En febrero estuve en Gijón trabajando en la Librería del Bosque de la Maga Colibrí, allí conocí a Héctor Gómez, el autor de este libro que Lara Meana, la librera, no solo me recomendó sino que también me regaló (gracias, gracias).
La pasada semana por fin tuve tiempo de sentarme a leer con calma el libro y, desde las primeras páginas, quedé completamente atrapado. Los diez cuentos que contiene están habitados por personajes inolvidables (en verdad inolvidables) que viven sus días en tramas perfectas (a veces delicadas, sutiles; otras veces descaradas, descarnadas) y, sobre todo, que son contadas con un estilo pulcro, rico y preciso. Leer estas páginas es una fiesta desde la primera línea hasta la última.
Tienen además estos cuentos una textura y un sabor bien americano, bien de la selva Amazónica y sus lindes: dibujan con sus palabras el mapa de una tierra ficticia pero reconocible, el lugar verosímil en el que estos hombres y mujeres (con su justicia, su circo, sus amores y desamores, sus traiciones...) conviven con seres fantásticos (como la macanche, el chullachaqui, el bufeo...).
Es un libro deslumbrante, una colección extraordinaria de diez cuentos que son teselas: cada cuento es hermoso en sí, pero además uno puede alejarse y observar la suma de todos los textos que comparten personajes, historias, paisaje... y sus tramas se trenzan para formar una historia común, un hermoso mosaico, un mapa lleno de tesoros.
Un libro en verdad estupendo y de lo mejorcito que he leído en los últimos meses, por eso me resulta sorprendente que esté prácticamente agotado y sea difícil de conseguir.
Como curiosidad terminar diciéndoos que este libro, irremisiblemente, me remitió a otro libro maravilloso titulado Historia de Nadas, de Andrés Barba, un libro bien distinto pero también maravilloso.
Historia de Todos, una lectura estupenda que os recomiendo encarecidamente.
Saludos
No hay comentarios:
Publicar un comentario