La experiencia está resultando muy interesante y ha sido un placer volver a trabajar propuestas de ludolingüística con chavales de secundaria, prácticamente desde que terminó el taller de Yunquera de Henares (tres años felices con más de veinte chavales) no había vuelto a dedicar tanto tiempo a la escritura creativa con jóvenes. Sí lo he trabajado con profesorado en estos años, pero es distinto: no hay nada como el trato directo con los chavales.
Algunos de estos talleres son en horario escolar y, por lo tanto, los alumnos son público "cautivo"; en estos casos es necesario ganárselos con algo más de empeño (estos retos siempre son bienvenidos). Otros talleres se desarrollan por la tarde en horario extraescolar y los alumnos que asisten ya vienen bien interesados.
Los talleres duran entre dos y tres horas (dependiendo de si se desdobla o no el grupo), por lo tanto son largos y es también un reto conseguir que los chavales mantengan el interés y participen de manera activa todo el tiempo. Hay momentos para mostrar libros curiosos que nos sirven de modelos para las diferentes propuestas, momentos para escribir y momentos para conversar.
También ha supuesto un pequeño reto elaborar una serie de propuestas de interés para los chavales y que puedan ajustarse al objetivo propuesto: escribir el cambio. Pero de eso quizás os hable en otro post.
Por último incidir en que la colaboración de institutos y bibliotecas está siendo estupenda (gracias María, José Manuel, Melque, David, Hortensia, Ramona, Susana, Eva, Mar...), todo son facilidades. Gracias a todos y todas. Y gracias a Araceli y el resto de gente de DiDeSUR por pensar en mí para este proyecto.
Saludos
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