Acabo de terminar de leer Tocar los libros, de Jesús Marchamalo, en ed. Fórcola (el prólogo es de Luis Mateo Díez).
Este texto fue inicialmente una conferencia que, tras diversos avatares en estos últimos años, acaba por publicarse (por tercera vez y en una tercera editorial distinta) en Fórcola.
Se trata de un libro para glotones, para librófagos, para adoradores-de-baldas-a-rebosar y de minimalistas del libro. Es un texto en el que se nos cuentan los avatares diversos de esos seres notables, los libros, invasores e invasivos, y de su relación con los seres humanos, especialmente con los seres humanos-muy-vinculados-al-libro (por coleccionarlos, por leerlos, por escribirlos...).
Es un libro lleno de curiosidades, de humor, con muchas buenas frases para saborear (y rumiar, y masticar y conservar...). Una delicia, una curiosidad, un manjar delicado y sabroso.
Escogí una de las citas y la copié en mi cuadernillo antes de devolver el libro a la biblioteca, y me doy cuenta de que es exactamente el mismo párrafo que ha seleccionado la editorial en la presentación que hace del título... en fin, aquí va:
"Hay libros imprescindibles que nos obligan a poseerlos, a conservarlos para hojearlos de vez en cuando, tocarlos, apretarlos bajo el brazo. Libros de los que es imposible desprenderse porque contienen fragmentos del mapa del tesoro." (p.47)
Un libro que es una lectura deliciosa, amena y muy muy recomendable.
Saludos
Gracias por recordarme este libro. Quise apuntarlo en mi memoria cuando vi una entrevista a Marchamalo y habló de este libro, no sé si en página 2... y pensé que había que morderle. Al leer tu post, lo he vuelto a recordar. Ahora lo apunto.
ResponderEliminarAna