jueves, 11 de agosto de 2011

Algunos pasos hacia una pequeña teoría de lo visible

Acabo de terminar de leer Algunos pasos hacia una pequeña teoría de lo visible, de John Berger, en la editorial Árdora. Fue Marissa, de Palique, quien me recomendó este extraordinario libro (de este autor del que ya os he hablado en estos días).
Se trata de un librito con siete textos que reflexionan sobre la pintura. Es pues un libro de ensayo, género que no frecuento mucho, aunque de vez en cuando me gusta echar un vistazo y saborearlo.


Los ensayos de Berger son bastante breves y están llenos de reflexiones que me han interesado, y eso que siempre me acerco con un cierto temor a este género. Pero en verdad estos textos son cercanos y profundos, plagados de inteligencia, con algunas frases deslumbrantes que te hacen detener la lectura para releerlas, dialogar con ellas y, en muchos casos, asumirlas, sentencias para pensarlas y repensarlas, para incorporarlas al propio pensamiento. Es un libro que te abre los ojos y te ayuda a organizar muchas de las sensaciones que tienes cuando ves un cuadro o cuando piensas sobre la pintura (y el arte en general). Me ha encantado. Si tuviera que elegir algún ensayo en particular me quedaría con el titulado "Color" (que he leído tres o cuatro veces hoy), pero todos me han gustado mucho.
Además es un librito cómodo, de esos que te caben en un bolsillo y puedes releer en cualquier momento y lugar. Una maravilla.
Por otro lado es muy interesante parafrasear algunas de sus ideas, pues hay partes en las que podría cambiar las palabras relacionadas con la pintura por las de la narración oral y las ideas se ajustarían como guantes en ambas disciplinas artísticas, y nos daría mucho que pensar y reflexionar. Hagamos la prueba si os parece con el ensayo que da título al libro (en cursiva pongo las palabras que he cambiado).
  • "La narración es una afirmación de lo visible que nos rodea (...). Posiblemente, sin la desaparición no existiría el impulso de contar, pues entonces lo visible poseería la seguridad (la permanencia) que la palabra lucha por encontrar." (p. 39)
  • "El impulso de contar no procede de la observación ni tampoco del alma, sino de un encuentro: el encuentro entre el narrador y la historia." (p. 40)
  • "Cuando una historia carece de vida se debe a que el narrador no ha tenido el coraje de acercarse lo suficiente para iniciar una colaboración. Se queda a una distancia "de copia" (...). Acercarse significa olvidar la convención, la fama, la razón, las jerarquías y el propio yo. También significa arriesgarse a la incoherencia, a la locura incluso. Pues puede suceder que uno se acerque demasiado y entonces se rompa la colaboración y el narrador se disuelva en la historia." (p. 41)
  • "La palabra sirve para salvar las cosas del caos." (p. 42)
  • "La ilusión moderna en relación al arte es que el artista es un creador. Más bien es un receptor. Lo que parece una creación no es sino el acto de dar forma a lo que se ha recibido." (pp. 43-44)
  • "Contar es el resultado de la receptividad de la palabra; la palabra se abre a la historia; la historia se abre a la boca; la boca se abre al corazón." (p. 44)
  • "En una sesión de cuentos nos encontramos con lo visible/la palabra de otras épocas y esto nos acompaña. Nos sentimos menos solos frente aquello que nosotros mismos vemos aparecer y desaparecer todos los días (...), en el reino de lo visible /la palabra, todas las épocas coexisten fraternalmente aunque estén separadas por siglos o por milenios. Y cuando la palabra dicha no es una copia, sino el resultado de un diálogo (historia-narrador-público), lo narrado cuenta, si nos paramos a escuchar." (pp. 47-48)
  • "Contar hoy es un acto de resistencia que satisface una necesidad generalizada y puede crear esperanzas." (p. 49)
Como veis, muchas ideas muy interesantes: la idea de contar como un encuentro, un acercamiento, un diálogo; la idea del narrador como un receptor y un transmisor, más que como un creador (concepto que es falso en sí, según Berger), la idea de contar como un acto de resistencia y esperanza...
Lo dicho, un libro maravilloso que me ha acompañado a lo largo del día de hoy y que espero que siga acompañándome en muchos otros momentos: una lectura fresca y revitalizante.
Saludos

2 comentarios:

  1. No he leído ese libro pero sí otros de él. Seguro que está genial. Me gusta mucho John Berger. Incluso he asistido a una conferencia suya de la Asociación de Amigos del Prado hace años, y en vivo es fantástico. Todo un personaje maravilloso en escena, de esos que te quitan la respiración y vuelves a casa pensando en comprar todos sus libros (cosa que hice en los días siguientes). A mí me recuerda mucho -aunque sean tan dsitintos-, por la agudeza de sus ideas a Chesterton.
    Un abrazo,

    ResponderEliminar
  2. Qué suerte poder asistir a una conferencia suya... yo ando buscando otro libro suyo que debo tener por aquí para leerlo y seguir disfrutando de sus brillantes ideas.
    Un abrazo para ti

    ResponderEliminar