A finales de abril recomendé este libro en la radio y me quedé con ganas de hacer una nota de lectura algo más desarrollada porque El oro de la liebre, de Baltscheit y Schwarz, en Lóguez, me había gustado mucho mucho. Este post es para quitarme ese picor.
En este libro álbum se nos cuenta una historia de gran sabor tradicional: tras la muerte de la liebre, el animal más rico y más miedoso del bosque, se reúnen todos los animales para leer el testamento, la liebre da todo su oro al animal más miedoso del bosque. En ese momento todos empiezan a compartir sus miedos hasta que, de pronto, aparece el más miedoso entre ellos, alguien que, en verdad, resulta inesperado.
Me parece muy interesante cómo está contada la historia (con texto y con ilustraciones; ay, la mosca), y esas ilustraciones tan particulares, casi como cuadros, como retratos de una galería, hasta que aparece el protagonista final. La secuencia de los miedos es estupenda (uno lleva a otro) y el inesperado "más miedoso del bosque" obliga a romper el hilo narrativo tal cual estaba siendo en ese momento: hay que dejarle más espacio para que nos cuente (y nos convenza) de que es el mayor miedoso del bosque. A partir de ahí la asamblea se disuelve y el final nos atenaza como las sombras, a nosotros, lectores, y al protagonista que se siente vencedor y que nosotros vemos, acaso, como perdedor.
Uno no sabe si esto es una venganza de la liebre o una carambola inesperada, pero lo cierto es que esta historia, como las buenas viejas fábulas también protagonizadas por animales, nos regala materia para rumiar y conversar, ese final es, ciertamente, una fiesta que bien puede continuar cuando cerramos el libro.
Las ilustraciones son también muy interesantes (y en verdad nos muestran a una caterva de animales miedosos) y creo que logran no parecer tan oscuras (a pesar del continuo negro) por la cercanía de los animales y el blanco de las páginas de texto. Un detalle fantástico son esos enormes ojos abiertos de par en par, mirando en la oscuridad, como si el protagonista de los terrores propios estuviera agazapado en la siguiente página... ojos que abre mucho el protagonista del libro ya en la última página, cuando el miedo, de verdad, le está atenazando.
Un libro álbum delicioso. Un cuento estupendo y unas ilustraciones inolvidables. Una lectura que os recomiendo.
Saludos
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