Al parecer este manifiesto fue propuesto por el escritor usamericano Mac Barnett quien, harto de escuchar tonterías y tópicos acerca de los álbumes ilustrados, convocó a un grupo de escritores e ilustradores para acordar unos puntos comunes y elaborar el texto (todos ellos aparecen al final de la proclama). Una vez hecho esto se publicó directamente en esta dirección web (www.thepicturebook.co).
El objetivo, en principio, es dar a conocer el documento para que genere un debate entre escritores, ilustradores, editores, libreros, educadores... y demás amantes de los álbumes ilustrados.
Aquí tenéis el manifiesto en inglés y aquí debajo la traducción al castellano que hizo la propia Isol (los textos en cursiva los matizo con mis aportaciones entre paréntesis).
¡MANIFIESTO!
CREEMOS QUE:
- La imitación, la pereza y la timidez están envenenando una gran forma de arte.
- Un álbum ilustrado debe ser fresco, honesto, chispeante y hermoso.
- Los libros para niños merecen conversaciones adultas (críticas, inteligentes, no simplonas).
- Las conversaciones adultas (es decir, críticas, inteligentes) no significa pedir a los niños que salgan de la habitación (que dejen de pensar como niños, de ser niños).
- Nosotros escribimos para niños, adultos que leen con niños y adultos que simplemente disfrutan de los libros para niños, en ese orden.
- Nosotros deberíamos conocer nuestra historia.
- Debemos parar de escribir el mismo libro una y otra vez.
- Nosotros necesitamos una crítica más sólida para mantenernos originales.
- La línea entre el autor y el ilustrador es irrelevante.
- La línea entre la moral y el significado es primordial.
- Está bien que todo lo que un niño ve, siente o piensa, sea nuestra ayuda (sea el grano del que sale la harina para hacer nuestro pan).
- El álbum ilustrado es una forma, no un género.
- El buen diseño fomenta la buena lectura.
- Los álbumes ilustrados se ven mejor cuando sus tapas miran al exterior.
- El final prolijo, en general, es deshonesto.
- Incluso los libros que son para “poner a los niños a dormir” deberían proporcionar sueños extraños.
- El término kid-friendly (bueno para los niños).
- Convenciones como muletillas.
- Papel brillante como dado por hecho (se refiere al tipo de papel usado habitualmente en este tipo de libros).
- A los amnésicos que atesoran los clásicos turbulentos mientras festejan lo ñoño en estos días.
- Cada día hacemos niños nuevos, déjennos hacer también nuevos libros para niños.
Otros puntos me parecen ya bastante asumidos hoy en día, aunque siempre es bueno incidir: como la irrelevante línea entre autor e ilustrador o el público para el que escribimos (todo público, obviamente).
Hay algún punto que no termino de entender (como el de las cubiertas que miran al exterior) y algún otro punto con el que pienso que discrepo, como la cuestión de si el álbum ilustrado es o no un género: yo creo que es más que una forma de contar, sí pienso que es un género (o subgénero) y que desarrolla lenguajes propios de expresión, muy cercanos al del cómic o al de algunas artes escénicas como el mimo, por poner un par de ejemplos.
Pero en general es un manifiesto que podría suscribir sin problemas y que espero utilizar siempre que pueda para reflexionar con otros compañeros y amigos sobre este tipo de libros tan maravilloso como es el álbum ilustrado.
Muchas gracias a los promotores de la idea, y que siga rodando.
Saludos
Buen documento, Pep, para dar un par de vueltas, o cinco, al asunto de los álbumes. Con tu permiso, lo publico en mi blog.
ResponderEliminarY sin mi permiso, claro. Se trata de darlo a conocer para generar reflexión y opinión. Un abrazo, Carlos
ResponderEliminarMe encanta.Yo también lo tomo, para releer y difundirlo en cuanto pueda.
ResponderEliminar!No paras Pep!
Cuídate ;)
Abrazos
Ana
No paras le dice el viento al río... ;))))
ResponderEliminarUn beso