En estos días traigo al blog el libro El Valle de la Deseada, del cuentista Digo Magdaleno, publicado por Palabras del Candil en su colección "1001 Noches" (de hecho es el número 8 de dicha colección). Como algunos de vosotros ya sabéis esta editorial está dedicada a la publicación de libros y cuentos de narradores orales, es un proyecto que fundamos entre ocho amigos y entusiastas de la palabra dicha allá por 2005 y que, a estas alturas, cuenta con unos 50 títulos en catálogo.
La colección "1001 Noches" interpela directamente a lectores jóvenes y adultos y es un lugar ideal para encontrarse con textos como El Valle de la Deseada, una novela que incluye un buen puñado de cuentos de la tradición oral. Pero dejadme que os hable del libro.
El Valle de la Deseada nos cuenta la historia de Miguel o, más bien, Felipe, "una persona huyendo de su presente, alejándose de él para convertirlo en su pasado (...) un personaje que no ha elegido ser el protagonista" (p. 9), tal como afirma el narrador en las primeras páginas. Un viaje que comienza como una huida y que acaba siendo la realización de un propio camino en pos de un destino propio.
Y este viaje implica una búsqueda personal (en cuanto a su ser y a su forma de relacionarse con los otros –ay, que suena muy empingorotado, es que no quiero dar pistas–), pero también un hallazgo de una voz propia, articulada a partir de la tradición oral, y que le sirve para acabar siendo un narrador oral. Así pues, en ese doble viaje (que acaba siendo, a la postre, dos caras de un mismo viaje), acompañamos a Felipe a lo largo del libro.
En sus páginas encontramos historias de amor poderosas; aventuras y misterios de esos que te tienen pegado al libro; cuentos fantásticos de la tradición oral; personajes inolvidables como Felipe, María Castaña, Joao, Saturnino, Manuel, las Marimantas...; y un lugar hermoso, la Sierra de Huelva, donde transcurren sus historias y viven sus protagonistas. Esta Sierra (sus gentes, costumbres, paisajes y pueblos) acaba siendo casi un personaje más de la novela.
Además de la lectura emocionante de la historia (las historias) y los casi 30 textos recogidos de la tradición oral que incorpora la novela, el libro cuenta con otro detalle de mucho interés para quienes nos dedicamos a la narración oral: podemos ver de primera mano cómo una persona que conocía cuentos, que disfrutaba escuchándolos y contándolos, acaba siendo un narrador oral que vive de ello. Seguro que muchos de nosotros, de nosotras, nos sentimos identificados en algunos de los momentos que vive Felipe (dando con la propia voz, buscando repertorio, viviendo con nervios y emoción las primeras funciones...).
En suma, una novela que he disfrutado mucho y cuya lectura os recomiendo.
Saludos
jueves, 28 de noviembre de 2019
domingo, 24 de noviembre de 2019
La sombra del olvido
El cuento que conté el pasado sábado en "Esto me suena a pueblo" (RNE), en la sección CUENTOS DE VIEJAS está publicado en La sombra del olvido, vol. II, Tradición oral en el Somontano occidental de Barbastro, una publicación que reúne textos de la tradición recogidos en 1999 por Sandra Araguás, Nereida Muñoz y Estela Puyuelo, que publica el Instituto de Estudios Altoaragoneses de la Diputación de Huesca. Hay al menos otro libro (que tengo en casa) de esta colección de recopilación de tradición oral en Huesca.
EL CUENTO
El cuento que conté el pasado sábado en la sección CUENTOS DE VIEJAS se titula "Los tres cabrititos", y es una variante de un cuento popular muy conocido "Los siete cabritillos", conocido como tipo "El lobo y los cabritillos" (ATU 123). El cuento se encuentra en la página 37 del libro y es el número 6 de la colección. El cuento fue contado por Antonio Zamora Bistuer, de 91 años, en Colungo. Aquí tenéis el audio del programa (merece la pena escucharlo completo), el cuento lo tenéis a partir del minuto 15:00. O directamente aquí debajo (o aquí).
LA COLECCIÓN
El libro incluye textos de narrativa (relatos de ficción, chistes, leyendas, historia oral, etc.), dances y bailes, géneros dramáticos y géneros menores (adivinanzas, trabalenguas, refranes, dichos...), además de otros textos de creación popular. Ah, y también incluye un cedé en la trasera de la cubierta.
La parte que más me interesa, la de los cuentos, reúne un total de unos 130 cuentos, muchos de ellos breves, muy frescos y de muy buen humor.
Creo que es un libro valioso por la fotografía que hace de cómo estaba de viva la tradición oral en esa zona de la provincia de Huesca a finales del S. XX, pero también un libro bien interesante para quienes trabajamos con la palabra dicha porque trae un buen puñado de recursos (repertorio, variantes, estilos...).
El cuento que conté el pasado sábado en la sección CUENTOS DE VIEJAS se titula "Los tres cabrititos", y es una variante de un cuento popular muy conocido "Los siete cabritillos", conocido como tipo "El lobo y los cabritillos" (ATU 123). El cuento se encuentra en la página 37 del libro y es el número 6 de la colección. El cuento fue contado por Antonio Zamora Bistuer, de 91 años, en Colungo. Aquí tenéis el audio del programa (merece la pena escucharlo completo), el cuento lo tenéis a partir del minuto 15:00. O directamente aquí debajo (o aquí).
Sobre esta variante os comento alguna cosa que me parece muy interesante.
Por un lado que en vez de 7 cabritillos hable de 3 es, en mi opinión, una manera de normalizar un cuento, de hacerlo algo más verosímil, porque ¿una cabra puede parir siete cabritillos o es más creíble, más posible, más verosímil, que pueda parir tres? Además, si os fijáis, no están en una cabra, sino que están en un "cerrao", en un corral, vamos que el narrador popular ha ubicado el cuento en el territorio que habita y que conoce, donde las cabras pueden parir hasta tres chivillos y están encerradas en un corral. Ah, y donde la cabra no va a comprar, que va a pastar (o a hacer lo que haga una cabra). Y el cabritillo chico no se esconde detrás de un reloj... Veis, son detalles de "racionalizar" el cuento, de hacerlo veraz. Estas cosas suceden con los cuentos y cuando das con una variante así resulta muy interesante.
Por otro lado el final es fabuloso, la idea de que el lobo muere y acaba llegando al mar donde se lo comen los tiburones es una sorpresa completa, una delicia.
Como veis, una versión bien entretenida y jugosa.
No dejéis de asomaros a esta colección de La sombra del olvido, seguro que encierra muchas y muy interesantes sorpresas. Ojalá os haya gustado el cuento y os haya resultado entretenida esta entrada.
Saludos
Por otro lado el final es fabuloso, la idea de que el lobo muere y acaba llegando al mar donde se lo comen los tiburones es una sorpresa completa, una delicia.
Como veis, una versión bien entretenida y jugosa.
No dejéis de asomaros a esta colección de La sombra del olvido, seguro que encierra muchas y muy interesantes sorpresas. Ojalá os haya gustado el cuento y os haya resultado entretenida esta entrada.
Saludos
sábado, 23 de noviembre de 2019
Lágrimas en los tejados
Esta mañana comencé y terminé Lágrimas en los tejados, la primera novela escrita por Sandra Araguás, cuentista, folclorista, escritora y amiga, y publicada en la editorial SinCabeza. Por cierto, mi ejemplar pertenece a la segunda edición.
Este libro nos cuenta la historia de Ana, una mujer muy apegada a su abuelo, a quien acompaña en los últimos meses de su vida. Este tiempo en el que transcurre la novela se va desplegando en saltos a otros momentos y a otras voces que nos van contando la historia de Pilar y de Antón, un joven matrimonio que tiene que separarse cuando los militares sublevados contra la II República llegan a Bielsa para, al igual que han hecho con otros pueblos cercanos, arrasar con todo y con todos. Y así, tejiendo con distintas voces narrativas, recuerdos e instantes, se va elaborando la urdimbre de esta novela por la que desfilan un completo plantel de personajes bien interesantes (los padres de Ana, Mariano, Josefina, Martín, la señora Trufau...) y de historias bien hermosas.
Como muchos ya habréis imaginado en el corazón de esta historia late un hecho histórico, la Bolsa de Bielsa, la defensa numantina que en muy gran desventaja sostuvieron los republicanos frente a los militares sublevados contra la República. Y es que hay una gran protagonista, sin ser personaje ni hecho, que atraviesa el libro de la primera a la última página, se trata de la memoria. La memoria común, lo que sucedió, lo que vivimos, como fundamento para edificarnos en el presente y seguir caminando hacia el mañana. Somos lo que recordamos. Por eso no es baladí que Antón esté atenazado por el olvido, como tampoco lo es que Ana acabe asumiendo esa historia (que incluso ha llegado a odiar en algún momento) y acabe conviviendo con ella y aprendiendo de ella; e incluso acabe preservándola. Esa memoria fijada en los recuerdos y en las piedras de las casas, en las palabras que repite la lumbre en las chimeneas. Es bien interesante la recreación histórica que la autora ha hecho de aquellos días aciagos (seguro que no pocos paseos y entrevistas por la zona están detrás de tan afinada recreación), de aquella resistencia que permitió, en condiciones durísimas, la evacuación de la población civil.
Antes de terminar esta nota de lectura, dos breves cuestiones. Una, sobre la estructura: he disfrutado esta armazón coral del libro, esta arquitectura que huye de una propuesta lineal, acaso más sencilla, y se atreve con una suma de miradas y momentos, aportando hondura a la historia y espesor literario a la trama. Y dos, sobre el propio libro: el libro como objeto está muy cuidado, tapa dura, ilustración de cubierta de Alberto Gamón, papel de buen gramaje, tamaño de letra cómodo, caja generosa... da mucho gusto leer libros tan bien hechos.
Una lectura bien emocionante que os recomiendo.
Saludos
Este libro nos cuenta la historia de Ana, una mujer muy apegada a su abuelo, a quien acompaña en los últimos meses de su vida. Este tiempo en el que transcurre la novela se va desplegando en saltos a otros momentos y a otras voces que nos van contando la historia de Pilar y de Antón, un joven matrimonio que tiene que separarse cuando los militares sublevados contra la II República llegan a Bielsa para, al igual que han hecho con otros pueblos cercanos, arrasar con todo y con todos. Y así, tejiendo con distintas voces narrativas, recuerdos e instantes, se va elaborando la urdimbre de esta novela por la que desfilan un completo plantel de personajes bien interesantes (los padres de Ana, Mariano, Josefina, Martín, la señora Trufau...) y de historias bien hermosas.
Como muchos ya habréis imaginado en el corazón de esta historia late un hecho histórico, la Bolsa de Bielsa, la defensa numantina que en muy gran desventaja sostuvieron los republicanos frente a los militares sublevados contra la República. Y es que hay una gran protagonista, sin ser personaje ni hecho, que atraviesa el libro de la primera a la última página, se trata de la memoria. La memoria común, lo que sucedió, lo que vivimos, como fundamento para edificarnos en el presente y seguir caminando hacia el mañana. Somos lo que recordamos. Por eso no es baladí que Antón esté atenazado por el olvido, como tampoco lo es que Ana acabe asumiendo esa historia (que incluso ha llegado a odiar en algún momento) y acabe conviviendo con ella y aprendiendo de ella; e incluso acabe preservándola. Esa memoria fijada en los recuerdos y en las piedras de las casas, en las palabras que repite la lumbre en las chimeneas. Es bien interesante la recreación histórica que la autora ha hecho de aquellos días aciagos (seguro que no pocos paseos y entrevistas por la zona están detrás de tan afinada recreación), de aquella resistencia que permitió, en condiciones durísimas, la evacuación de la población civil.
Antes de terminar esta nota de lectura, dos breves cuestiones. Una, sobre la estructura: he disfrutado esta armazón coral del libro, esta arquitectura que huye de una propuesta lineal, acaso más sencilla, y se atreve con una suma de miradas y momentos, aportando hondura a la historia y espesor literario a la trama. Y dos, sobre el propio libro: el libro como objeto está muy cuidado, tapa dura, ilustración de cubierta de Alberto Gamón, papel de buen gramaje, tamaño de letra cómodo, caja generosa... da mucho gusto leer libros tan bien hechos.
Una lectura bien emocionante que os recomiendo.
Saludos
lunes, 18 de noviembre de 2019
Los cuentos que me contaron por el camino de don Quijote
El cuento que conté el pasado sábado en "Esto me suena a pueblo" (RNE), en la sección CUENTOS DE VIEJAS está publicado en Los cuentos que me contaron por el camino de don Quijote, una selección de 177 cuentos de entre los miles que recogió Javier Villafañe cuando vino a España en la década de los 80 del pasado siglo para recorrer los caminos de don Quijote. Esta edición está publicada por la editorial Palabras del Candil.
LA COLECCIÓN
Este libro no es una colección de cuentos tradicionales recogidos por un experto del folclore, como algunos de los libros que he recomendado en las últimas semanas, pero lo traigo aquí porque incluye un buen puñado de cuentos tradicionales. Os cuento la historia del libro y entenderéis mejor esto que cuento. En la década de los 80 el escritor y titiritero argentino Javier Villafañe vino a España con sus títeres para recorrer los caminos por los que transcurrieron las aventuras de don Quijote; cuando llegaba a un pueblo iba hasta el colegio y se ofrecía para hacer una función de títeres, a cambio, los niños y niñas le "pagaban" escribiéndole un cuento. Así fue como recogió a lo largo de su periplo unos 50.000 cuentos de niños y niñas de La Mancha en esos años. De aquellos cuentos recogidos se hizo una selección y se publicaron 177.
Muchos de estos cuentos son inventados, pero muchos otros son textos de la tradición oral (que todavía estaba muy viva en esos años y en esa zona), algunos, de hecho, son pequeñas joyitas.
EL CUENTO
EL CUENTO
El cuento que conté el pasado sábado en la sección CUENTOS DE VIEJAS se titula "La gallina en el pino", y es una variante de un cuento popular muy conocido "La mierla y la zorra" (ATU 56A). El cuento se encuentra en la página 147 del libro y lo escribió Juan Miguel Nuño Mejía, un niño de 12 años, en el municipio de Viso del Marqués. Aquí tenéis el audio del programa (merece la pena escucharlo completo), el cuento lo tenéis a partir del minuto 17:07. O directamente aquí debajo (o aquí).
Sobre esta versión que he contado hay poco que comentar. Me gusta mucho el cuento tal cual está recogido y sólo he hecho una elisión al final, concretamente no cito a ninguna divinidad (no creo que sea necesario). Ah, no pude resistirme y una vez terminado el cuento añadí otro final (quizás el más conocido) de este mismo cuento.
No dejéis de curiosear en este libro, es bien sabroso. Ojalá os haya gustado el cuento y os haya resultado de interés la entrada.
Saludos
No dejéis de curiosear en este libro, es bien sabroso. Ojalá os haya gustado el cuento y os haya resultado de interés la entrada.
Saludos
domingo, 17 de noviembre de 2019
El cuentacuentos
Acabo de terminar de leer El cuentacuentos, novela escrita por Antonia Michaelis, traducida por Margarita Santos y publicada por FCE en su colección de narrativa "A través del espejo". El libro, por cierto, tiene una historia: lo compró Daniel Goldin para leerlo en el vuelo desde México cuando vino a participar en el Seminario de Formación Continua y, como se llevaba varios libros de vuelta (y mucho peso para la maleta), decidió dejar este aquí, de hecho me dijo que tal vez, sin saberlo, lo había comprado para dármelo a mí (que soy un cuentista). Qué cosas pasan.
La novela nos cuenta la historia de Anna y Abel, dos jóvenes en el último curso de instituto antes de pasar a la universidad. Abel es un muchacho muy misterioso y con una vida bien complicada: menor de edad y con una hermana más pequeña a su cargo, teniendo que estudiar (es un año decisivo) y, al mismo tiempo, trabajar en lo que sea para que ambos puedan sobrevivir; a todo esto hemos de añadir que Abel está acuciado por los servicios sociales que han detectado que sucede algo irregular en esa familia. Por otro lado Anna, de buena familia, con recursos y buena estudiante.
Y ojo, no se trata de una previsible historia de amor adolescente, es más bien un thriller en el que esa historia tiene importancia pero en la que otros sucesos (y giros inesperados) jalonan el hilo narrativo (que acaba conteniendo un buen puñado de muertos, tráfico de drogas, prostitución, celos, etc.). Hay, además, algunos momentos muy impactantes dentro de la trama (brutal la angustia en la caseta del guardabotes y, más adelante, cuando Anna se pierde en la tormenta de nieve).
¿Por qué se titula El cuentacuentos? Aquí va la explicación: la trama de la novela sucede paralela a la narración de un cuento que Abel va contando a Micha (su hermana) y Anna, en dicho cuento (que se maneja en el ámbito de lo simbólico/metafórico) van apareciendo claves para entender los sucesos de la novela. El maridaje funciona a las mil maravillas: refresca y completa la acción, la carga de contenido y aporta su granito de arena a la oscuridad de la historia.
El final de la novela resulta bastante duro, te golpea fuerte, y logra que no puedas dejar de pensar en la historia, en sus personajes, en algunas situaciones complejas y difíciles, en las acciones y sus consecuencias. Creo que es también una novela muy valiente y con algún punto controvertido (insisto: especialmente en el momento de la casa del guardabotes, lo que allí sucede y cómo lo vive Anna).
En verdad es una novela que me ha tenido muy enganchado y que he leído con mucho gusto. Un libro que os recomiendo.
Saludos
La novela nos cuenta la historia de Anna y Abel, dos jóvenes en el último curso de instituto antes de pasar a la universidad. Abel es un muchacho muy misterioso y con una vida bien complicada: menor de edad y con una hermana más pequeña a su cargo, teniendo que estudiar (es un año decisivo) y, al mismo tiempo, trabajar en lo que sea para que ambos puedan sobrevivir; a todo esto hemos de añadir que Abel está acuciado por los servicios sociales que han detectado que sucede algo irregular en esa familia. Por otro lado Anna, de buena familia, con recursos y buena estudiante.
Y ojo, no se trata de una previsible historia de amor adolescente, es más bien un thriller en el que esa historia tiene importancia pero en la que otros sucesos (y giros inesperados) jalonan el hilo narrativo (que acaba conteniendo un buen puñado de muertos, tráfico de drogas, prostitución, celos, etc.). Hay, además, algunos momentos muy impactantes dentro de la trama (brutal la angustia en la caseta del guardabotes y, más adelante, cuando Anna se pierde en la tormenta de nieve).
¿Por qué se titula El cuentacuentos? Aquí va la explicación: la trama de la novela sucede paralela a la narración de un cuento que Abel va contando a Micha (su hermana) y Anna, en dicho cuento (que se maneja en el ámbito de lo simbólico/metafórico) van apareciendo claves para entender los sucesos de la novela. El maridaje funciona a las mil maravillas: refresca y completa la acción, la carga de contenido y aporta su granito de arena a la oscuridad de la historia.
El final de la novela resulta bastante duro, te golpea fuerte, y logra que no puedas dejar de pensar en la historia, en sus personajes, en algunas situaciones complejas y difíciles, en las acciones y sus consecuencias. Creo que es también una novela muy valiente y con algún punto controvertido (insisto: especialmente en el momento de la casa del guardabotes, lo que allí sucede y cómo lo vive Anna).
En verdad es una novela que me ha tenido muy enganchado y que he leído con mucho gusto. Un libro que os recomiendo.
Saludos
lunes, 11 de noviembre de 2019
Cuentos castellanos de tradición oral
El cuento que conté el pasado sábado en "Esto me suena a pueblo" (RNE), en la sección CUENTOS DE VIEJAS está publicado en Cuentos castellanos de tradición oral, una selección de cuentos populares recogidos por Joaquín Díaz, que cuenta con prólogo y estudio de Maxime Chevalier. Esta colección está publicada por la editorial Ámbito.
Si escucháis el audio comprobaréis que conté otro cuentecito (sí, fueron dos cuentos en esos seis minutos), hablo también con más detalle del mismo al final.
LA COLECCIÓN
Este librito incluye 63 cuentos recogidos por el músico y folclorista Joaquín Díaz en la provincia de Valladolid. Son cuentos muy frescos, bastante breves en general, con variantes interesantes y muy fáciles para contar. El libro cuenta con un prólogo al libro (breve pero muy enjundioso) y unas notas a los textos (bastante completas e imprescindibles para cuentistas) de Maxime Chevalier. Las notas ocupan 50 páginas (un tercio del libro) y nos dan pista de dónde podemos encontrar cuentos similares en otras colecciones (bendito ATU).
EL CUENTO
El cuento que conté el pasado sábado en la sección CUENTOS DE VIEJAS se titula "El arroz del soldado", y es una variante de un cuento popular muy conocido "Sopa de piedra" (ATU 1548), así que por una confusión con estos dos títulos, el audio al final lo denominamos: "Sopa de arroz". El cuento se encuentra en la página 71 del libro (y lleva el número 37 de la colección). Aquí tenéis el audio del programa (merece la pena escucharlo completo), el cuento lo tenéis a partir del minuto 16:44. O directamente aquí debajo (o aquí).Si echáis un vistazo al libro veréis que la versión que he contado es bastante fiel al texto que incluye, por lo que no tengo mucho que contar. Me gusta más la versión más conocida del cuento ("Sopa de piedra"), es uno de mis cuentos favoritos y hablo con bastante detalle sobre este cuento en esta entrada en el blog que os recomiendo (especialmente si os interesan los cuentos populares).
Por cierto, atendiendo a una petición al programa conté además una versión (una de las muchas que hay) del cuento de "La zorra y el lobo pescador" (ATU 2), también conocido como "La zorra y las sardinas" o, como dijo la oyente, "El sardinero y la zorra". No sé a vosotros, pero a mí me ha emocionado escuchar la petición –se le quiebra la voz al recordar que su abuela le contaba ese cuento cuando era niña– y ha sido un placer contar este cuentito extra.
No dejéis de asomaros a este libro lleno de buenas historias. Ojalá os haya gustado el cuento y os haya resultado de interés la entrada.
Saludos
No dejéis de asomaros a este libro lleno de buenas historias. Ojalá os haya gustado el cuento y os haya resultado de interés la entrada.
Saludos
martes, 5 de noviembre de 2019
"Contar" en Peonza
Acaba de salir el número 130 de la revista de literatura infantil y juvenil Peonza (el número de octubre de 2019), y en su página 102 incluye una completa reseña de Contar, el libro sobre narración oral que escribí para A buen paso y que cuenta con unas maravillosas ilustraciones de Andrea Antinori. La reseña es estupenda y viene firmada por Manuel Castaño Crespo, ¡muchas gracias!
Haciendo clic sobre la fotografía esta se amplía y podréis leer el texto sin problemas.
Saludos
Haciendo clic sobre la fotografía esta se amplía y podréis leer el texto sin problemas.
Saludos
domingo, 3 de noviembre de 2019
Les cent millors rondalles populars
El cuento que conté el pasado sábado en "Esto me suena a pueblo" (RNE), en la sección CUENTOS DE VIEJAS está publicado en Les cent millors rondalles populars, una selección de cuentos populares recogidos en Cataluña, editados y publicados por Joan Amades en la editorial Selecta en dos pequeños y manejables volúmenes.
No dejéis de curiosear en este hermoso libro y su colección de historias. Ojalá os haya gustado el cuento y os haya resultado de interés la entrada.
Saludos
LA COLECCIÓN
Esta selección de cuentos populares pretende ser una muestra de la riqueza y variedad de los cuentos de la tradición oral recogidos en Cataluña, así como de su universalidad (en cuanto a lo común que tienen con todos los cuentos recogidos en el resto de España y en otras culturas y países) y de sus rasgos particulares.
Yo tengo la primera edición (el primer volumen se publicó en 1948 y el segundo volumen en 1949) y, aunque está algo fatigada, siempre resulta muy placentero asomarse a sus historias.
No leo catalán habitualmente, y aunque nací en Barcelona mi lengua materna fue el castellano. Aun así el catalán me resuena muy cercano y, sin saber hablarlo, lo entiendo cuando lo escucho y, con un poquito de empeño, también cuando lo leo. De todas maneras me ocurre con el catalán como con otras lenguas cercanas (portugués, gallego, italiano, asturiano, aragonés...) en cuanto llevo un tiempo escuchándolo/leyendo resulta bastante comprensible (otra cosa es que tratara de escribir un texto en esas otras lenguas, eso lo veo muy difícil –por no decir osado, atrevido, imposible–; pero entenderlo, eso sí, eso es otra cosa).
Ah, para cualquier duda utilizo el diccionario de S. Albertí, es estupendo.
Digo todo esto para que entendáis que esta no es una colección que leo o releo a menudo (no por nada, es por la sencilla razón de que leo mucho más rápido en castellano, ¡y hay tanto por leer!), pero sí es una colección de cuentos que consulto cuando ando detrás de versiones distintas de cuentos en los que trabajo. Es una lástima que no tenga los cuentos clasificados según el ATU (pero también es, hasta cierto punto, lógico, pues justo en esos años comenzaban a aparecer las primeras publicaciones así ordenadas) pues eso me facilitaría manejar y trabajar con esa colección.
EL CUENTO
El cuento que conté el pasado sábado en la sección CUENTOS DE VIEJAS tiene un título con el que no ando muy conforme (porque rompe la sorpresa final del cuento) y, por lo tanto, lo voy a titular "Hermano rico, hermano pobre" (más adelante os pongo el título del libro, pero antes os recomiendo que escuchéis el cuento). El cuento se encuentra en la página 152 del primer volumen. Aquí tenéis el audio del programa (merece la pena escucharlo completo, de verdad), el cuento lo tenéis a partir del minuto 15:40. O directamente aquí debajo (o aquí).
El cuento que conté el pasado sábado en la sección CUENTOS DE VIEJAS tiene un título con el que no ando muy conforme (porque rompe la sorpresa final del cuento) y, por lo tanto, lo voy a titular "Hermano rico, hermano pobre" (más adelante os pongo el título del libro, pero antes os recomiendo que escuchéis el cuento). El cuento se encuentra en la página 152 del primer volumen. Aquí tenéis el audio del programa (merece la pena escucharlo completo, de verdad), el cuento lo tenéis a partir del minuto 15:40. O directamente aquí debajo (o aquí).
Antes de seguir leyendo espero que hayáis escuchado ya el audio del cuento.
Dejando de un lado lo del cambio del título (y que he contado el cuento en castellano, claro) creo que he respetado bastante la versión que publica Joan Amades en su colección. Así que no tengo mucho más que comentar.
En cuanto al título original del cuento, este es: "Per què l'aigua del mar és salada", pero como os podéis imaginar, si os digo el título antes de escuchar el cuento el final resulta algo previsible y pierde gran parte de su sorpresa. En el audio podéis ver cómo Ciudadano García se sorprende al escucharlo. Y sí, claro, es un cuento etiológico que explica por qué el mar es salado, pero lo explica casi de casualidad y gracias a otra historia que es el núcleo fuerte del cuento.
Por eso, si yo fuera a contar este cuento delante de un público tendría dos opciones: no decir el título hasta haber terminado de contarlo, o, si tuviera que decir el título antes, no diría el que viene en el libro y buscaría otro (como el que he sugerido) que velase la sorpresa final.
Saludos
El infinito en un junco
Hace unas semanas leí, en un suplemento cultural, una elogiosa reseña de El infinito en un junco. La invención de los libros en el mundo antiguo, un libro escrito por Irene Vallejo y publicado por la editorial Siruela en su Biblioteca de ensayo. A esta escritora la conocí por un hermoso artículo publicado en la web de AEDA: "Hilo de voz", y desde entonces no he dejado de leer las columnas que escribe para El Heraldo de Aragón. Por eso, en cuanto vi la oportunidad, compré el libro y me puse a leerlo.
El infinito en un junco es un libro sobre la invención de los libros en la antigüedad, un libro que nos recuerda que somos seres de palabras, animales que se alimentan de historias, y que la preservación de esas historias ha sido una cuestión vital para el ser humano. Por eso en este libro se habla de narración oral (mucho y de manera muy hermosa), de memoria (y de la escritura que trata de conservarla), de lectura en voz alta, de palabra y pensamiento, de libros (tablillas, rollos, etc.), de bibliotecas (absolutamente maravilloso todo lo que cuenta), de librerías, de amanuenses y copistas, de lectores y lectoras... y de cómo la escritura y los libros han sido nuestros mejores y más fieles aliados y nos han permitido establecer un diálogo a lo largo de los siglos con autores e ideas (y lo que eso ha supuesto para la humanidad).
Es muy interesante todo lo que cuenta Irene Vallejo, pero es que además es muy hermoso cómo lo cuenta, mucho. Y en este sentido me ha impresionado leer un texto tan bien documentado, tan profuso, tan lleno de datos e información pero, al mismo tiempo, un texto escrito de manera ágil (con esa aparente sencillez que es tan difícil y complejo lograr) de lectura muy amena ¡y muy enganchosa! En ocasiones tiene uno la sensación de estar atrapado por un libro de viajes lleno de anécdotas, curiosidades, aventuras.
Ocurre además que este libro está lleno de verdad y emoción: cada página transmite una gran alegría, una sincera fascinación, una honda emoción por lo que cuenta. Hasta tal punto es así que su lectura resulta ser un feliz contagio, sí, cada vez que tenía un rato para sentarme a leer El infinito en un junco era como si se desplegara ante mí un tiempo de recreo y retomara un viaje maravilloso y lejano en el que estaba embarcado.
Como os podéis imaginar el libro también ha estimulado próximas nuevas lecturas, especialmente de libros clásicos y ensayos que leí hace mucho tiempo o que tenía pendientes. Ya los tengo encima de mi mesa esperando su turno.
Ah, y no me resisto a terminar esta breve nota de lectura sin, al menos, incluir un par de citas (tengo el libro muy subrayado y lleno de anotaciones) sobre narración (pongo dos pero podría poner veinte, y todas maravillosas). Aquí van:
"En tiempos de palabras aladas, la literatura era un arte efímero. Cada representación de esos poemas orales era única y sucedía una sola vez. Como un músico de jazz que a partir de una melodía popular se entrega a una apasionada improvisación sin partitura, los bardos jugaban con variaciones espontáneas sobre los cantos aprendidos. Incluso si recitaban el mismo poema, narrando la misma leyenda protagonizada por los mismos héroes, nunca era idéntico a la vez anterior." (p. 95)
"Somos los únicos animales que fabulan, que ahuyentan la oscuridad con cuentos, que gracias a los relatos aprenden a convivir con el caos, que avivan los rescoldos de las hogueras con el aire de sus palabras, que recorren largas distancias para llevar sus historias a los extraños. Y cuando compartimos los mismos relatos, dejamos de ser extraños." (p. 401)
Esta lectura ha sido un regalo. Y este libro es un tesoro. No sé qué más deciros para que escapéis de los días y sus trabajos y os adentréis entre sus páginas. Leedlo. Os lo recomiendo encarecidamente.
Saludos
El infinito en un junco es un libro sobre la invención de los libros en la antigüedad, un libro que nos recuerda que somos seres de palabras, animales que se alimentan de historias, y que la preservación de esas historias ha sido una cuestión vital para el ser humano. Por eso en este libro se habla de narración oral (mucho y de manera muy hermosa), de memoria (y de la escritura que trata de conservarla), de lectura en voz alta, de palabra y pensamiento, de libros (tablillas, rollos, etc.), de bibliotecas (absolutamente maravilloso todo lo que cuenta), de librerías, de amanuenses y copistas, de lectores y lectoras... y de cómo la escritura y los libros han sido nuestros mejores y más fieles aliados y nos han permitido establecer un diálogo a lo largo de los siglos con autores e ideas (y lo que eso ha supuesto para la humanidad).
Es muy interesante todo lo que cuenta Irene Vallejo, pero es que además es muy hermoso cómo lo cuenta, mucho. Y en este sentido me ha impresionado leer un texto tan bien documentado, tan profuso, tan lleno de datos e información pero, al mismo tiempo, un texto escrito de manera ágil (con esa aparente sencillez que es tan difícil y complejo lograr) de lectura muy amena ¡y muy enganchosa! En ocasiones tiene uno la sensación de estar atrapado por un libro de viajes lleno de anécdotas, curiosidades, aventuras.
Ocurre además que este libro está lleno de verdad y emoción: cada página transmite una gran alegría, una sincera fascinación, una honda emoción por lo que cuenta. Hasta tal punto es así que su lectura resulta ser un feliz contagio, sí, cada vez que tenía un rato para sentarme a leer El infinito en un junco era como si se desplegara ante mí un tiempo de recreo y retomara un viaje maravilloso y lejano en el que estaba embarcado.
Como os podéis imaginar el libro también ha estimulado próximas nuevas lecturas, especialmente de libros clásicos y ensayos que leí hace mucho tiempo o que tenía pendientes. Ya los tengo encima de mi mesa esperando su turno.
Ah, y no me resisto a terminar esta breve nota de lectura sin, al menos, incluir un par de citas (tengo el libro muy subrayado y lleno de anotaciones) sobre narración (pongo dos pero podría poner veinte, y todas maravillosas). Aquí van:
"En tiempos de palabras aladas, la literatura era un arte efímero. Cada representación de esos poemas orales era única y sucedía una sola vez. Como un músico de jazz que a partir de una melodía popular se entrega a una apasionada improvisación sin partitura, los bardos jugaban con variaciones espontáneas sobre los cantos aprendidos. Incluso si recitaban el mismo poema, narrando la misma leyenda protagonizada por los mismos héroes, nunca era idéntico a la vez anterior." (p. 95)
"Somos los únicos animales que fabulan, que ahuyentan la oscuridad con cuentos, que gracias a los relatos aprenden a convivir con el caos, que avivan los rescoldos de las hogueras con el aire de sus palabras, que recorren largas distancias para llevar sus historias a los extraños. Y cuando compartimos los mismos relatos, dejamos de ser extraños." (p. 401)
Esta lectura ha sido un regalo. Y este libro es un tesoro. No sé qué más deciros para que escapéis de los días y sus trabajos y os adentréis entre sus páginas. Leedlo. Os lo recomiendo encarecidamente.
Saludos
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