Acabo de terminar de leer La isla de Bowen, maravillosa novelota escrita por César Mallorquí y publicada en Edebé. Este libro pertenece al tesorillo de libros recibidos en las pasadas fiestas, un festín de gozosas lecturas.
Hacía mucho tiempo que no leía una novela de aventuras en el sentido clásico del término, una de esas novelas dignas herederas de Verne, Conan Doyle, Wells, etc, hasta que he tropezado con este libro. Sí, en estos días he vuelto a enredarme en las noches robando horas al sueño y los días de mirada ausente que te provoca la lectura feliz, enganchosa, trepidante, fabulosa, de un libro escrito por un amante de la literatura de aventuras (que además escribe maravillosamente) para otros amantes del género o, sencillamente, para otros amantes de los libros.
La isla de Bowen nos cuenta las aventuras de un grupo de investigadores (capitaneado por el inolvidable doctor Zarco) que, acompañados por la señora Foggart (también inolvidable) y su hija (¿Foggart de Fog?), tratan de dar con el señor Foggart, otro investigador, desaparecido hace un año.
El libro lo tiene todo: aventuras, misterio, ciencia ficción, malos muy malos y buenos muy buenos, traiciones, humor, romance, persecuciones, muertos... ¡¡es que no le falta de nada!! Y todo ello contando con un magisterio admirable, con un ritmo preciso, con unos personajes fantásticos y con una coherencia interna asombrosa que es capaz de asumir lo que llega (no quiero dar pistas) a asumir, con total naturalidad, en la isla de marras. Vamos, que uno entra en el libro y no quiere salir de él.
Un libro en verdad maravilloso, lectura placentera en estado puro. Aunque no hay que extrañarse pues César Mallorquí ya nos ha ido regalando muchos y muy buenos libros (por recordar algunos: El último trabajo del señor Luna, Las lágrimas de Shiva, La catedral...). Sí, éste es un autor al que merece siempre la pena acercarse: sus libros son promesas de buenos ratos. Y con esta última novela publicada nos ha hecho un regalo maravilloso.
Este libro ha pasado a formar parte de los seleccionados por el goliardo.
No lo olvidéis: La isla de Bowen. Un libro admirable. Imprescindible.
Saludos
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