Acabo de terminar de leer Operación Gladio, de Benjamín Prado, en Alfaguara.
Este libro comparte varios elementos con el último libro del mismo autor que había leído, Mala gente que camina (también en Alfaguara).
Para comenzar el protagonista es el mismo, Juan Urbano, aunque en esta ocasión su protagonismo queda más diluido entre otros personajes con gran presencia (y poderío).
También en este libro se habla sobre el proceso de creación del propio libro, esta es una estrategia narrativa ya utilizada en Mala gente que camina.
Y también en este libro trata de recuperarse una parte de la historia reciente de este país, aunque en el primer libro se centraba más en los años de dictadura y el hecho vergonzante (y poco conocido) del robo de niños, y en este libro hace una revisión de los años de la Transición y el pacto de silencio y amnistía para cerrar en falso los trágicos años de dictadura.
Benjamín Prado y Almudena Grandes (apellido que comparte con una de las protagonistas de Operación Gladio) son quizás los dos referentes de esta corriente novelada de mostración y denuncia de hechos que no deben ser olvidados, porque cerrar en falso es dejar abierto y supurando una herida que no termina de doler, corriente que lleva unos años sembrando de títulos el panorama actual de la narrativa española.
Pero es que además estos dos autores son excelentes escritores, así que sus novelas, además de iluminar sobre las sombras de la historia reciente y hacer visibles los cuartos oscuros, están llenas de buena literatura, oficio y palabras que dan sabor y valor a lo que tocan y sobre lo que reflexionan.
Esta novela, Operación Gladio, me ha gustado. Me ha gustado por su trama compleja de textos que van sumando hasta dibujar una historia sólida, cuajada de personajes interesantes, puntos de vista diversos y situaciones sorprendentes. La estructura, pues, me ha gustado. El desarrollo de la historia, también. Los personajes, mucho. Y todo lo que hay más allá de la ficción (hechos, datos reales, indicios, sugerencias, reflexiones...) también me ha interesado (y no poco): me ha hecho pensar en esa realidad (aparentemente consistente) en la que tan felizmente vivimos pero tras la que se esconden un montón de puertas, pasillos, recovecos, pesadillas... que ni siquiera intuimos.
En fin, una novela completamente recomendable.
Saludos
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