky de Sus.
Echen un vistazo a estos textos y saboréenlos: son libritos con gran sabor a tradición oral, con textos pensados para ser cantados y contados, para ser compartidos y disfrutados, para ser jugados. Libros con mucha calidad, alimento del bueno para los más pequeños.
Las ilustraciones son también muy interesantes: limpias, coloridas, y muy atractivas y cercanas a los centros de interés de estos futuros lectores y lectoras.
Si tuviera que elegir uno creo que sería El granjero, me gusta mucho el juego que propone y pienso que sería muy sencillo hacer una buena propuesta para mi función con bebés. Pero teniendo la oportunidad de conseguir los dos, no lo duden, háganse con ambos.
Sí, creo que ha habido un largo camino desde aquellos primeros libros de Kitamura hasta estos libros que han llegado hoy de SinCabeza. Un camino muy laborioso pero que está dando ya muchos y muy buenos frutos.
Dos libros estupendos que recomiendo.
Saludos
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