Dos de Arguilé y Nesquens

Si entráis de vez en cuando a este blog y os interesan especialmente las entradas que hago sobre libros, sabréis que Daniel Nesquens es uno de mis autores favoritos (por ejemplo aquí, o aquí, o aquí, o aquí, o aquí...)

Este autor trabaja muy habitualmente con una ilustradora maravillosa, Elisa Arguilé. Juntos han hecho un buen puñado de libros imprescindibles y gozosos. Hoy os voy a hablar de los dos últimos que he leído.

En Ediciones Dandelión, en su colección "Los chorlitos", Nesquens & Arguilé publicaron un librito titulado El sombrero volador. Un libro editado pensando en los más pequeños (formato pequeño, hoja dura, esquinas redondeadas) pero que, como buen libro, hará las delicias de los lectores, sea cual sea su edad.

Pienso que muchas veces estos libros publicados para los más pequeños son simplemente basura, por eso cuando te encuentras con textos como estos, tan hermosos, tan sencillos (y tan difícil que lo sean) y con un final tan maravilloso... piensas que libros así son los que de verdad alimentan almas y hacen progresar al ser humano.

Escribir para muy pequeños no es, ni mucho menos, sinónimo de escribir cualquier cosa. El sombrero volador es una buena muestra de ello.

En cuanto a las ilustraciones estoy completamente de acuerdo con un comentario que tiene el amigo (y maravilloso ilustrador) Alberto Gamón en su blog: "Nada se parece a los dibujos de Elisa, ni siquiera los dibujos de Elisa. Se reinventa continuamente... nunca mira hacia atrás."

Cada libro ilustrado por Elisa es un paso más en la búsqueda de un lenguaje nuevo, de una propuesta que va más allá, para comprobarlo sólo tenéis que tener algunos de sus libros delante: Hasta (casi) 100 bichos, Mi familia, El león Kandinga, Magia...

Magia es el otro libro que quería comentaros hoy. Escrito e ilustrado por Nesquens & Arguilé, está publicado por Thule (algún día tendré que hacer alguna entrada sobre esta editorial).

De nuevo un libro nuevo: un libro que no nos remite a ningún otro texto de los mismos autores. Un libro con una historia cercana, muy poética y sugerente. En verdad un libro lleno de magia (de esa magia que los niños saben usar y los adultos vamos olvidando...), de silencios y de emociones.

Ilustraciones y texto se complementan de manera magistral, creo que es, sin duda, uno de los mejores álbumes que he visto en los últimos tiempos. Una obra maestra. Imprescindible.

Saludos