En el vuelo de Madrid a Santiago de Chile me dio tiempo a hacer un montón de cosas, entre ellas, leer. Llevaba en la mochila un librito que me regaló
Ana Garralón diciéndome: "te va a gustar", y sí, claro, fue una lectura bien entretenida. Se trata de
Pulgarcita, escrito por
Michel Serres, traducido por
Alfonso Díez y publicado por Gedisa.
El libro es un ensayo que es la suma de tres (Pulgarcita, Escuela, Sociedad) en el que reflexiona sobre los cambios vertiginosos de la sociedad actual y como afectan a los individuos (especialmente a las nuevas generaciones), a la escuela y a la sociedad en su conjunto.
El ensayo está escrito de manera ágil, lúcida y profunda, se lee con verdadero placer y se discute con el texto en un diálogo enriquecedor del que uno siempre sale fortalecido (y muchas veces convencido).
Si tuviera que poner algún pero al libro sería esa visión un tanto idílica del uso de la tecnología (sobre todo, insisto, por parte de los más jóvenes; por no hablar de esa idea que creo todavía irreal de que todo el saber está ahí), aunque bien es verdad que hay muchas de las reflexiones, comentarios y propuestas que hace el autor que son en verdad deslumbrantes y muy sugerentes. Me ha convencido en bastantes cuestiones relativas a las posibilidades de la tecnología y de la red para la perfectibilidad de la sociedad (y del individuo), pero creo que aún hay mucho camino por recorrer. También es impecable en su análisis del momento y de los cambios que se están sucediendo: cambios en las formas de hacer, de leer, de comunicarse, de pensar... que están afectando al fondo de los individuos.
Hay también reflexiones muy interesantes sobre esta oralidad-escrita actual a través de móviles y chats: "Ese parloteo de las Pulgarcitas y los Pulgarcitos, este caos del mundo, ¿anuncian quizás una era, o es que van a mezclarse una segunda edad oral y los escritos virtuales? Esta novedad, ¿cubrirá con sus olas la era de la página que nos formateó? Desde hace tiempo percibo esta nueva era oral emanada de lo virtual." (p. 87)
Y muchas, muchas reflexiones sugerentes y ricas: "Lo desigual tiene virtudes que la razón no conoce. Práctico y rápido, el orden puede, sin embargo, aprisionar; favorece los movimeintos perao acaba congelando. Indispensable para al acción, el
check-list puede esterilizar el descubirmiento. Por el contrario, el aire penetra en el desorden, como un mecanismo que tiene juego. Y el juego provoca la invención." (p. 66)
Una lectura que me ha interesado mucho y que ha sido en verdad muy nutritiva. Os animo a que le echéis un vistazo.
Saludos