martes, 21 de febrero de 2012

Crónica de los días pasados

La pasada semana pasé casi tres días completos fuera de casa contando cuentos y conversando sobre lectura. Aquí va una breve crónica de los días vividos y disfrutados, con algunas fotos y sensaciones.

El miércoles salí bien temprano de casa y, tras unas cuantas horas de viaje y unos cuantos cientos de kilómetros llegué por la tarde a El Rompido, en Huelva. Impresiona eso de salir de casa a bajo cero y llegar a la playita donde había 18º C.


La biblioteca de El Rompido está en el antiguo faro y casa del farero. Después de subir al faro y ver la biblioteca y departir con Ana, la bibliotecaria, llegó el club de lectura.


Pasamos más de dos horas conversando sobre la lectura, los libros, las diversas posibilidades y actividades que pueden hacerse desde el club de lectura, etc. Al final también conté cuentos, claro.
Creo que fue un rato estupendo. He de decir que no conozco muchos clubes de lectura con un nivel tan extraordinario de lecturas y con una selección tan buena de títulos y autores en su haber. Fue, en verdad, una tarde deliciosa.


Al día siguiente fui a trabajar a Castilblanco de los Arroyos, en Sevilla. Carmen, la bibliotecaria, y el grupo de mujeres del club de lectura me recibieron estupendamente: un té de canela y unas pastas caseras para comenzar. También pasamos un par de horas hablando de libros, lectura, el club de lectura... y claro, al final también conté un par de cuentos.
Otra tarde deliciosa para el recuerdo.

Pero no hubo tiempo para mucho porque nada más terminar tocaba carretera de nuevo. Cogí el coche y subí por la A66 (Autovía de la Plata) hasta el norte de Cáceres, donde hice noche.
A la mañana siguiente, bien temprano, salí para Sanchidrián (Ávila) donde el CRA Tomás Luis de Vitoria se reunía para celebrar un día de convivencia.


Habían preparado la biblioteca estupendamente, y la tenían decorada con materiales de Los doce meses (¡qué ilusión!).


A las diez de la mañana ya estaba contando a los más pequeños. Después de tres sesiones divertidas y emocionantes, contando cuentos a todos los niños y niñas del CRA, tras conocer a un grupo estupendo de profesores y profesoras, subí al coche y volví a casa.
Ese es un buen momento: por un lado saborea uno los ratos maravillosos que ha compartido, y por otro sabe que a pocas horas está la familia: hogar dulce hogar ;))
Saludos

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