lunes, 29 de noviembre de 2010

Taller de Pepito Mateo

Desde MANO (Asociación Madrileña de Narración Oral) me llega información de este interesantísimo taller impartido por Pepito Mateo, todo un lujo.

Saludos


Taller: EL NARRADOR Y SU ESPACIO IMAGINARIO Impartido por Pepito Mateo

DESTINATARIOS.

Narradores orales con experiencia. Se formará un grupo de 12-15 personas.

DURACIÓN.

13 horas.

FECHAS Y HORARIOS.

Sesión 1: Viernes, 17 de diciembre / de 18h. a 21h. Sesión 2: Sábado, 18 de diciembre / de 10h. a 14h. y de 16h. a 19h. Sesión 3: Domingo, 19 de diciembre / de 10h. a 13h.

LUGAR.

Sala Plopoint.

Cl. Ercilla, 29 (Renfe/Metro Embajadores.)

OBJETIVO.

Concebir la labor del narrador como una forma de escritura fundamentada tanto en la estructuración de imágenes como en la capacidad del narrador para establecer una relación de complicidad con el público.Se trata de potenciar el espacio imaginario del narrador (partiendo de materiales tan diversos como noticias, recuerdos, memoria colectiva, anécdotas...) y así “escribir nuestra oralidad”, ya sea para darle forma a una historia o a un espectáculo.

La primera etapa de la creación de un espectáculo consiste en buscar la “arquitectura del lenguaje” acorde con el proyecto que queremos estructurar y encontrar entonces la forma singular que requiere. También el narrador debe crearse condiciones o límites con el fin de estructura relatos, todo ello a partir de un entrenamiento que estimula nuestro mundo imaginario.

Viernes: lo dedicaremos a un calentamiento del “material del narrador” cuerpo, voz, espacio, relación de confianza, creación de imágenes. Trabajos en grupos de 3 personas.

Sábado: por la mañana se trabajará a partir de los recuerdos y como convertirlos en materia digna de narrar. Por la tarde se elaborará el punto de vista del “narrador-cineasta” a partir de un guión propuesto.

Domingo: cómo abordar la narración basada en sucesos a partir de parámetros impuestos con diálogo en medio de la narración. Intercambio final y más juegos.

METODOLOGÍA.

Ejercicios variados y colectivos de expresión del cuerpo/voz/espacio/relación, etc. Exploración sensorial y narración de tramas sencillas solo y a dúo.

MATRÍCULA.

Socios de MANO: 80 euros.

No socios de MANO: 100 euros.

INSCRIPCIÓN.

Para hacer la reserva de plaza hay que: 1. Enviar un correo electrónico antes del 12 de diciembre a

manoformacion@hotmail.com incluyendo los siguientes datos: - Nombre y apellidos / Teléfono de contacto / Mail.

2. Abonar al menos 30 euros (en concepto de reserva de plaza) al número de cuenta de Caja Madrid 2038 1194 61 6000281322 y enviar el comprobante del pago de la reserva al correo manoformacion@hotmail.com.

-Es necesario incluir en el concepto de la transferencia la descripción “Reserva de plaza para taller de Pepito Mateo” seguida del nombre del participante.

-El resto del importe puede ser pagado al inicio del curso. Organiza: MANO (Asociación Madrileña de Narración Oral)

Hoy en la SER

Hoy en la SER he hablado de un par de cómics (o novelas gráficas) y un libro de Antonio Rubio.
El primero se titula Maus, de Art Spiegelman, publicado por Reservoir Books, un cómic excepcional pues se trata del único caso del género que ha ganado el premio Pulitzer (1992), un libro apasionante en el que la historia de la relación entre un padre y un hijo se mezcla con la propia memoria del padre, superviviente de un Campo de Concentración nazi en la II Guerra Mundial. Un libro insólito que te atrapará desde la primera página. [Más sobre este libro].


Para continuar he recomendado otro libro increíble, Emigrantes, de Shaun Tan, en Barbara Fiore Editoria, uno de esos libros llenos de sutilezas, detalles, emociones e inteligencia, mucha inteligencia, para contar sin una palabra tanto como se cuenta. Habla sobre la experiencia de la emigración, el viaje hacia un lugar donde todo resulta extraño en busca de un futuro mejor. Uno de los mejores libros que he visto al respecto. [Más sobre este libro].


Para terminar hablé de 7 llaves de cuento, de Antonio Rubio, en Kalandraka, un libro maravilloso para madres, padres, profesoras, profesores y educadores en general, que trata de hacernos ver el valor de los cuentos de fórmula tradicionales, imprescindibles como alimento del alma de niños y niñas. Excelente. [Más sobre este libro aquí y sobre este autor aquí].


Saludos, buena semana y buen puente.

domingo, 28 de noviembre de 2010

Me aburro

El otro día iba a contar cuentos en una biblioteca y, casi antes de empezar, un niño dijo: me aburro. Me recordó a este artículo que escribí hace ya tiempo para el blog de ElDecano.es y que no me resisto a recuperar.
[lean la cita sobre el aburrimiento, de Juan Farias, en esta reseña que hice el otro día]


Permitan que me aburra

Escrito por: pepbruno - 24 Mayo 2009 (562 vistas)

Resulta cada vez más común encontrarse con niños que dicen esta frasecita de me aburro. Hay de hecho muchos niños que lo tienen como una muletilla, o como una frase de inicio de conversación, o de continuación de conversación, o de final de conversación. O como única frase de conversación. Me aburro, dicen, me aburro. Con un deje de exigencia: me aburro, haz algo para impedirlo.
Hay cada vez más niños que piensan que los adultos estamos ahí para hacer algo, lo que sea, para que no se aburran. Un niño dice
me aburro y tres adultos brincan a su alrededor para que eso no suceda. Me aburro: ¿quieres un helado, un juguete, otro juguete, un globo, quieres ir al cine, al teatro, quieres un juego nuevo de la play, quieres un perrito, quieres el disneychánel, quieres ir al circo, al zoo, al museo, qué quieres? Me aburro.
A mí me ha llegado a pasar que al ir a contar cuentos a un sitio y antes siquiera de decir buenas tardes he oído a un niño exigir:
me aburro. Un niño de hoy, es decir, uno de esos niños que tienen mil veces más cosas que ningún otro niño de ninguna otra generación... cuantas más cosas tienen, más parecen aburrirse.

Yo no termino de entender este asunto. Quizás es porque desde siempre he considerado que aburrirse es un priviliegio, un lujo. Sólo se aburre quien no tiene nada que hacer. ¡Y siempre hay tantas cosas que se pueden hacer! Incluso no hacer nada ya es hacer algo, algo útil, no vayan a pensar.
Aunque bien mirado, este
me aburro de nuestros niños no creo que tenga nada que ver con el verdadero aburrimiento. Quizás más bien quieran decir qué hastío, hazme caso, estoy aquí, hola soy tu hijo... quién sabe. Porque el buen aburrimiento, el de verdad, como dije antes, es un lujo. Una fiesta.
Oía el otro día por la radio que en algún lugar había un club del aburrimiento, es decir, un grupo de personas se reunía en un cuarto, sentados alrededor de una mesa, con una bombilla pelada colgando del techo, sin hablar (porque estaba prohibido charlar y entretenerse, obviamente), pasando un rato mirándose los caretos. Sin más. En verdad es un club que hace honor a su nombre.
Quizás no se trate exactamente de eso. Pero pensar que aburrirse es algo negativo me parece un error. Por ejemplo: aburrirse es parte imprescindible del trabajo creativo. Así me decía
Pablo Amargo, Premio Nacional de Ilustración, que él tenía que aburrirse mucho frente al papel en blanco hasta llegar a una buena propuesta.
Otro gran amigo del aburrimiento es
Winnie de Puh, no el ñoño, infantiloide y jibarizado Winnie de Disney, sino el Winnie originario, el que escribió Milne e ilustró Shepard (pueden encontrar una edición maravillosa en la editorial Valdemar). Este Winnie de Puh disfruta del aburrimiento para escribir versos, inventar canciones, pasear, soñar juegos, aventuras... Porque ¿no piensan que en realidad el aburrimiento es la antesala del juego?
Cuando era niño recuerdo que lo hermoso de las dilatadas tardes de verano era el lento transcurrir de la hora de la siesta, momento aburrido donde los hubiera, y en el que uno aprovechaba para pensar en todas las cosas que haría en cuanto pudiera salir a correr las calles y los campos, o para rumiar lo vivido en días pasados, o para soñar momentos felices.
Pero hoy parece que el miedo al aburrimiento se ha instaurado entre nosotros. Es como el miedo al silencio, o como el miedo a estar solo. Parece que el aburrimiento, el silencio, la soledad, son espacios en los que uno puede retratarse. Quizás sea ese el verdadero miedo: contemplarnos.

jueves, 25 de noviembre de 2010

Papá tatuado

Ya os comenté el domingo que acababa de leer Papá tatuado, el libro de Daniel Nesquens (texto) y Sergio Mora (ilustraciones) publicado en A buen paso.
En otras ocasiones he hablado de Nesquens (por ejemplo aquí), y no soy el único que lo hace (también aquí) por estos lugares. En verdad creo que es uno de nuestros mejores escritores, un autor hábil y ágil que todavía tiene muchas cosas que contar y contarnos. Pero vayamos con el libro.

Papá tatuado es un libro de cuentos e historias que nacen de los tatuajes del protagonista-narrador, el padre, un cuentista que es capaz de hechizar con sus palabras a un perro con un bebé en la boca y conseguir que lo suelte (cuento 6).
Se trata de un libro valiente, sin concesiones, enganchoso, escrito con un estilo fresco, como de isla recién descubierta, nueva, intensa, como de una tierra en la que somos los primeros en poner el pie.
Un libro donde la ñoñería y lo políticamente correcto son desterrados para recuperar el valor originario de las historias: emocionarnos, hacernos soñar, deslumbrarnos, hacernos tomar partidos, sentir.
Los textos, maravillosos, llenos de simbolismo, agrupan un poco de aventura, otro poco de amor, otro poco onírico... y tienen evocaciones de otros libros, de otras historias (desde las 1001 noches de Simbad hasta la farándula de Alicia).
Las historias están entreveradas y unas cierran otras. Las imágenes que sugieren los textos, en muchos casos, son contundentes, entran a saco ("Aquella noche llovió con la idea de que todos aprendiésemos a nadar"). Es mago Nesquens, un mago de la palabra.
Si los textos son especiales, las ilustraciones no les van a la zaga. Sergio Mora hace una apuesta estética atrevida y coherente, en la que hay línea de tatuaje (obviamente) pero también ecos del arte popular, colorista (a mí me ha recordado, en algunos momentos, a la estética del arte popular mexicano; pero yo sé poco de estas cosas).
También me ha parecido magia lo que hace Sergio Mora. Un mago de la ilustración.
En suma, un libro que no os dejará indiferentes y que soporta lecturas y relecturas (desde el domingo hasta hoy lo he leído un par de veces más). Os animo a que le echéis un vistazo, incluso a que lo leáis. Es más, a que lo disfrutéis, regaléis y recomendéis.
Como curiosidad última aquí os dejo un enlace de la presentación del libro en la librería Antígona, en Zaragoza, debieron pasarlo en grande...
Saludos

Por tierras de pan llevar

Una semana más, aquí estoy con mi ración de Juan Farias. Y sabéis que estoy empeñado en que se lea a este autor maravilloso y para demostrar mi interés estoy leyendo y releyendo todos los libros que tengo de él a mano.
Esta semana he leído Por tierras de pan llevar, publicado por ediciones Gaviota, y con ilustraciones de J. R. Alonso.
Una vez más, abrir un libro de Juan Farias y adentrarse en hermosos campos de ficción, son una misma cosa.
Este pequeño libro nos da noticia de una saga familiar, desde los abuelos hasta el nieto. Pero también nos cuenta una historia de superación, de lucha contra la miseria, contra la maledicencia, contra el destino que a veces parece estar escrito en las palmas de las manos.
El periodo de tiempo abarca la construcción y explotación del Canal de Castilla, una de las obras civiles de ingeniería más importantes de la España Ilustrada. Este canal tardó unos cien años en ser construido, y luego su explotación (rentable) duró poco tiempo: hasta que el tren llegó por sus fueros. [Más sobre el Canal de Castilla].
Una historia de tres generaciones golpeadas por la miseria pero que paso a paso, con paciencia y afán, logran medrar.
Parece asombroso cómo en tan pocas páginas el autor es capaz de contar tanto, cómo es posible meter tal cantidad de personajes (llenos de matices) y cómo consigue contar una historia tan rica con tanta economía de recursos.
Uno no deja de agradecer a los dioses que nos parieran un autor como éste, magistral en su prosa y en el manejo de las emociones. Un regalo para el ojo y para el alma.
No me resisto a poner una cita de la magia de las palabras:

"Ismael estaba enfadado. El Canal era un sitio mágico cuando se lo contaban, pero, al ser viajero, sólo era largo, interminable, un día y otro día, un montón de tiempo..." (p. 55)

Hay que leer a Juan Farias.
Saludos

miércoles, 24 de noviembre de 2010

Don Quijote de la Mancha

Guadalupe, bibliotecaria de Villanueva de Alcardete, me envía este enlace maravilloso en el que puedes leer el Quijote y encontrar mucha información: sobre la época, sobre el libro, sus ediciones, imágenes, con música de la época, etc.
Una verdadera joya. Una presentación exquisita.
Puedes leer el libro en castellano antiguo o, pulsando en la T, en versión actual.
Que lo disfrutéis.
Saludos

martes, 23 de noviembre de 2010

De la memoria

[texto recuperado de mi antiguo blog de ElDecano.es]

De la memoria

Escrito por: pepbruno - 14 Noviembre 2009 (391 vistas)

No está de moda la memoria en las aulas, ya no se lleva. No parece que interese ya la retahíla de cabos y golfos, de ríos y cordilleras, ni tampoco la lista de los reyes Godos. Es más, no es que no se lleve, es que hemos dado un giro completo y como si de un péndulo se tratara nos hemos ido al otro extremo.
Hoy lo que se busca no es el recitado de los loros, sino la imaginación y la creatividad, el hallazgo espontáneo. Pero algo falla.
La memoria está denostada. Interesan más otro tipo de saberes y procesos, en la escuela y fuera de ella. De hecho la memoria está mal vista también fuera de las aulas. Se pide el olvido, pasar página, tapar con la tierra del tiempo los exangües recuerdos que todavía titilan en la noche del pasado.
La memoria va siendo olvidada.

Sin embargo algo falla.
Releía el otro día un interesante libro de
Anthony Percival, Escritores ante el espejo (ed. Lumen); se trata de una colección de treinta y tantos textos de escritores y escritoras que reflexionan sobre su proceso creativo. Y prácticamente todos ellos coinciden en que la materia de su creación se nutre de la dialéctica entre la memoria y la invención (p. 346), porque para inventar hace falta tener un suelo sobre el que sostenerse y materia con la que armar el invento, y para eso está la memoria. Sin la memoria no hay nada sobre lo que edificar.
Los niños creativos de nuestras escuelas carecen, en muchos casos (en otros muchos afortunadamente no) de esa memoria: nadie les ha animado a cultivarla, a aprender poesías, retahílas, canciones; no han visto modelos cercanos que la ejerciten (madres, padres, abuelos, maestras...); no es una preocupación ni habitual ni puntual que la memoria del niño esté bien alimentada y cuidada. La pobre memoria se va desmemoriando, y así sucede que esos niños no son tanto creativos como impulsivos.
Este proceso se vive también en la sociedad: la memoria no tiene sentido, es mejor olvidar, que las olas del tiempo acaben por inundar los hechos y todo quede sumergido en el mar del olvido. Sin embargo cuesta tanto consensuar el olvido, sobre todo ese olvido que quiere ser ahogado, porque siempre hay algún recuerdo náufrago que se aferra y se aferra y se aferra a la vida.
Es interesante esta relación entre memoria y olvido. Hay un narrador maravilloso,
Nicolás Buenaventura Vidal, colombiano afincado en París, que afirma que sólo cuando ha olvidado un cuento es cuando siente que puede contarlo. Pero ese proceso de olvido es justamente lo contrario a lo que se pretende con esta nuestra memoria histórica. Nicolás repite una y otra vez los textos que quiere olvidar, continuamente, hasta que las palabras pierden los límites y el sentido, y las ideas desdibujadas de su ropaje de palabras se ajustan a su boca. Puede contar Nicolás un cuento cuando ya no tiene que pensar en cómo contarlo, cuando ya ha olvidado la siguiente palabra que tiene que decir porque esa palabra habita ya en su lengua.
Ese olvido que nace de la memoria, que es pura memoria, es el único olvido que deberíamos consentir. Y mientras tanto, en las aulas, en la historia, en la vida, tratemos de rehabilitar la memoria. La memoria. Lo que hemos sido, somos y seremos: la memoria.

Contar tres horas

El pasado sábado, por la mañana, estuve en Zaragoza en una presentación de Palabras del Candil. Por la tarde fui a Nuez de Ebro a contar, primero para jóvenes y luego para adultos. Las sesiones fueron muy agradables y creo que lo pasamos bastante bien.
Ahora, de camino a casa estuve pensando y me di cuenta de que había estado contando algo más de tres horas sin desmayo, con un ánimo insólito, sin apenas cansancio... Le di bastantes vueltas al asunto buscando, sobre todo, el porqué de tan incontenible energía oral.
Hoy me ha llegado un correo de Sandra Araguás con un par de fotos que resuelven el misterio: Ana, la bibliotecaria, me había llevado unas exquisitas croquetas caseras para reponer fuerzas entre una sesión y otra.


El secreto, no me cabe la menor duda, estaba en las croquetas.
Saludos

lunes, 22 de noviembre de 2010

Hoy en la SER

Un lunes más me pasé por la SER para hablar de libros y cuentos.
Hoy estuve recomendando los libros de Daniel Nesquens, un autor excepcional dentro del panorama de la literatura española (iba a decir juvenil e infantil, pero es que sus libros son una maravillosa lectura también para adultos) [Nesquens en la wipidedia].


De Nesques recomendé los cinco libritos de Marcos Mostaza, con ilustraciones de Claudia Ranucci, en Anaya, una colección maravillosa cuyo protagonista es un niño al que le pasan cosas muy divertidas (y la forma en que están contadas las hace todavía más divertidas): si te gustaron las aventuras del pequeño Nicolás o Manolito Gafotas, ni lo dudes, estos son tus libros. Si no has leído nada de este autor, también lo son. En fin, que me gusta mucho cómo escribe (y parece ser que no soy el único que lo ha recomendado, ni esta la primera vez que lo hago).
También cité otros libros de este autor: Hasta (casi) 100 bichos y Mi familia, los dos con ilustraciones de Elisa Arguilé (el último se llevó el Premio Nacional de Ilustración, de hecho); y Días de clase y 17 cuentos y dos pingüinos, los dos con ilustraciones de Emilio Urberuaga. Todos están en Anaya. [Los 100 bichos recomendado hace años]
Lo último que he leído de Nesquens, ayer mismo, se titula Papá tatuado, un libro extraordinario con ilustraciones de Sergio Mora, publicado en A buen paso. Espero comentarlo con más detalle esta misma semana en este blog.


Después de hablar de Nesquens os he contado un cuentecito del libro De la chaminera al tejao, una antología de cuentos folklóricos aragoneses realizada por Carlos González Sanz y que hemos publicado en Palabras del Candil, un libro (en dos volúmenes) lleno de cuentos estupendos.

Saludos

viernes, 19 de noviembre de 2010

El barranco

Acabo de leer El barranco, texto de Grassa Toro e ilustraciones de Diego Fermín, en Thule.
Se trata de un libro que en principio puede parecer desasosegante pero que, tras una segunda, tercera lectura, gana en calma y no pierde en interés.
Cuenta la historia de cuatro niños que realizan un viaje en busca de un quinto.
La Muerte, como tema (y hasta como personaje), está presente en todo el libro. Hay también referencias a otros libros (incluso Las coplas por la muerte de su padre, de Jorge Manrique) y a temas clásicos como el viaje al Hades.
La historia es inquietante y llena de matices, detalles, pequeños sucesos, gestos y elementos simbólicos: descalzarse y abandonar los zapatos, cruzar el río, las xerófilas. Un viaje extraño que es lo que la vida es, un viaje extraño.
Es muy interesante la relación entre texto e ilustración, el paso de las ilustraciones primeras, más claras, a la oscuridad posterior. Igual que es interesante la extraña forma del libro: es un barranco, un lugar por el que caer. Como la vida.


Este autor ya había tocado el tema de la muerte en Una casa para el abuelo, en Sins Entido, en aquella ocasión con ilustraciones de Isidro Ferrer (quien recibió el Premio Nacional por ellas) (¿quizás por ello Isidro es el nombre de uno de los personajes de El barranco?).
Es un libro muy interesante, para leer y releer y saborear detalles en cada página ("cuanto más lloramos, menos miedo tenemos").
Saludos

jueves, 18 de noviembre de 2010

Gianni Rodari

No quiero terminar el año sin recordar a Gianni Rodari, maestro de maestros, fantástico agitador, descubridor de tierras imaginarias y binomios insólitos. Este año se cumplen treinta de su muerte y SOL ha publicado un boletín completísimo con su bibliografía, comentada y recomendada por edades.
Rodari, un clásico contemporáneo de la literatura infantil y juvenil (imprescindibles Cuentos por teléfono, Cuentos para jugar y Cuentos escritos a máquina) y sobre todo un explorador único, descubridor de la topografía de las tierras de fantasía, de caminos, grutas y veredas, de lagos y montes, volcanes y valles. Un mago de la palabra y un referente siempre presente en la estantería, la cabeza y el corazón de maestros, padres, educadores y curiosos ávidos por adentrarse en la fabulosa tierra de lo imposible posible con su guía de viaje Gramática de la fantasía.
Gianni Rodari, un autor al que nunca terminaremos de agradecer su osadía: ponernos las orejas verdes.


Más sobre Rodari en este completo artículo de Imaginaria. [Patética la wikipedia al respecto]

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Raquel Marín

Algún día tendré que hablar aquí algo más largo sobre Raquel Marín, ilustradora y amiga con la que he trabajado en proyectos diversos aunque, casualidades de la vida, todavía no hemos publicado ningún álbum juntos.
El caso es que la revista Kireei, dedicada (no te lo pierdas) a cosas bellas, ha hecho un reportaje sobre Raquel y sus ilustraciones. No es extraño que una revista dedicada a cosas bellas hable de las ilustraciones de Raquel.

Si no habéis visto nada sobre esta ilustradora os animo a que echéis un vistazo a su blog, maravilloso. También podéis ver su cuaderno de bocetos.
Y obviamente, aquí, la revista (el reportaje empieza en la página 57)
Saludos y que lo disfrutéis.

lunes, 15 de noviembre de 2010

Artistas muertos fracasados

Envía Carles Cano a la lista de narrantes un enlace con la web de artistasmuertosfracasados, un proyecto interesante y muy divertido vinculado a una exposición homónima que se inauguró el pasado viernes 12 en el Sporting Club Russafa, (C/Sevilla, 5, en Valencia) y que se puede visitar hasta el viernes 3 de diciembre.


No dejéis de echar un vistazo a la web.
Y si podéis, no dejéis de ir a la exposición, tiene una pinta estupenda.
Saludos

Hoy en la SER

Hoy en la SER he hablado de Reiner Zimnik, un autor-ilustrador maravilloso (del que puedes ver más información en esta entrada) y he recomendado su libro El pequeño tigre rugidor, en ed. Kalandraka.

Ayer mi hijo recomendó otro libro de Zimnik: Jonás el pescador, una delicia también (puedes verlo aquí).
Y después he leído un cuento del libro Cosas que pasan, que acabamos de publicar en Palabras del Candil y que tiene una selección de 54 cuentos de entre todos los que he escrito para El Decano durante 17 años (un cuento por semana, da para tener unos cuantos).


Sobre el libro, aquí. Cosas que pasan en Facebook, aquí. Y si quieres volver a leer el cuento de la radio, aquí.
Que paséis una buena semana.

domingo, 14 de noviembre de 2010

Saki

Un 14 de noviembre, tal día como hoy, pero de 1916, murió Hector Hugh Munro, más conocido como Saki, exquisito escritor de cuentos.
De este autor ya reseñé aquí un cuento maravilloso El contador de historias, que vuelvo a recomendar encarecidamente.


Y hoy, para recordar a Saki, os animo a que echéis un vistazo a cualquiera de sus colecciones de cuentos, por ejemplo la que tiene en la editorial Valdemar: Crónicas de Clovis (en colección Avatares) o Los juguetes de la paz y La cuadratura del huevo (en colección El Club Diógenes, más barata). También hay una buena recopilación de sus mejores cuentos en la editorial Anagrama, Cuentos de humor y horror, en la colección de Compactos (también económica).
Que lo disfrutéis, y no dejéis de leer "Tobermory", bueno, es un botón de muestra, tiene muchos cuentos excelentes.
Saludos

sábado, 13 de noviembre de 2010

Los caminos de la Luna

Acabo de terminar de leer Los caminos de la Luna, otro maravilloso libro de Juan Farias, en Anaya.
Ya sabéis que estoy empeñado en leer y releer todos los libros que tengo de Juan Farias, porque es un escritor excelente, uno de los mejores escritores que tenemos. Así que prácticamente voy a uno o dos por semana, entre otras cosas que voy leyendo y haciendo.
El libro de hoy, Los caminos de la Luna, es uno de los bocados más deliciosos que me he echado al alma en estos meses. Un libro en el que un abuelo va contando a su nieta recuerdos de su infancia, pero armado de forma magistral, lleno de silencios, blancos, atardeceres y rumor de mar.


No quiero abundar en lo que ya he dicho en otras ocasiones: estilo impecable, personajes admirables, la gran aventura de lo cotidiano... en suma, un libro deslumbrante.
Contaré entonces lo que diferencia a este libro de otros que haya leído.
Este libro tiene algo de memoria y de legado: un listado de libros que a Juan Farias le gustan mucho. Eso sí, no se trata de un listado al uso, sino de citas y contextos insertos en la novela con una llamada al final del libro donde se explica el origen de tal cita o de cual personaje. Los libros recomendados están comentados con amor y magisterio por el autor.
Este libro se convierte así en muchos libros, una puerta a otros libros que son puertas también. Un punto de partida para un viaje infinito. Un regalo enorme.
Y este libro, como en muchos otros libros de Juan Farias, habla de amor; sí, es un canto maravilloso al amor.
No me resisto a dejaros un par de citas que me han gustado (podría poner cien más...):

"Siempre quise aburrirme y nunca pude.
A un amigo mío, a Nano, el hijo del notario Antón, siempre le era de lo más fácil.
Sólo con decir:
-Me aburro.
Ya se le ponía cara de asco.
Yo decía:
-Me aburro.
Y no funcionaba." (p.11)

"Créeme, si no hay amor, no hay hombre." (p. 92)

Me ha gustado muchísimo también la nota autobiográfica que escribe Juan Farias al final del libro (pp. 113-114), una exquisitez.
Y una nota más hecha al hilo de La vuelta al mundo en ochenta días:
"En fin, así es la vida. Unos quieren vivir las aventuras por vivirlas y otros sólo por contarlas. " (p. 99)

viernes, 12 de noviembre de 2010

Del feisbuc (o facebook)

Ya teníamos una web de Palabras del Candil en Facebook. Ahora abrimos también en esa red otra puerta: una nueva propuesta lúdica. Hemos creado un perfil en Facebook del libro Cosas que pasan, para jugar. Vamos a intentar que toda aquella persona que lo haya comprado, leído, prestado, encontrado... pueda dejar huella gráfica o escrita de su paso por ese texto.
Es un juego, intentaremos que sea divertido. Y sobre todo que resulte atractivo y dé mayor difusión al libro: ojalá llegue a más lectores y lectoras.


Veamos qué pasa.
Saludos

jueves, 11 de noviembre de 2010

Deliciosa Palabra de cuentero

Ayer estuve en la Casa de América de Barcelona presentando, junto con Ignasi Potrony y Nicolás Buenaventura Vidal, el libro Palabra de cuentero. Vinieron muchos amigos y amigas, muchos compañeros de palabra dicha y enamorados de los cuentos. Ayer fue una fiesta, una fiesta de la que no podré marcharme en mucho tiempo.
Tienes más información en el blog de Palabras del Candil.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Desde el corazón de la manzana

Acabo de terminar de leer Desde el corazón de la manzana, otro libro increíble de Juan Farias, en Edelvives.
Estoy empeñado en leer y recomendar y difundir todo lo que sea posible la obra de Juan Farias (puedes ver aquí mi afán), y voy dando ejemplo (y estoy disfrutando mucho con ello).
Decía que acabo de terminar este libro delicioso de Juan Farias, un libro que es una colección de textos escritos por un niño a lo largo de un verano. Un mosaico delicioso formado por pequeñas teselas que, todas juntas y cada una de ellas por separado, son exquisitas.
Farias obliga al lector a armar las historias, a imaginar mucho que no queda escrito. Es casi tan importante lo que cuenta como lo que no cuenta. Farias hace inteligentes a los lectores (y acaso también haga lectores inteligentes).



Su prosa delicada, precisa, limpia, tan personal es una fiesta en cada línea.
Los personajes resultan entrañables y cercanos (maravillosa Prudencia), y las historias son sencillas y hondas, permitiendo niveles distintos de lectura e interpretación (pienso, por ejemplo, en don Venancio, el alcalde).
En verdad un libro exquisito, un festín para los ojos, el corazón y el espíritu.
No quiero terminar sin poner una cita que me encantó, en la que habla, en fin, de esta cosa que ahora llaman la comunidad educativa...

"En mi pueblo se aprende de todos y de vivir.
Sé muchas cosas y algunas merecen la pena.
Por el color del aire sé si va a llover.
Por el sabor de las manzanas sé si empieza el otoño.
Si el maestro te enseña que cuatro más tres son siete, el cabrero te enseña a ordeñar cabras y el leñador, a montar en burra y que la burra tire para delante.
Lo de la burra tiene truco. O sabes hacerlo, o no anda ni aunque medie san Cirilo." (pp. 34-35)

Hay que leer a Juan Farias.
Saludos

martes, 9 de noviembre de 2010

El Goncourt para Houellebecq

El autor Michel Houellebecq, varias veces citado en este blog [aquí, aquí y aquí] (y con libros recomendados por el goliardo, aquí y aquí), acaba de recibir el prestigioso premio Goncourt.


Saludos

Arte y álbum ilustrado en Alicante

Los amigos de A mano cultura han preparado para la el III Salón del Libro Infantil Ilustrado Ciudad de Alicante una hermosa exposición sobre arte y álbumes ilustrados.
Sobre la exposición puedes ver este completo enlace. Y también esta galería de imágenes (¡qué buenísima pinta tiene!)


Se puede visitar en el Centro Cultural Las Cigarreras (Alicante) hasta el 23 de enero.
Saludos

lunes, 8 de noviembre de 2010

Hoy en la SER

Hoy en la SER hemos estado hablando de un par de libros recientemente comentados en este blog, a saber: Lo que sabía mi loro, de José Moreno Villa (enlace completo aquí) y El hombre sin ayer, de Víctor González (enlace completo aquí).

Espero que os hayan gustado los textos seleccionados.
Saludos

domingo, 7 de noviembre de 2010

El hombre sin ayer (cuentos de hoy y de mañana)

Acabo de terminar de leer El hombre sin ayer (cuentos de hoy y de mañana), de Víctor González, en editorial Anaya, con ilustraciones de Sean Mackaoui.
De este autor ya he hablado en otra ocasión comentando su libro El río que se secaba los jueves (y otros cuentos imposibles), y leer esta reseña será un poco como leer aquella, pues El hombre sin ayer es más de lo mismo: cuentos ingeniosos, deslumbrantes, aparentemente sencillos, burbujeantes y muchos de ellos, imprescindibles.
Hacer más de lo mismo cuando lo mismo es admirable, resulta harto difícil, pero Víctor González ha sido capaz de reunir de nuevo una colección de cuentos excelentes, muchos de ellos verdaderas piezas de orfebrería que, además de su magisterio formal, despliegan múltiples planos posibles de juego, interpretación y lectura.
Sucede también que al tratarse de una colección de cuentos la variedad de frutos para degustar es grande y uno puede saborear con mayor placer unos u otros cuentos, esta es una gran virtud de los libros de cuentos: el amplio colorido que puede uno encontrar en su paleta.


De entre todos los textos que recoge el libro hay algunos que me han gustado muchísimo. Por ejemplo:
El cuento que da título al libro (p. 64) bien podría haber sido escrito por el mejor Quim Monzó, o por el enormísimo Gómez de la Serna; es en verdad un cuento maravilloso y una metáfora de los días. Igual que sucede con otro cuento deslumbrante titulado "Lágrimas" (p. 52), que a partir de un motivo clásico de algunos cuentos tradicionales es capaz de contar una historia trágica aparentemente absurda. Y retomando este hilo de la tradición: en muchos de los cuentos hay motivos y estructuras de cuentos clásicos, generalmente revisados, actualizados, extrañados, dando pie a nuevas posibilidades creativas, como sucede con "Los tres cofres" (p. 144), o yendo más allá (como proponía Gianni Rodari en su imprescindible Gramática de la fantasía), como sucede con "El flautista de Hamelín" (p. 88)
El surrealismo y el non-sense también entran en el juego de estos cuentos, como sucede con "Un bosque distinto", un cuento maravilloso, en verdad maravilloso; o "Quinientas almas" (p. 62), un texto con una hondura y una sencillez admirables.
Caben en este libro también los cuentos con mucha poesía, mucha, como sucede en "El horizonte" (p. 157), parece mentira tanto cuanto cabe en tan pocas palabras.
Y dos constantes en todo el libro: el ingenio y el humor, mucho humor, continuamente, el humor traspasa el libro desde la primera a la última página, valga como muestra el cuento titulado "Un sapo" (p.149).
Antes de terminar esta reseña comentar un par de cosas.
El libro incluye un prólogo escrito por Daniel Nesquens (premonitoria la relación que sugerí entre estos dos autores en la reseña del libro El río que se secaba los jueves). Las ilustraciones de Mackaoui son, quizás, lo que menos me ha interesado del libro.
Enlaces:
El enlace del libro en Anaya, donde puedes leer las primeras páginas, ver más información sobre el libro, el autor, el ilustrador, una guía de lectura, etc.
En suma, este libro nos ofrece una lectura entretenida, divertida, sorprendente, inteligente y, en muchos casos, deslumbrante. Es por tanto un libro que os recomiendo encarecidamente.
Saludos

viernes, 5 de noviembre de 2010

Cosas que pasan

Cosas que pasan es una colección de 54 cuentos para adultos que he escrito en los últimos años y que ha publicado Palabras del Candil. No son textos muy largos, de apenas un par de hojas cada uno (alguno un pelín más largo), que pretenden mostrar lo raro de lo cotidiano, lo asombroso que es el día a día.


Creo que el libro ha quedado muy bien, aunque eso tienes que decidirlo tú: yo ya he hecho mi parte, ahora el libro se tiene que defender solo, te está esperando.
Por cierto, tiene una maravillosa ilustración de cubierta de Pablo Amargo.
Puedes más información del libro aquí (incluye un cuento) y aquí (otro cuento más).
Que lo disfrutéis.
Saludos

Una entrevista en C19

El pasado martes me hicieron una entrevista en Canal19, televisión local de Guadalajara.
Estuve hablando sobre La familia C, sobre el proceso de creación del álbum ilustrado, sobre Cosas que pasan (el nuevo libro de cuentos para adultos) y sobre la editorial Palabras del Candil.
No he conseguido enlazarlo directamente, así pues, para verlo, tienes que hacer lo siguiente:
Entra en la web de Canal19, pinchas en INICIO, luego en la pestaña de MAGAZINE, busca el programa del pasado martes, el bloque en el que salgo es "(2-11-2010) parte 4".
Es muy fácil de localizar.
Espero que te resulte interesante.
Saludos

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Un interesante anuncio

Aquí debajo os inserto este anuncio que me ha hecho llegar Chus.
Aunque no dice nada que no supiéramos antes, resulta esclarecedor (y estremecedor) verlo de esta manera.
[El enlace directo, por si no se ve la pantalla completa en el blog, es éste.]
Saludos


martes, 2 de noviembre de 2010

José Moreno Villa

Estoy leyendo La noche de los tiempos, de Antonio Muñoz Molina, uno de mis autores de cabecera. Llevaré como un tercio del libro y lo estoy disfrutando mucho: qué gusto leer la prosa plena, rica y admirable de este escritor.
Pero no es la intención del presente post hablar de este libro ni de Muñoz Molina, sino hablar de José Moreno Villa. Porque sucede que en La noche de los tiempos aparece Moreno Villa como personaje.



Me ha interesado mucho la descripción del Moreno Villa archivero y bibliotecario de la Residencia de Estudiantes en los años previos a la Guerra Civil (la verdad es que Muñoz Molina entra hasta lo hondo del alma de los personajes) y me ha sorprendido la relación que tenía con la generación del 27 y con otras personalidades notables de la época (en la foto de aquí abajo: Dalí, Moreno Villa, Buñuel, Lorca y Antonio Rubio).


Pero vayamos al grano.
Con el estallido de la Guerra Civil tuvo que exiliarse a México, de donde no regresó. Fue allí donde se casó y tuvo un hijo (1944), y parece ser que es para este hijo para quien escribió el libro que hoy traigo aquí: Lo que sabía mi loro, ed. Compañía Literaria.
Este libro es una colección de textos folklóricos infantiles recogidos e ilustrados por el mismo Moreno Villa: pareciera que el autor quisiera legar a su hijo la memoria de la tradición, de la palabra y el juego de los niños que corrían por las calles de su patria. Quiso preservar la voz, la Voz, y regalársela a su hijo.


Del libro había oído hablar (y no poco) a Federico Martín Nebras y a Rodorín, quienes no dejan de recomendarlo, así que en cuanto pude me hice con él y lo leí del tirón. Y ahora, leyendo a Muñoz Molina me doy cuenta de que yo no había hablado de él. Así pues vaya aquí esta recomendación de un libro raro, hermoso y muy interesante, lleno de sabiduría popular, de canciones, retahílas, juegos, adivinanzas, cuentos, poemas, trabalenguas, refranes, aleluyas... José Moreno Villa, Lo que sabía mi loro, ed. Compañía Literaria.
Y como muestra, esta retahíla bien conocida:

Una hora duerme el gallo,
dos, el caballo,
tres, el santo,
cuatro, el que no es tanto,
cinco, el capuchino,
seis, el beduino,
siete, el estudiante,
ocho, el caminante,
nueve, el herrero,
diez, el majadero,
once el muchacho,
y doce el borracho.

Más sobre Moreno Villa en la wikipedia.
Algunos de sus poemas y fotos en la web de poetasandaluces.com.
Existe un libro bastante fácil de conseguir con poemas de este autor: José Moreno Villa, Antología poética, edición, introducción y selección de Rosa Romojaro, Biblioteca de la Cultura Andaluza (a mí me gusta menos que el que recomiendo en el post, pero ahí queda la referencia).
Que lo disfrutéis.