martes, 26 de octubre de 2010

Desde Santiago con la familia C


Escribo desde Santiago de Compostela después de un día intenso. A las seis de la mañana nos levantamos para ir al aeropuerto, embarcar en el avión y llegar a media mañana a Santiago de Compostela. Aquí estaban esperándonos Ricardo, Xosé y Paz para llevarnos a Mariona y a mí al IES de Sar para charlar con los alumnos de bachillerato artístico sobre el proceso de creación del álbum ilustrado.
La experiencia estuvo muy bien y a mí me sirvió para conocer con más detalle el trabajo de ilustración, y a los artistas en ciernes el trabajo del autor.
Después, con la palabra aún en la boca fuimos a comer a un restaurante con la gente del Concello y la de la editorial (en mi corazón llevaré siempre el postre y el vino blanco que seleccionó Xosé Manuel).
Casi eran las cinco cuando levantábamos mantel y apenas nos dio tiempo para tomar un café tranquilos a Mariona, Mariaje, Natasha y a mí. Fue gozoso también este momento de calma en el jardín del hotel con este sol espléndido (luego dicen de Santiago y la lluvia).




A las seis y media salíamos para el Pazo de Raxoi donde se celebró la entrega del premio. Una celebración hermosa y muy emocionante.
En la mesa, presidiendo, se encontraban el Alcalde del Concello, la concejala de educación y Xosé de Kalandraka, y a los lados Mariona y yo, felices por el evento.
Tras la música tradicional (maravillosa) hubo tiempo para las palabras. No me resisto a poner más abajo lo que dije en la entrega del premio.
Mañana espero poner en el blog alguna foto del evento.
Después de toda esta agenda llegaron los momentos para el relax: cena en familia y ¡con Paula C, de Carballeira!, que a pesar de un duro día de trabajo tuvo tiempo para venir a darme un abrazo y echar unas risas, más tarde fuimos a escuchar a Quico C, de Cadaval (contaba cuentos aquí cerca), y ahora, antes de acostarme, leo los correos y mensajes de amigos (Manuel, Begoña, Charo, Sole, Rocío...), escribo este blog y me voy a la cama con una sonrisa de oreja a oreja.


LO QUE DIJE EN LA ENTREGA DEL PREMIO


La rutina devora los días, los hace grises, los llena de ruido y de ceniza. La rutina (sus horarios, sus deberes, sus obligaciones) mastica y traga minutos, horas, días... vidas.
Frente a esta tragedia cotidiana aparece una familia de héroes: La familia C.
C de color, porque con el único artificio de su imaginación, con el poder de sus sueños, esta familia es capaz de dar color a sus días y hasta las tareas más pequeñas pueden llegar a ser una gran aventura.
C de circo, porque el circo simboliza el lugar donde lo posible y lo imposible, la ficción y la realidad, se dan la mano, o mejor, se abrazan.
C de cuento, porque esta familia habita en un cuento, que es lo mismo que decir que habita en todos los corazones.
C de corazones, sobre todo corazones curiosos (C de curiosos) pues son estos los que abren y se dejan abrir por los libros.
C de comida, porque los cuentos son el alimento del alma y ayudan a crecer (C de crecer), y este alimento para el alma es motor de cambio (C de cambio) porque los cuentos cambiarán el mundo, yo creo en ello (C de creer).
Y sobre todo C de celebración porque hay que celebrar que la familia C es campeona del concurso (o certamen) Compostela, cosa que no es extraña viendo las ilustraciones deslumbrantes de Mariona C, C de Cabassa.
Gracias Mariona por hacer grande este cuento pequeño.
Gracias a Mariaje y a mis hijos, a mis padres y a mi hermano, por acompañarme todos los días por el camino (C de camino) de baldosas amarillas, o mejor, coloradas.
Y gracias a Kalandraka y al Concello de Santiago.

2 comentarios:

  1. Qué bonico.
    Manuel Légolas

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  2. Y por supuesto...C de Campeón, Pep.
    ¡Qué emocionante!.
    Estoy ansiosa de que el libro llegue a mis manos.

    Bego

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