El libro nos cuenta la historia de un perro abandonado que es acogido en una casa y que, antes de comer, recibe una ducha.
El texto de Nesquens es fantástico, de verdad fantástico, juega sutilmente con ese ingenio que uno no deja de disfrutar y admirar: palabras que juegan, frases que juegan, historia limpia, rápida, que cuenta y juega chispeante, sin perder el hilo ni la oportunidad de dar puntada.
Sucede además que las ilustraciones de Ramón París son completamente extraordinarias, entrando al trapo de la propuesta de Nesquens y no quedando a la zaga en fuerza, juego, ingenio... y sorpresa. Uno no sabe si querer o recelar de ese perro deslavazado, pulgoso, que está pidiendo a gritos una ducha. Sin embargo el perro toma el álbum y acaba por copar sus páginas (hasta llenarlas por completo). Es entonces cuando el ilustrador, igual que hace un mago cubriendo con un pañuelo algo antes del gran truco, se dispone a dar un triple salto mortal y dejarnos con la boca abierta y la cañería escurriendo hasta la última gota.
Un álbum estupendo, una propuesta muy sugerente, un texto pulcro y potente, unas ilustraciones inolvidables. Un perro que os encantará tener en casa.
Totalmente recomendable.
Saludos
Increible, lo recomiendo!
ResponderEliminarSaludos