El segundo día del FEST suele ser bastante intenso, trabajamos desde bien temprano y cualquier momento libre es aprovechado para hablar con narradores de otros países. Como os dije ayer somos unas 65 personas y hay representantes de unos 20 países. Todas las charlas, conferencias, talleres, sesiones de narración, etc., transcurren en inglés: lo que significa estar completamente atento todo el día y terminar con un tremendo dolor de cabeza.
[Acotación al margen: han merecido la pena los esfuerzos de estos dos últimos años con Lis, mi profesora de inglés, esto empieza a ser continuamente inteligible.]
El día de hoy se ha dedicado a los talleres y a explorar distintas posibilidades y experiencias de narración, ha sido estupendo.
Tras la asamblea de primera hora y los avisos pertinentes, nos dividimos en distintos grupos de trabajo: Procesos educativos, Formación de narradores, Festivales, Narración en diferentes lenguas, Narración oral en teatros, etc.
Yo os puedo hablar del taller de Training of storytelling: Entrenamiento en narración oral, o más bien, formación continua. Hablamos mucho sobre los cursos y a figura del mentor y del aprendiz, también vimos la situación en otros países (desde la estructurada carrera escocesa o francesa de la Maison du Conte, a la anárquica de otros países). También discutimos sobre aptitudes y técnica y sobre lo difícil que es a veces formarse en oficios artísticos. Se habló también del apoyo institucional (el caso de Francia es admirable) y de otras vías de formación continua.
Después llegó la comida y (13-14) y ¡¡a las 14!! comenzamos los talleres de la tarde, cuatro opciones: compartir proyectos, compartir juegos relacionados con el ritmo y la narración, compartir cuentos, y compartir técnicas.
Como os podéis imaginar se trataba de que cada uno de los asistentes compartiera alguna experiencia, propuesta, cuento, etc con el resto.
Yo estuve en el de compartir proyectos y fue muy interesantes uno que nos ha llegado de Nueva Zelanda en el que recogen historias que se cuentan en una calle: los viejos que allí habitan siempre tienen chascarrillos sucedidos en esa misma calle. Entonces se localiza el lugar donde sucedió esa historia, allí se pone un cartel con un número de teléfono y una clave, y cuando la gente pasa, puede llamar a ese número de teléfono (gratuito) y al indicar la clave una grabación original le cuenta lo que sucedió en ese exacto lugar. Una chulada, se podría hacer una experiencia similar con un pueblo entero.
Después fue el momento del café (un tópico roto: no hemos tomado el té de las cinco) y más tarde hubo taller de improvisación y/o socialise, es decir, quienes no iban al taller, charlaban tomando una cerveza (¿sabéis dónde estábamos los españoles?)
Más tarde nos mostraron un par de películas-documentales-propuestas: grabaciones de narradores tradicionales árabes y otra propuesta sobre la voz de los inmigrantes en boca de actores y actrices irlandeses.
Más tarde cenamos (otro tópico roto: la comida ha sido excelente).
Y llegó el momento de relax, donde pudimos ver las diversas propuestas de improvisación y del taller de contar en varias lenguas: en verdad vimos algunas propuestas maravillosas: con ritmo y a varias voces, con música, con juegos de improvisación, etc.
Después fue la hora de tomar una cervecita en el bar y allí empezaron a cantar canciones de bar de distintos países (nosotros hicimos algunos brindis, intraducibles, y cantamos alguna coplilla popular y Ana bailó una jota surrealista...)
Son las 2,45 de la mañana, me voy a descansar, mañana a las 8,30 (7,30 aquí) hay que levantarse y la mañana será complicada. El FEST dedica el último día siempre a cuestiones relacionadas con el funcionamiento interno del FEST y con su desarrollo.
El FEST es un sueño que todavía está tomando forma y en este proceso también estamos los narradores españoles. Es una buena noticia.
Por cierto, hay bastantes expectativas con respecto al próximo FEST 2011 en España. Ya estoy de los nervios.
Abrazos