miércoles, 16 de diciembre de 2009

Una reflexión sobre el sexo

Quizás algún día hable aquí de libros picantosos, obscenos, vergonzantes, lascivos... tengo una buena colección de cuentos que van del sutil erotismo a la guarrería más descarnada, empecé a comprarlos por cuestiones del oficio (es difícil contar buenos cuentos picantes) y, qué queréis que os diga, me he ido aficionando. Además son un contrapunto estupendo para variar la lectura habitual de mis días y, sobre todo, son un recurso maravilloso para mis sesiones de adultos. Muchos de ellos (los mejores) son libros que contienen colecciones de cuentos tradicionales de adultos: pura oralidad.
Aunque en este blog toco un poco de todo pensaba no referirme a este asunto en cuestión, pero después de leer el otro día a Houellebecq no me puedo quitar de la cabeza un párrafo que aquí os dejo.

"Lo que los occidentales ya no saben hacer es precisamente eso: ofrecer su cuerpo como objeto agradable, dar placer de manera gratuita. Han perdido por completo el sentido de la entrega. Por mucho que se esfuercen, no consiguen que el sexo sea algo natural. No sólo se avergüenzan de su propio cuerpo, que no está a la altura de las exigencias del porno, sino que, por los mismos motivos, no sienten la menor atracción hacia el cuerpo de los demás. Es imposible hacer el amor sin un cierto abandono, sin la aceptación, al menos temporal, de un cierto estado de dependencia y de debilidad. La exaltación sentimental y la obsesión sexual tienen el mismo origen, las dos proceden del olvido parcial de uno mismo; no es un terreno en el que podamos realizarnos sin perdernos. Nos hemos vuelto fríos, racionales, extremadamente conscientes de nuestra existencia individual y de nuestros derechos; ante todo, queremos evitar la alienación y la dependencia; para colmo estamos obsesionados con la salud y con la higiene: ésas no son las condiciones ideales para hacer el amor." (Michel Houellebecq, Plataforma, Anagrama, p. 216).

Pues eso.
Saludos

4 comentarios:

  1. Interesante reflexión. No he leído nada de Houellebecq, aunque por lo poco que sé de él, me cae bastante simpático. Tras tu post intentaré leer algo. Sobre todo me han gustado las observaciones sobre el "abandono" y el "olvido de uno mismo", dos cosas imprescindibles para entregarse... -amorosamente, espiritualmente, físicamente, sexualmente- añado yo. Acertado y muy bonito.
    Un saludo,

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  2. Sí Víctor, una reflexión muy interesante. Ya dije que no pensaba ponerla, pero es que no me la he podido quitar de la cabeza.
    A mí me encantó Las partículas elementales, y Plataforma también me ha gustado mucho.
    Un saludo

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  3. Qué mal, ¡me siento tan identificada!. He llegado a la conclusión de que no quiero ser occidental. Isabel L.

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  4. Bueno, Isabel, no todos los occidentales son así, las generalizaciones, ya sabes... de todas formas te recomiendo a este autor, tiene siempre una mirada interesante hacia el sexo.
    Un saludo

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