lunes, 8 de marzo de 2010

Día de la mujer

Para celebrar el 8 de marzo, día internacional de la mujer, he ido a contar cuentos a Las Pedroñeras, en un acto festivo que ha aglutinado a más de doscientas mujeres (y unos cuantos hombres) de la comarca. Contar cuentos siempre es una fiesta, y en días así, de celebración y encuentro, de causa común y lucha, uno comprende que las fiestas también son algo muy serio, que las risas también son algo necesario, y que estar juntos y juntas en este empeño por la igualdad es la única forma de conseguirla.
Algunos libros que os recomiendo. Para niñas y niños, de Anthony Brown, El libro de los cerdos, en FCE, que conocí gracias a Eva Ortiz, hace ya unos cuantos años, de la Biblioteca de Azuqueca de Henares. Tenéis también algunos imprescindibles en la editorial Lumen (Libros a favor de las niñas: Arturo y Clementina, Rosa Caramelo, etc) y Corre, corre, Mary, corre. Hay otro libro difícil de conseguir (yo lo he comprado por internet) titulado Sir Gawain y la abominable dama, en Altea Benjamín, un cuento excelente que hace años escuché contar al menos a un par de narradoras.
De Angela Carter os recomiendo Caperucitas, Cenicientas y otras Marisabidillas, una recopilación de cuentos tradicionales de todo el mundo con la mujer como protagonista, y también Niñas malas, mujeres perversas. Los dos títulos en Edhasa (agotados, lamentablemente). A esta autora la conocí gracias a Pepe Maestro (gracias amigo).
Otro libro de cuentos contados es Cuando el hombre es su palabra, de Nicolás Buenaventura Vidal, en editorial Palabras del Candil, con una sesión completa titulada Cuentos de mujeres, que a mí, particularmente, me gusta mucho.
Finalmente he vuelto a releer en estos días un libro excelente de Patricia Highsmith: Pequeños cuentos misóginos, en Alianza. El reencuentro ha sido gracias a Ade, siempre tan inteligente lectora. Los cuentos me han vuelto a sorprender y me han encantado, como no podría ser de otra forma.
Para terminar, lectura obligada y ya recomendada en otros post: Mi marido me pega lo normal, de Miguel Lorente, en Booket. Leer este libro es como tomarse la pastilla azul de Mátrix: desde ese momento uno ve otra realidad a su alrededor, otro mundo. Es deslumbrante.
Desde este blog, humilde y pequeñito, sólo me queda sumarme a todas y todos los que siguen luchando por que hombres y mujeres, mujeres y hombres, vivan en igualdad.

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