En Barcelona

Ayer pasé el día en Barcelona, fue un viaje relámpago: desayunar en casa, tres horas de tren, dos horas de conversación, comida en Barcelona, sobremesa y tres horas más de tren para cenar en casa de nuevo. Lo que se dice un visto y no visto. Y con la sensación de haberlo pasado tan tan bien que me gustaría haber podido estirar ese rato unas cuantas horas más. Os explico por qué.
Ayer fui a Barcelona para firmar el contrato de un nuevo libro que voy a publicar en Ekaré, una editorial fantástica con un catálogo de lujo en el que me siento algo abrumado. Afortunadamente no voy solo, me acompaña Rocío Martínez, ilustradora y amiga a la que conocí hace ya unos cuantos años y a quien dije (por aquel entonces): "voy a escribir unos cuentos para que publiquemos juntos". Años después de aquel encuentro feliz en Villaviciosa de Odón (Teresa, no dejo de recoger frutos de aquel seminario maravilloso que disfrutamos durante cuatro años con las profes del CEIP "García Noblejas") y tras unas cuantas vicisitudes, Ekaré ha recibido este proyecto con los brazos abiertos.

Con Pablo y Carmen Diana. Foto: Rocío Martínez.

Y por eso fuimos ayer a Barcelona, a conocer a Carmen Diana, la editora que se va a hacer cargo del libro, y al resto del personal (que Rocío ya conocía y yo no: Irene, Pablo, Celia...) en su lugar de trabajo lleno de luz y libros. Una absoluta delicia. Ekaré nos abrió las puertas de casa y compartimos un día gozoso hablando de libros, autores e ilustradores.

Con Irene, Pablo y Rocío. Foto: Carmen Diana.

El viaje de vuelta a casa en tren lo pasé goloso rememorando los buenos ratos pasados y leyendo algunos libros que no conocía y que me dejaron maravillado.
Ahora toca ponerse manos a la obra para que este libro (y sus cinco cuentitos) pueda llegar cuanto antes (en 2014) las librerías, a vuestras manos, a vuestros corazones.
Saludos

PD: Por cierto, casualidades de la vida, ya es grande Barcelona para que me haya cruzado con otro buen amigo por la calle: Ignasi Potrony. Un regalo inesperado :-))