La propuesta consiste básicamente en lo siguiente: un viernes y un sábado al mes hay un narrador profesional que va a contar cuentos (para adultos el viernes y para público infantil y familiar el sábado). Estas dos funciones tienen unos cachés garantizados (que cubren las librerías) que se pueden incrementar en función de la asistencia del público. No son matemáticas exactas, al menos no en la función infantil, porque allí se hace a taquilla inversa (la gente paga lo que considera una vez ha visto el espectáculo), pero, por lo que sé, los tres narradores que hemos ido hasta el momento hemos cobrado más de lo previsto inicialmente. Alrededor de estas dos actividades con caché garantizado hay alguna propuesta más, os cuento.
El viernes por la mañana hay un encuentro con algún grupo de chavales del instituto que está junto al MataderoLab. Yo pasé unos cincuenta minutos hablando con ellos sobre cuentos tradicionales, narración oral, la memoria del narrador, etc. Fue estupendo, la verdad, y es también una forma de ir haciendo público (de hecho algunos de los chavales de esa clase vinieron luego por la noche al espectáculo de cuentos).
Charlando en el instituto
El viernes por la tarde, en una de las librerías del circuito, está también la posibilidad de dar una pequeña charla o minicurso sobre algún tema relacionado con los cuentos contados, los libros álbum, la animación a la lectura, etc. Esta actividad también ayuda a que el viaje pueda resultar más rentable.
Marta Marco impartiendo su curso
Por la noche, como os dije, se cuenta para público adulto (es el teatro del MataderoLab, aquí no se aprecia bien, pero en la foto de la función infantil lo vais a ver mejor).
Contando para adultos
Y el sábado por la mañana, último espectáculo, la sesión infantil y familiar (con taquilla inversa, recordad).
Pablo Albo contando para público familiar
Una vez más (como dije aquí y aquí) creo que es importante cuidar estas iniciativas, mimar estas propuestas de calidad en las que tiene cabida la palabra dicha. Es bueno que lo público atienda a los cuentos contados, sí, bueno y necesario, pero es también muy bueno que la iniciativa privada encuentre el modo de organizarse y articular espacios de calidad para la narración oral y que logren atraer a públicos diversos interesados en los cuentos contados. Por eso, insisto, si viven en Toledo o cerca vayan a escuchar cuentos, cuiden esta hermosa e inteligente propuesta. Vayan y disfruten.
Saludos cordiales
No hay comentarios:
Publicar un comentario