El espectáculo tiene, desde mi punto de vista, dos partes diferenciadas. Una primera en la que nos encontramos con una narradora curiosa, fresca, alegre, ingenua, desprejuiciada, que utiliza un lenguaje sutil y rico (con algunos hallazgos verdaderamente deliciosos), y que celebra y disfruta con nosotros la historia que va contando. Y una segunda parte con una narradora más descarnada, más desapasionada y, al mismo tiempo, más íntima, que da entrada a nuevos elementos en la historia (más allá del sexo) y en la que cambia incluso hasta la manera de contar (con un lenguaje más seco y rudo).
No había mucho público (algo más de media entrada) el pasado viernes (ha cambiado recientemente la hora del pase y esto parece estar afectando a la afluencia) y esto hacía que la función resultara más difícil, aun así Amor resolvió sin problemas y mantuvo la narración en alto en todo momento.
Disfruté mucho con la historia y con la narradora, me interesó mucho la propuesta narrativa (que utiliza también algunos recursos teatrales), me gustó Amor contando, y me emocionó pensar que esta mujer de 33 años lleva muy poco tiempo contando y ya ha puesto en pie un espectáculo propio de narración que lleva varios meses en cartel, ¡me encanta pensar que este oficio tiene tan buena cantera!
Os animo a que os acerquéis a ver a Amor Prior a La Escalera de Jacob, seguro que vais a pasar un buen rato. Y también os invito a que no la perdáis de vista, ¡como quien dice está empezando!
Después del espectáculo nos hicimos una foto con la protagonista, tan contentos.
Amor Prior, Pep Bruno, Mariaje Paniagua y Andrea Ortúzar
Saludos
PD: Desde aquí vaya mi agradecimiento a espacios como La Escalera de Jacob que promueven propuestas de narración.
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