viernes, 10 de septiembre de 2010

Estrenar sesión

Anoche estuve contando en Puerto Lápice (Ciudad Real). Es el cuarto año que voy en septiembre a contar a Puerto Lápice y casi se ha convertido para mí en el inicio de curso.
La primera vez que fui llevaba una sesión de cuentos para jóvenes. Como sabréis no hay público más difícil que éste por la sencilla razón de que siempre tiene cosas más importantes que hacer antes que ir a escuchar cuentos (salvo si la actividad se prepara dentro del horario de instituto, claro, y es público cautivo). Pues en Puerto Lápice no fue así, el primer año un nutrido grupo de jóvenes, en medio de las fiestas locales, pararon visitas a peñas, conciertos y bailes y se fueron a escuchar cuentos. Quedé gratamente sorprendido.
El siguiente año volvió a suceder, pero es que además vinieron algunos muchachos más. El tercer año entró también público adulto y anoche la sesión fue, directamente, para mayores de 18 años.
Estas cosas pasan, uno acaba por coger confianza con los lugares y los públicos y es en estos sitios especiales donde se anima a probar sesiones nuevas, cuentos diversos. Por esa razón llevo todo el verano preparando una sesión de cuentos que me rondaba hacía un año y ayer, en Puerto Lápice, la estrené.
Estrenar una sesión de cuentos es siempre muy emocionante, tienes dudas, inquietudes, los cuentos llegan todavía algo angulosos y tú caminas con más cautelas de las habituales, menos suelto, pero resulta una experiencia maravillosa: encontrarse cara a cara con el oficio desnudo, cara a cara con el cuento nuevo, cara a cara con el público que se bebe las palabras. Y todo esto sin red que te salve si el salto falla.
Pero es que además ayer la sesión fue completamente diferente a otras sesiones mías, porque lleva un marco que da la pauta al resto de cuentos, un marco con mucha presencia (que es un cuento también) y que agrupa a un total de siete cuentos más.
Lo cierto es que ayer volvía muy tarde a casa y todo el camino traía la sonrisa en la cara. No hay nada como estrenar una sesión. No hay nada como reencontrarse con un público especial. No hay nada como contar.
Saludos

PD: la sesión se titula CUENTOS PARA TRES

2 comentarios:

  1. Felicidades Pep. Se te nota la sonrisa en las palabras.

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  2. Gracias Inma, en verdad que la llevo (la sonrisa).
    Un abrazo

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