jueves, 10 de mayo de 2012

¿Tres han de ser?

Lleva este libro mucho tiempo encima de mi mesa de trabajo esperando a ser reseñado y parece que le ha llegado la hora. Se trata del álbum ¿Tres han de ser?, con texto de Darabuc e ilustraciones de Fátima Afonso. El libro está publicado por OQO.


El álbum versiona un cuento tradicional, el de la princesa que quería casarse con tres (novios, pretendientes, maridos) y que al final lo consigue pues, sólo gracias a los tres (y sus objetos mágicos), se salva de la muerte.
El cuento me gusta mucho y fue uno de los primeros cuentos tradicionales que conté (hace ya años de esto, caramba). Y la versión de Darabuc, también me gusta. Vaya por delante que Darabuc es amigo, es lector, es traductor, es escritor, es poeta, es crítico, es una persona curiosa e inquieta que trata de dar a conocer las bondades de la literatura infantil y juvenil, las bibliotecas escolaresla narración oral, etc. (entre otros ámbitos de su poliédrica vida). Pero sigamos con el texto.
Me ha gustado mucho algunos guiños de la versión de Darabuc, por ejemplo, los nombres de los tres pretendientes son estupendos y multiplican los planos posibles de interpretación y relación del texto (el que quiere ver más lejos y conocerlo todo; el que resucitó de entre los muertos; y el que desafió a la gravedad y llegó hasta el sol, más o menos), sin duda este es uno de las grandes sumas de la versión al texto. Igualmente me ha gustado mucho el final, tan lleno de silencio (esas ilustraciones tan limpias de pronto) y sugerente.
El ritmo alegre del cuento quizás se acelera un poco en el momento culminante (ese vuelo, esa pócima), pero compensa con el final demorado. El texto me parece que está escrito de manera impecable (el título es estupendo) y las ilustraciones me han gustado también mucho, acompañan sin estridencias y suman a la historia, son limpias y, pienso, muy del gusto de los niños (y de algunos adultos como yo).
Me gusta también que haya sido este texto el elegido para ser versionado (por Darabuc) y publicado (por OQO), pues pienso que es un texto valiente que nada a la contra en estos tiempos de corrección política (y estupidez supina). Un cuento ideal para contar, para escuchar, para conversar, para compartir y para soñar.
Si tuviera que ponerle una pega sería que en ninguna parte del álbum he visto que se indicara que este cuento es una versión de un cuento tradicional. He comprobado que en Sopa de nada, de este mismo autor en esta misma editorial también pasa esto, sin embargo en otros cuentos de la misma editorial sí se indica que son versiones de cuentos tradicionales, por ejemplo en Míster Cuervo. También he comprobado que en la ficha que la editorial tiene en su web sobre este libro sí se anota esta cuestión. De cualquier manera este detalle me parece importante: creo que debería indicarse en el libro también que se trata de una versión de un cuento tradicional.
Ahora bien, esta cuestión última no achica para nada el valor de este hermoso y estupendo álbum. Un libro que me gusta mucho. Una lectura imprescindible.
Saludos

2 comentarios:

  1. Gracias por tu amable reseña, Pep; más aún, por animarte a señalar también lo que no te gusta, gesto inhabitual en las críticas de la red (y que da su valor genuino a la palabra "amigo").

    Sobre la falta de mención del origen, se debe a discrepancias con la editora sobre la localización que había que darle. Sabes que la editora suele indicar, por citar justo el ejemplo de "Míster Cuervo", referencias como "a partir de un cuento tradicional turco". Pero ¿de dónde son estos cuentos? Son prácticamente universales. De la "sopa de piedras" he leído versiones españolas, francesas, inglesas, estadounidenses, africanas... Para mí, "¿Tres han de ser?" está muy relacionado con un cuento popular español, pero la editora, que había trabajado mucho con el cuento previamente, e incluso sopesado dos versiones, manejaba otras muchas de muchos orígenes. ¿Se podría haber dicho "a partir de la tradición popular" o "de un cuento popular"? Quizá sí; no encajaba con el uso y no se hizo. Como no hay voluntad de engaño (lo cual, entre otras cuestiones, sería absurdo, siendo como son dos cuentos verdaderamente populares y, en el caso de la "sopa de piedras", incluso con varias versiones recientes), en cualquier texto de la editora o mío lo verás recogido. Lo puedes llevar más lejos; la duda surgió ya con "Ojobrusco", que también nace de la tradición popular, solo que, al ser un cuento híbrido, que mezcla no ya dos ramas sino quizá dos árboles de un modo que no tengo constancia que se hubiera hecho, es más fácil situarlo junto a un modelo. Pero sigue siendo un cuento hijo de la tradición popular y, espero, inscribible en ella. En realidad, más en general, habría que hablar mucho sobre la cuestión originalidad/tradición/creatividad. Yo disfruto particularmente de la creatividad que permite la tradición, con un campo de juego más estrecho, pero, como el ajedrez, provisto de combinaciones infinitas. Y desde el punto de vista del placer creador, no veo diferencias (cuando la adaptación es lo suficientemente jugosa, lo cual siempre será subjetivo, claro). Para situarme yo mismo en comparación, miraré las versiones que tengo en álbum, a ver qué se dice, si se dice algo. Solo son de la "sopa de piedras"; si las hay de "Los tres maridos", no las conozco. Como fuere, los dos próximos álbumes (que si todo va bien llegarán algún día) tienen un origen muy claro, uno popular español y otro popular noruego. Así que me quedaré tranquilo ante la posibilidad de que puedan surgir malentendidos (pues alguno me ha llegado y no con la perfecta cortesía y franqueza con que tú lo formulas).

    Un abrazo

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  2. Darabuc, tu comentario da luz sobre esta cuestión. Si tuviera que opinar sobre lo que dices, creo que sería bueno indicar sencillamente "a partir de un cuento tradicional", o "inspirado en un cuento tradicional". A veces son muchas las tradiciones que acogen a los cuentos, como dices, y eso puede generar confusión.
    Pero reitero lo que digo en el final de mi reseña: este "pero" no hace pequeño a este cuento hermoso, de verdad hermoso.
    Un abrazo

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