Este libro aporta una mirada, desde otro ángulo y con algo más de profundidad, sobre los cuentos tradicionales y los prejuicios que arrastran en nuestra sociedad. Lo hace, además, con un lenguaje muy fresco y ágil y apoyándose continuamente con ilustraciones (es un libro ilustrado, a ratos un cómic).
En mi opinión (toda esta nota de lectura refleja mi opinión, claro) el libro es bien interesante y tiene muchos aciertos, por ejemplo el formato, que facilita la lectura sin perder de vista los contenidos fundamentales del libro, lo que hace del este libro una interesante opción para acercar el libro de tradición oral a los lectores jóvenes. Pero tiene más aciertos en cuanto a los temas tratados y la manera como los aborda: sobre el origen oral y la problemática de la escritura; sobre el lugar que ocupa Disney en la polémica alrededor de los cuentos de tradición oral; sobre las interpretaciones de los cuentos; sobre la definición, análisis y clasificación de los cuentos; los capítulos en los que reflexiona sobre si los cuentos son sexistas, racistas, etc.; sobre la censura en los cuentos; sobre los cuentos hoy en día, etc.
Creo que también tiene alguna cuestión mejorable (en mi opinión, insisto), aquí va alguna: aunque el libro está bastante fundamentado tiene algunos errores, por ejemplo, habla de la primera versión de "Cenicienta" como la recogida en China en el año mil, cuando hay versiones anteriores como la egipcia que lleva la antigüedad de la historia hasta el el año 1000 o 1500 antes de nuestra era; o cuando habla de la difusión de "Las tres cidras", más conocido en el ámbito hispánico como "Las tres naranjas", dice que hay versión de ese cuento en Andalucía y en Asturias, cuando sólo en España, en las cuatro lenguas oficiales hay más de 65 versiones recogidas antes de 1994 (por todo el país), por no hablar de las decenas de versiones recogidas en Iberoamérica (incluyendo Portugal) y de las, al menos, cuatro versiones recogidas en lengua sefardita, todo esto sólo en el ámbito hispánico.
Por otro lado, el grueso de los ejemplos se elige entre las colecciones más populares, que son las de Basile, Perrault y Grimm, y aunque por un lado entiendo que eso sea así, por otro lado creo que eso empobrece la propuesta, porque hay muchas otras colecciones y muchas, muchísimas otras versiones recogidas (sólo de "Cenicienta" más de 700). Además sucede que el estudio se hace sobre versiones escritas (fundamentalmente de estas tres colecciones), pero es que el cuento tradicional es oral, no es escrito, y aunque eso plantea un problema importante a la hora de hablar de cuento tradicional por escrito, no debería obviarse (hay acceso a versiones populares orales grabadas o se podrían referenciar lugares donde es posible escuchar cuentos de viva voz –y no precisamente a cuentistas profesionales).
En cualquier caso, insisto, este libro me ha parecido muy interesante y creo que es un buen recurso para adentrarse en el laberinto del cuento de tradición oral, aunque no sea un puerto de llegada, sino una coordenada más de la travesía en el mar de las tradiciones orales y del cuento tradicional.
Un libro que os recomiendo.
Saludos