El punto de partida de su incursión en la edición y los libros fue la creación de un sello editorial, Anaya, que será hoy el elemento común de todos los libros que recomendaré. Pero antes de ello os animo a que visitéis algunas páginas relacionadas con Germán Sánchez Ruipérez:
- La de la fundación que lleva su nombre: Fundación Germán Sánchez Ruipérez, empeñada en hacernos leer. Y en este enlace podéis ver las sedes y centros.
- La de SOL (Servicio de Orientación de Lectura), en la que esta fundación está también muy implicada.
- La Casa del Lector, su último proyecto, a punto de inaugurarse, en Madrid.
- Grupo Anaya.
Dentro de esta línea de LIJ se preocuparon por la publicación de textos de nuevos autores. Dos ejemplos muy significativos son los de Daniel Nesquens y Pablo Albo, que iniciaron sus andaduras literarias al calor de este sello editorial (y cada uno de una forma diferente).
Daniel Nesquens publicó su primer libro Diecisiete cuentos y dos pingüinos, con ilustraciones de Emilio Urberuaga, en Anaya. Casi podría decirse que pasó a ser un autor de la casa pues muchos de sus libros (hasta el día de hoy) han sido publicados por esta editorial.
Pablo Albo publicó también en Anaya su primer álbum titulado Mar de sábanas, con ilustraciones de Pablo Auladell. Esta publicación fue gracias al concurso que Anaya promovía junto a la ciudad de Alicante, concurso que pretendía promover el género del álbum ilustrado y descubrir a nuevos autores e ilustradores. El libro que presentaron Pablo Albo y Pablo Auladell ganó y éste fue el primero de una larga lista de maravillosos álbumes que los dos (juntos o con otros artistas) han ido dando a la imprenta.
Otra línea importante de trabajo ha sido la recuperación de títulos imprescindibles de LIJ que ya habían sido editados en España pero que se encontraban agotados. Hemos citado en muchas ocasiones títulos como Negros y blancos, de David McKee, o La aventura formidable de un hombrecillo indomable de Hans Traxler, o El oso que no lo era, de Frank Tashlin, o Los tres amigos, de Helme Heine... libros todos ellos maravillosos y cuya lectura es deliciosa, divertida, imprescindible, emocionante.
Para terminar, también se preocuparon desde Anaya por traer libros desconocidos hasta la fecha en España y que eran maravillosos. Un ejemplo bien significativo en este sentido es el libro de Jürg Schubiger, Cuando el mundo era joven todavía, con ilustraciones de Rotraut Susanne Berger, uno de los libros que más he leído y releído, una joya que os recomiendo encarecidamente. Un libro que corre de boca en boca entre cuentistas pues son muchos los narradores que cuentan cuentos de él (Oswaldo, Cristina Verbena, Estrella Ortiz...). En verdad un libro que no debéis perderos.
[AUDIO:] Aquí está el enlace con la grabación de mi intervención en el programa.
Espero que la entrada de hoy sirva como pequeño homenaje a un gran hombre preocupado por los libros y la lectura, y vaya con ello mi más sentido pésame a la familia.
Saludos
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