Hace días que no hablo de cine, y llevo tiempo con ganas de recomendaros una película que me encantó, más ahora que está uno hasta los pelos de vampiros y vampirillos, y sobre todo de malos productos relacionados con el asunto (que está el mercado, sobre todo las librerías, lleno de chupasangres).
Caray, leí con cierto enganche los cuatro tomos de Stephenie Meyer, pero sigo pensando que les sobran el 50% de las páginas y que el estilo (¿es la traducción?) es terrible: no soporta una lectura en voz alta de dos páginas, haced la prueba. Eso sí, lo de ir a ver las pelis de la saga me lo he perdonado, paso, vamos, es que no tengo ni una pizca de interés.
Sin embargo el otro día vi una película que me pareció inteligente, muy inteligente, muy bien hecha, y que me tuvo enganchado todo el tiempo: Déjame entrar, del director sueco Tomas Alfedson, basada en una novela de John Ajvide Lindqvist (que ha publicado Espasa: Déjame entrar). Donde los vampiros (la vampiresa) son vampiros y la historia se mueve entre la tragedia, el peligro, la ternura, el amor...
Una película excelente, totalmente recomendable, no dejéis de verla. Mejor en compañía.
Saludos
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