jueves, 19 de marzo de 2020

La frontera indómita

En estos días he leído La frontera indómita. En torno a la construcción y defensa del espacio poético, un libro de Graciela Montes publicado por FCE en su colección (absolutamente maravillosa) Espacios para la lectura.


Este libro reúne un total de once conferencias e intervenciones en mesas redondas que la autora argentina realizó en la década de los noventa del pasado siglo, aunque los temas que trata siguen tan vigentes que muchos de estos textos podrían ser leídos en congresos hoy en día y darían para buenas y enjundiosas discusiones.
Aquí os dejo algunos de los temas que trata, para que os hagáis una idea:

  • La ficción y cómo se construye (y se habita) el territorio del imaginario: "Con la extraña manera en que de pronto, en medio de la vida cotidiana y sus contundencias, se levantan las ilusiones de un cuento. Y con el modo en que nos entregamos a él y resolvemos habitarlo, a pesar de ser una construcción tan precaria, suspendida en la nada, hecha de nada y, además, para nada." (p. 16)
  • El juego y la infancia (y el arte): "Porque todo el que juega, todo el que ha jugado, sabe que, cuando se juega, se está en otra parte. Se cruza una frontera. Se ingresa a otro país, que es el mismo territorio en que se está cuando se hace arte, cuando se canta una canción, se pinta un cuadro, se escribe un cuento, se compone una sonata, se esculpe la piedra, se danza." (p. 34)
  • El lugar del arte y la literatura: "La literatura, como el arte en general, como la cultura, como toda marca humana, está instalada en esa frontera. Una frontera espesa, que contiene de todo, e independiente: que no pertenece al adentro, a las puras subjetividades, ni al afuera, el real o mundo objetivo." (p. 52). Y también de su valor: ¿para qué sirve la literatura?
  • La cultura (que incluye arte, literatura, etc.) está presente en todo el libro: "La cultura heredada sólo es útil en tanto puede convertirse en cultura propia, es decir, en tanto puede ingresar a la propia frontera indómita. Y, para es, tiene que convertirse en experiencia." (p. 54). Igual que están presentes los elementos que la achican y empobrecen.
  • De lecturas y lectores: "Toda escritura y toda lectura, creo, necesitan como del pan de esos destellos para seguir creciendo, están construidas sobre ese borde peligorso y deseable en el que la palabra esperada y confiable da un súbito giro y se vuelve, de pronto, palabra sorprendente, ese margen en el que el manso colchón verbal con que nos protegemos maternalmente de los golpes de la vida, de pronto cría filo y se vuelve caliente, notable." (pp. 71 y 72). Y de la lectura más allá del placer, porque "leer no es fácil (...) convertirse en lector resulta una conquista." (p. 84)
  • También hay muchos momentos para la reflexión sobre el lugar de la literatura en la escuela, porque "a la escuela le sorprende y le sobresalta la literatura, no sabe bien dónde ponerla, qué hacer con ella. (...) Y a la literatura también le ha sorprendido esta súbita invitación a las aulas de que ha sido objeto." (p. 89). Reflexiones que ahondan en la idea de una "literatura con ilusiones de literatura y no de escuela" (p. 89).
  • Y la literatura y el mercado: "Por debajo  de la aparente multiplicidad [en el mercado editorial], hay unificación; por debajo de la aparente elección, rigor; por debajo de la variedad, homogeneización progresiva. Clonación, en cierto modo." (p. 101)
Y sí, a lo largo de todo el libro tiene mucha presencia el cuento, ya sea contado ya sea escrito. Valgan como muestra un par de citas: 
  • "El cuento es siempre, a la vez, lo más natural y lo más extraño. A veces los cuentos son invisibles. Salen de la boca de las personas y, agarrados del hilo de la voz, se le van metiendo dentro a uno por el oído. Y, poco a poco, van construyendo algo. Después se apaga la voz y se termina el cuento. Quedan algunas cosas: a veces imágenes fuertes, otras veces apenas hebras, o el sonido de alguna palabra que vuelve una y otra vez, que se mezcla con otras, que arde." (p. 45)
  • "Cuando le contamos un cuento a un chico estamos dejando inauguradas algunas cosas. Por un lado, le garantizamos que existen discursos imaginarios deliberados, construcciones hechas de palabras y gratuitas." (p. 47)
Como os podéis imaginar, el libro me ha encantado. Ya había leído algunos capítulos sueltos, pero esta nueva lectura, completa, ha sido maravillosa. Lo tengo completamente subrayado y cada vez que repaso lo leído vuelvo a quedarme enganchado al texto. Sin lugar a dudas este es uno de los libros más interesantes que he leído en los últimos meses. 
Una lectura que os recomiendo encarecidamente.
Saludos

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