miércoles, 21 de diciembre de 2016

Los cuatro tipos de historias según Borges

Hablábamos el otro día en la primera sesión de "La Pippi" de los cuatro tipos de historias que afirma Jorge Luis Borges que hay. Traigo al blog la cita exacta que es de un texto de su libro El oro de los tigres titulado “Los cuatro ciclos”. La edición que yo manejo es la de Obras completas, volumen II, Emecé Editores, 1989, p. 506.

Los cuatro ciclos

Cuatro son las historias. Una, la más antigua, es la de una fuerte ciudad que cercan y defienden hombres valientes. Los defensores saben que la ciudad será entregada al hierro y al fuego y que su batalla es inútil; el más famoso de los agresores, Aquiles, sabe que su destino es morir antes de la victoria. Los siglos fueron agregando elementos de magia. Se dijo que Helena de Troya, por la cual los ejércitos murieron, era una hermosa nube, una sombra; se dijo que el gran caballo hueco en el que se ocultaron los griegos era también una apariencia. Homero no habrá sido el primer poeta que refirió la fábula; alguien, en el siglo catorce, dejó esta línea que anda por mi memoria: The borgh britened and brent to brondes and askes. Dante Gabriel Rosseti imaginaría que la suerte de Troya quedó sellada en aquel instante en que Paris arde en amor de Helena; Yeats elegirá el instante en que se confunden Leda y el cisne que era un dios.
Otra, que se vincula a la primera, es la de un regreso. El de Ulises, que, al cabo de diez años de errar por mares peligrosos y de demorarse en islas de encantamiento, vuelve a su Itaca; el de las divinidades del Norte que, una vez destruida la tierra, la ven surgir del mar, verde y lúcida, y hallan perdidas en el césped las piezas del ajedrez con que antes jugaron.
La tercera historia es la de una busca. Podemos ver en ella una variación de la forma anterior. Jasón y el Vellocino; los treinta pájaros del persa, que cruzan montañas y mares y ven la cara de su Dios, el Simurgh, que es cada uno de ellos y todos. En el pasado toda empresa era venturosa. Alguien robaba, al fin, las prohibidas manzanas de oro; alguien, al fin, merecía la conquista del Grial. Ahora, la busca está condenada al fracaso. El capitán Ahab da con la ballena y la ballena lo deshace; los héroes de James o de Kafka sólo pueden esperar la derrota. Somos tan pobres de valor y de fe que ya el happy-ending no es otra cosa que un halago industrial. No podemos creer en el cielo, pero sí en el infierno.
La última historia es la del sacrificio de un dios. Atiis, en Frigia, se mutila y se mata; Odín, sacrificado a Odín, Él Mismo a Sí Mismo, pende del árbol nueve noches enteras y es herido de lanza; Cristo es crucificado por los romanos.
Cuatro son las historias. Durante el tiempo que nos queda seguiremos narrándolas, transformadas.


Así pues, tal como afirma Borges, sólo hay cuatro tipos de historias: la ciudad cercada, el regreso, la búsqueda y el sacrificio de un dios, y todo lo que escribimos, contamos, leemos... son variaciones y combinaciones de estas cuatro historias. Bien interesante, ¿no creéis?
Saludos

5 comentarios:

  1. Me encanta la idea sintética de que las historias se dividan en cuatro tipos.

    Apoyándome en los cuentos, que son historias condensadas, veo que me cuesta a veces encajarlas en un sólo tipo y no en varias categorías (y eso sin contar la version). Quizás sea el efecto de transmisión boca oreja que tiene la tradición oral.

    Para mí y con dudas:

    Los tres cerditos sería a mi entender la ciudad defendida.

    Blancanieves, el regreso (de la misma muerte incluso).

    El sastrecillo valiente sería una búsqueda

    Y el tragaldabas,la muerte de un dios (o fuerza de la naturaleza si prefieren).

    Es un juego divertido y que genera debate y volver a preguntarle a las historias.

    Además creo que cada tipo de historia despierta áreas de interés diferentes según tu edad y experiencia. No es la misma búsqueda cuando eres joven que cuando eres mayor aunque se diga con las mismas palabras.

    Voy a intentar clasificar mi repertorio a ver que tipo disfrutó más y cual cuento menos.

    ¡Gracias por el ratito de pensar, Pep!

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    1. Gracias a ti, muy interesantes tus comentarios :-))

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    2. Y cenicienta, dónde quedaria?

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    3. Como dice Néstor, una suma de temas: quizás una búsqueda, quizás vencer una ciudad sitiada.
      Saludos

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  2. Sin embargo cenicienta es el mismo asunto que el Quijote. Buscan ambos salir del gris. Don Quijote, quiere transformarse en hada para redimir a los oprimidos

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