Por otro lado sucede que el Boletín de AEDA de julio (el número vigésimo primero ya) lo he coordinado yo, así que en una misma semana me he visto enredado en dos documentos bien interesantes (creo) para alimentar con más madera las calderas del ámbito de la narración oral.
Aquí tenéis los resultados:
Y por si esto fuera poco el lunes comienza la Escuela de verano de AEDA, una semana bien intensa y en muy buena compañía. No sé cómo tendré de atendido o desatendido este blog en estos días, espero que sabréis disculparme.
Saludos
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