viernes, 9 de diciembre de 2011

La hija del optimista

Acabo de terminar de leer La hija del optimista, de Eudora Welty, traducido por José C. Vales, con una interesante introducción de Félix Romeo, y publicado por Impedimenta. Éste es otro de los libros de la resistencia.


Abrir este libro y zambullirse en el es como tirarse a una piscina en la que según avanzas nadando el agua va espesando y poniéndose cada vez más turbia hasta que llega un momento en el que te encuentras en medio de una desolada marisma en tinieblas. ¿Cómo hemos llegado hasta ahí? La respuesta viene de la mano del magisterio impecable y sutil de esta escritora (que ganó el Pulitzer en 1972 precisamente por esta novela) que es capaz de, partiendo de un pequeño incidente, llegar a una retahíla de inesperados sucesos, recuerdos, emociones y situaciones (a veces tan pequeñas como el vuelo asustado de un pájaro que entra en una casa) que se trenzan a nuestro alrededor creando una espesa tela de araña de la que no podremos salir. El libro rezuma melancolía: melancolía en sus momentos, sus personajes, sus recuerdos, sus pensamientos...
Un elemento muy interesante de esta novela es la gran cantidad de personajes que entran en juego, el trabajo coral es extraordinario y sirve para mostrar más aún la soledad de los protagonistas.
También se lee con gusto la estupenda introducción de Félix Romeo, joven y consolidado escritor que nos abandonó recientemente.
Una lectura recomendable.
Saludos

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