LA COLECCIÓN
El libro Relatos eróticos indígenas recoge casi 70 cuentos, algunos de ellos muy largos (con sucesión de capítulos que serían pequeños cuentos dentro del cuento) de las culturas Macurap, Tupari, Ajuru, Jabuti, Arikapu y Aruá, todas ellas de la Amazonía brasileña. Para esta recogida de cuentos Betty Mindlin entrevistó a 33 narradores y narradoras de las distintas etnias.
Como podéis deducir por el título los cuento son de temática sexual y, como el sexo está presente en el cotidiano devenir de los días, pues con estos cuentos nos acercamos a la manera de vivir y de relacionarse los hombres y mujeres de estos pueblos. Es fascinante cómo, según avanza la lectura, te vas metiendo en la espesa selva Amazónica y vas disfrutando de estas historias llenas de personajes y motivos llamativos: mujeres que por la noche separan su cabeza del cuerpo para recorrer otras malocas y robarles la comida, hombres y mujeres animalizados (serpientes, tapires, guacamayos, jaguares...), aldeas de mujeres amazonas, hombres con penes pequeños (o grandes), mujeres con vaginas capaces de servir para fermentar chicha... Hay también en estos cuentos explicaciones etiológicas (por qué la estrella del atardecer es roja, cómo surgió el barro para hacer los utensilios de cocina, por qué hay serpientes...).
He disfrutado mucho con la lectura de este magnífico libro y de sus cuentos extraordinarios.
LOS CUENTOS
El cuento elegido para la ocasión es el titulado "El tapir", un cuento contado por Erowé Alonso Jabuti y traducido al portugués por Armando Moero Jabuti. Si tenéis el texto delante veréis que lo que cuento es bastante parecida al cuento recogido en el libro, salvo en un detalle (bien interesante, en mi opinión): en mi versión no es un muchacho el que se enfunda la piel del tapir una vez éste ha muerto, sino que es un hombre adulto. No hace falta que sea un joven con un pene pequeño, un hombre cualquiera tendría un pene pequeño si se compara con el pinguelo del tapir (mira aquí si no me crees).
Como me dio tiempo conté otro cuentito en el que explicaba por qué Tiwawá, la estrella de la tarde, es roja, y por qué Kurawatin-ine es la estrella de la mañana. Este cuento fue contado por Abobai Paturi Jabuti (y también fue traducido por Armando Moero Jabuti). Si tenéis el texto delante veréis que, en esta ocasión, sí que hay algunas diferencias con el cuento, básicamente, que el texto escrito continúa, es más largo, pero yo (por cuestiones de tiempo y de que así quedaba bastante redondo) decidí dejarlo en ese punto.
Pasad una buena semana
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