La leyenda del Santo Bebedor cuenta los últimos días de un clochard que adquiere una deuda con una santita y, como es hombre de honor, quiere saldarla; pero la cosa no resulta fácil porque siempre aparece algún imprevisto que acaba por desviarlo del camino de Sainte Marie des Batignolles, la iglesia donde se encuentra Santa Teresita. Un cuento amable, optimista y también agridulce que se deja leer y releer.
Por cierto, el prólogo de Carlos Barral no tiene desperdicio tampoco.
Saludos
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