lunes, 30 de mayo de 2011

La piedra de la paciencia

Acabo de terminar de leer La piedra de la paciencia, de Atiq Fahimi, en Punto de lectura (ed. de bolsillo). El libro obtuvo el Premio Goncourt.
Me llegó una recomendación a través de la web (no recuerdo el nombre, disculpas) hablándome de este libro y animándome a leerlo. También Mariaje, mi mujer, que lo había leído en francés, me lo recomendó. Así pues en estos días me puse con ello.


La verdad es que el libro no me ha enganchado, o, por decirlo de otra manera: me ha interesado a ratos, ha habido pasajes que he leído con más gusto y otros pasajes que he leído más desganado. Quizás porque el libro no ha dejado de recordarme otros libros que leí no hace mucho y han dejado un recuerdo imborrable, por ejemplo, el pasado verano devoré Mil soles espléndidos, de Khaled Hosseini. También me ha parecido un librito escrito como un (casi) monólogo teatral, una especie de Cinco horas con Mario (del maestro Delibes) pero en una situación actual y extrema.
Todo esto no es óbice para que el libro me gustara o no, pero la verdad es que no terminaba de engancharme la historia y, sobre todo, el final me ha matado, no me gustó nada de nada.
Hay, como os dije, momentos que me interesaron más (cuando habla de su suegro, cuando se hace pasar por prostituta, algunos pasajes que nos muestran el terror de la guerra, cuando aparecen los cuentos...). Pero no va a ser uno de esos libros que preservaré de modo indeleble en mi recuerdo.
Por cierto, alguna cita sobre contar:

"Tu respiración pende del relato de mis secretos" (p. 61) [Una hermosa manera de hablar de esos oyentes profesionales con los que a veces te topas en una sesión de cuentos. También una hermosa forma de explicar la íntima relación entre narrador y público. Y, por último, una manera de vincular voz a aliento... Una pequeña cita llena de posibilidades.]

"Ella les cuenta muchísimas historias... como hacía antes. Yo también crecí con sus historias." (p. 75)

"La otra noche ella quería contarles una historia muy especial (...) un cuento muy turbador. Cruel. Pero ¡tiene poderes mágicos! (...) Sea lo que sea, al principio nuestra abuela nos ponía sobre aviso, diciéndonos que su historia era un cuento mágico, que podría traernos buena suerte o desgracias a nuestra vida real. esta advertencia nos daba miedo, pero al mismo tiempo nos excitaba." (p. 75) [sobre el poder de los cuentos... todos tienen magia y nos tocan por dentro -y eso se refleja en nuestra vida, obviamente]

En fin, como conclusión deciros que es un libro con bastantes buenas críticas y que os animo a que le echéis un vistazo para ver si a vosotros os toca.
Saludos

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