Acabo de terminar de leer
¡Diga!, el sexto libro de la saga de
El pequeño Nicolás, escrita por
Goscinny e ilustrado por
Sempé. Como nos cuenta la hija de Goscinny en el prólogo, los cinco primeros libros se publicaron en vida de su padre y fueron escritos entre 1959-1965, pero todavía quedaban unas ochenta historias inéditas que ¡cuarenta años después! vieron la luz en tres volúmenes (
La vuelta al cole,
El chiste y
¡Diga!).
Leer las aventuras del pequeño Nicolás es adentrarse en el universo emocionante y divertido de este personaje inolvidable. Como inolvidable es la mirada coherente y deslumbrante que tiene de los días, de la familia, de la escuela... la perspectiva de Nicolás nos permite extrañar la rutina y reconocer que nuestra propia vida está llena de detalles sorprendentes y divertidos.
El pequeño Nicolás pertenece ya al canon de personajes imprescindibles de la LIJ contemporánea. Hay que volver continuamente a estos libros, a estos textos, para beber de las fuentes y salir fortalecidos de sus páginas. Es siempre recomendable pasar unos días por su escuela o su casa.
Leer y reírse son dos de las mejores cosas que pueden sucedernos, y con Nicolás, nos suceden a menudo. El pequeño Nicolás es muy grande. Y es imprescindible.
Este autor está entre mis favoritos.
Saludos
Que curiosidades te regala la vida...o la literatura
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