Este sábado disfruté de una lectura bien enjundiosa, se trata de Los días y los libros. Divagaciones sobre la hospitalidad de la lectura, un libro que reúne varias conferencias de Daniel Goldin y que fue publicado hace unos años por la editorial Paidós. El libro está agotado y su precio en reventa de libros de segunda mano alcanza precios exorbitados (qué bien tener cerca siempre una biblioteca).
El libro reúne un total de siete conferencias que reflexionan sobre los libros, la lectura, la lengua, los cuentos, la infancia, los retos editoriales, la formación de lectores... entre otros temas. Reflexiones de un lector curioso (y de un editor muy interesante) que abren puertas a otros libros y autores, merodean certidumbres y muestran sus otras caras, afirman preguntas y sugieren dudas; pero sobre todo reflexiones escritas con un lenguaje hermoso, cercano y conciso, que avanza entre ideas y citas con firmeza y, al mismo tiempo, con cautela.
Este es un libro para leer y releer, un libro que lleno de sugerencias, reflexiones e ideas sobre las que dialogar y pensar. Un libro que es una invitación para pensar sobre la lectura y los lectores, un libro hospitalario que habla sobre la hospitalidad de la lectura, porque "Dar de leer es abrir un espacio que fractura el tiempo regular, que da serenidad, que permite la llegada de viento fresco en la habitación. También, y fundamentalmente, es dar poder a otro para que sea otro, en un doble sentido: diferente de nosotros y diferente de sí mismo." (pp. 25 y 26).
Hay unas cuantas páginas dedicadas a la oralidad y a los cuentos populares, algunas de ellas con una mirada bien interesante a partir de los estudios de Robert Darnton. Dice Goldin: "los cuentos provenientes de la narración oral, recogidos luego en la obra de Perrault, lejos de velar su mensaje con símbolos retrataban verazmente un mundo de cruda brutalidad, al mismo tiempo que establecían un espacio donde sus habitantes compartían o procesaban experiencias ordinarias" (p. 44), es decir: incestos, asesinatos, abusos, hambre, madrastras, injusticias... y continúa: "¿Podemos seguir sosteniendo que los cuentos representan simbólicamente los fuertes conflictos de la psique? (...) Estoy convencido de que es cierto lo que [Bruno Bettelheim] sostiene si hablamos de niños de hoy. Pero dudo que los niños y los adultos de antaño hayan encontrado soluciones a sus problemas, porque ellos los vivían como una representación del universo descarado que era su hábitat, no como un mensaje simbólico." (p. 45). Y más adelante continúa la reflexión: "para los narradores campesinos los cuentos no eran sólo un medio de diversión o entretenimiento: creían que eran convenientes para pensar. Los reelaboraban a su manera, usándolos para pensar. En ese proceso, infundían a los cuentos muchos significados, la mayoría de los cuales se han perdido hoy día porque estaban empotrados en contextos y situaciones que hoy no pueden recobrarse." (p. 46). Muy interesante, como podéis ver.
Como curiosidad os diré que conocí a Daniel cuando leía esa conferencia: "La invención del niño". Recuerdo aquel salón lleno de profesores, educadores, bibliotecarios, algunos narradores también... fue en México DF, en la FILIJ (noviembre del 1999), y todavía recuerdo la honda impresión que me causaron algunos pasajes de aquella conferencia. Ha sido maravilloso poder leerla tantos años después.
Como os podéis imaginar este libro que me ha interesado mucho y, por lo tanto, os lo recomiendo encarecidamente. Yo lo devuelvo la próxima semana a la biblioteca y cruzo los dedos para que pronto se vuelva a reeditar.
Saludos
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