jueves, 28 de julio de 2011

Flor de Ciruelo en Vasito de Oro I

Acabo de terminar de leer Flor de Ciruelo en Vasito de Oro. Libro de las Primaveras y los Veranos. I, es decir, las primeras 920 páginas del Jin Ping Mei, un clásico de la literatura china que acaba de publicar Destino en versión/traducción (extraordinaria) de Xavier Roca-Ferrer. Este libro (y el segundo tomo) fueron el regalo que mi familia me hizo por mi cumpleaños, ¡y estoy disfrutándolo de lo lindo!


Si sois lectores habituales de este blog sabréis que el libro me está dando mucho juego (aquí y aquí), pero es que además me está gustando mucho, mucho. Es un novelón lleno de intrigas, lujo, sexualidad y desenfreno. Me recuerda continuamente a otro clásico (esta vez japonés) La novela de Genji, de Murasaki Shikibu (también con traducción de Xavier Roca-Ferrer y publicado en Destino) que leí hace un par de veranos y que también estaba llena de lujo y decadencia.
El autor del Jin Ping Mei nos muestra una sociedad rutilante cuyos máximos exponentes florecen apoyándose en sobornos y negocios sucios. Un cuadro descarnado que trata de criticar los malos modos de gobernar y vivir de los representantes de la China del S. XI (y por extrapolación, a la de la época del autor).
Está lleno de intrigas, tramas, subtramas y asombra la cantidad de personajes (tan bien definidos) que el autor maneja, entrelaza y relaciona. Es, en verdad, magistral.
Además, y como reflejo de esa sociedad decadente, el autor nos muestra la vida sexual de sus protagonistas (como forma de crítica a la degeneración de las costumbres) y es por eso que este libro se ha convertido en uno de los clásicos de la literatura erótica universal. Un título que pasa a engrosar (nunca mejor dicho) el Infierno de mi biblioteca.
Por cierto, tiene también unas cuantas citas en las que se cuentan cuentos dentro de la novela, especialmente en fiestas:

"Tomó luego la palabra Ximen y, tras excusarse por no saber cantar bien, optó por un relato" (p. 272)

"Loto de Oro invitó a Torre de Jade a acompañarlas, pero la dama prefirió quedarse hasta que una de las monjas hubiera terminado la historia que estaba contando. También Lotod e Oro se quedó a oír el final, pero rogó a la monja que no se alargara demasaido. Cuando hubo concluido su relato, que no resultó en absoluto interesante, Loto de Oro [se va]" (p. 461).

Y aparecen juglares y narradores profesionales (como en la p. 678 o en la p. 747)

El libro me ha gustado mucho, me ha hecho pasar muy buenos ratos, la lectura no resulta pesada en ningún momento, es más, ha habido pasajes en los que he estado completamente enganchado y hoy mismo he comenzado con el segundo volumen. Ya os iré contando.
Saludos.

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