martes, 19 de junio de 2018

Vamos a leer "Cien años de soledad"

El próximo libro que vamos a leer en el Club de Lectura Virtual “Alonso Quijano” va a ser Cien años de soledad, del autor colombiano Gabriel García Márquez. Este libro se publicó en 1967 en Buenos Aires por la Editorial Sudamericana y está considerado como el máximo exponente del realismo mágico (o lo real maravilloso, que decía Alejo Carpentier) donde realidad y ficción se abrazan de manera que nada resulta insólito. Es más, este libro está considerado uno de los mejores libros escritos en el S. XX y pertenece, por derecho propio, al canon de la literatura universal. En 1982 Gabriel García Márquez recibió el Premio Nobel de Literatura.


Cien años de soledad nos cuenta a lo largo de 20 capítulos la historia de siete generaciones y el pueblo en el que habitan, Macondo. Realidad (realismo) y ficción (maravilloso) se trenzan para articular una poderosa historia cuajada de personajes y situaciones inolvidables.
Cuenta Gabriel García Márquez en su discurso El olor de la guayaba lo siguiente: “La historia de Cien años de soledad me estuvo dando vueltas en la cabeza unos quince años. Pero no encontraba el tono que me la hiciera creíble a mí mismo. Un día, yendo para Acapulco con Mercedes y los niños, tuve la revelación: debía contar la historia como mi abuela contaba las suyas, partiendo de aquella tarde en que el niño es llevado por su padre para conocer el hielo… Sin Mercedes no habría llegado a escribir el libro. Ella se hizo cargo de la situación. Yo había comprado meses atrás un automóvil. Lo empeñé y le di a ella la plata claculcando que nos alcanzaría para vivir unos seis meses. Pero yo duré año y medio escribiendo el libro. Cuando el dinero se acabó, ella no me dijo nada. Logró, no sé cómo, que el carnicero le fiara la carne, el panadero, el pan, y que el dueño del apartamento nos esperara nueve meses para pagarle el alquiler. Se ocupó de todo sin que yo lo supiera: inclusive de traerme cada cierto tiempo quinientas hojas de papel. Nunca faltaron aquellas quinientas hojas. Fue ella la que, una vez terminado el libro, puso el manuscrito en el correo para enviárselo a la Editorial Sudamericana. Llevó el manuscrito al correo mientras pensaba: “¿Y si después de todo resulta que la novela es mala?”.”
Anímate y apúntate al Club de Lectura para disfrutar de este maravilloso libro, vente de viaje a Macondo con nosotros.
Saludos

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