Me envía Félix este enlace en el que hablan de las 99 pulgas. Siempre es un placer descubrir que casi cuatro años después de su publicación este libro (el primero de Palabras del Candil) sigue teniendo recorrido, sigue teniendo lectores y lectoras, sigue provocando emociones.
Para nosotros (Félix, Pablo y yo mismo) este libro es especial porque pasamos casi dos años elaborándolo y, cuando por fin estuvo listo, anduvimos con él de editorial en editorial para oír siempre la misma respuesta: es un libro estupendo pero no cabe en nuestra línea editorial.
Harto de esperar pensé que tal vez no es que no hubiera una línea editorial para este libro, sino que no había una editorial en la que cupieran libros de narradores orales y libros en los que el cuento, ya fuera para adultos, jóvenes o niños, tuviera un lugar destacado. Así fue como nació la idea de Palabras del Candil y como, a partir de un sueño, nació este proyecto loco y maravilloso.
Por eso 99 pulgas es un libro muy especial, porque de alguna manera fue la semilla de la que brotó una editorial que, cuatro años después, tiene casi ya 30 títulos.
El libro sigue siendo uno de los más vendidos de la editorial y también uno de los más leídos (estamos a punto de agotar la segunda edición, ahí es nada). Ha tenido reseñas en blogs y revistas especializadas e incluso ha tenido su momento estelar en el Hoy por hoy, de la Cadena SER, con Javier Rioyo, todo un lujo.
En fin, que no se me ocurre mejor manera de empezar un proyecto que hacerlo de la mano de Félix y Pablo con esta colección de cuentos breves.
Si puedes no dejes de echarle un vistazo, seguro que encontrarás algún cuento que te interese.
Saludos
martes, 29 de diciembre de 2009
lunes, 28 de diciembre de 2009
Déjame entrar
Ya os he contado en estos días de atrás que vi una película de vampiros que me gustó un montón, también os decía que estaba basada en una novela de John Ajvide Lindqvist con el mismo título y que lo acababa de publicar Espasa. Bueno, pues me he hecho con la novela y me he zampado sus 450 páginas en dos días. Me encanta leer en invierno, me gusta leer al lado de la chimenea cuando los niños duermen. Si tengo la suerte de dar con un buen libro puedo pasar toda la noche en vela leyendo sin parar, apenas levantándome para echar un leño a la lumbre. Pero claro, para eso hace falta dar con un buen libro.
Y con Déjame entrar he tenido suerte. Me enganchó desde el principio y lo he leído con mucho gusto. Además es un libro ideal para leer de noche y con frío (por lo de los vampiros, obviamente). Yo no soy aficionado a las lecturas de terror, pero es que esta novela me ha parecido mucho más que una novela de género, tiene más filos y puntas, más recorrido, más matices, y sobre todo una trama estupenda y un final que pide más.
Y por si fuera poco, también tengo una cita de cuento para la colección:
"[Oskar, el niño protagonista] miró a su madre. Ella estaba inclinada sobre la cama, con las manos sobre las rodillas. Los ojos observadores, preocupados.
-¿Quieres algo?
-No. Bueno, sí.
-¿Qué es?
-No, no era nada.
-Pero dilo.
-¿Me puedes... contar un cuento?
Un vislumbre de diferentes sentimientos cruzó el rostro de su madre: tristeza, alegría, inquietud, una sonrisa forzada, una arruga de preocupación. Todo en unos segundos. Luego dijo:
-Yo... no me sé ningún cuento. Pero... puedo leerte uno siquieres. Si tenemos algún libro...
Su mirada voló hacia la estantería que había al lado de la cabeza de Oskar.
-No, no hace falta.
-Pero si lo hago encantada.
-No. No quiero.
-¿Por qué no? Si acabas de decir...
-Sí, pero... no. No quiero.
-¿Te... canto algo?
-¡No!
Su madre se mordió los labios, ofendida. Después decidió no estarlo, puesto que Oskar estaba enfermo:
-Tal vez pueda inventarme algo si eso...
-No, está bien. Ahora quiero dormir." (p. 360)
En el contexto del libro es un momento muy interesante. El niño no sabe si ha sido contagiado y va a convertirse en vampiro y este es el último momento en el que intenta acercarse a su madre, refugiarse en ella. Y la puerta que da paso a ese refugio es el cuento.
Me recuerda a una frase que leí en un artículo de Manuel Vicent en El País (seguro que tengo la referencia por ahí, a ver si la encuentro) que decía más o menos así: "todos los juguetes de mi infancia se han roto menos los cuentos".
En los dos casos el cuento como un referente de la tierra de la infancia, de la patria del hombre. En fin, los cuentos, siempre los cuentos.
Saludos
Y con Déjame entrar he tenido suerte. Me enganchó desde el principio y lo he leído con mucho gusto. Además es un libro ideal para leer de noche y con frío (por lo de los vampiros, obviamente). Yo no soy aficionado a las lecturas de terror, pero es que esta novela me ha parecido mucho más que una novela de género, tiene más filos y puntas, más recorrido, más matices, y sobre todo una trama estupenda y un final que pide más.
Y por si fuera poco, también tengo una cita de cuento para la colección:
"[Oskar, el niño protagonista] miró a su madre. Ella estaba inclinada sobre la cama, con las manos sobre las rodillas. Los ojos observadores, preocupados.
-¿Quieres algo?
-No. Bueno, sí.
-¿Qué es?
-No, no era nada.
-Pero dilo.
-¿Me puedes... contar un cuento?
Un vislumbre de diferentes sentimientos cruzó el rostro de su madre: tristeza, alegría, inquietud, una sonrisa forzada, una arruga de preocupación. Todo en unos segundos. Luego dijo:
-Yo... no me sé ningún cuento. Pero... puedo leerte uno siquieres. Si tenemos algún libro...
Su mirada voló hacia la estantería que había al lado de la cabeza de Oskar.
-No, no hace falta.
-Pero si lo hago encantada.
-No. No quiero.
-¿Por qué no? Si acabas de decir...
-Sí, pero... no. No quiero.
-¿Te... canto algo?
-¡No!
Su madre se mordió los labios, ofendida. Después decidió no estarlo, puesto que Oskar estaba enfermo:
-Tal vez pueda inventarme algo si eso...
-No, está bien. Ahora quiero dormir." (p. 360)
En el contexto del libro es un momento muy interesante. El niño no sabe si ha sido contagiado y va a convertirse en vampiro y este es el último momento en el que intenta acercarse a su madre, refugiarse en ella. Y la puerta que da paso a ese refugio es el cuento.
Me recuerda a una frase que leí en un artículo de Manuel Vicent en El País (seguro que tengo la referencia por ahí, a ver si la encuentro) que decía más o menos así: "todos los juguetes de mi infancia se han roto menos los cuentos".
En los dos casos el cuento como un referente de la tierra de la infancia, de la patria del hombre. En fin, los cuentos, siempre los cuentos.
Saludos
jueves, 24 de diciembre de 2009
El lado oscuro del amor
Os recomiendo un pedazo de libro para estas fechas, uno de esos libros para desengrasar y descansar de tanta vida social, risa y fiesta. Se trata de El lado oscuro del amor, de Rafick Schami, en ed. Siruela.
De este autor tendré que hablar largo y tendido porque sus libros van de la mano de la oralidad y en ellos hay siempre gran presencia de cuentistas, narradores y locuaces magos de la palabra.
El libro es un mosaico de centenares de teselas de palabras, una obra de arte, y además sus páginas son pura tierra oral: en bastantes ocasiones algún personaje cuenta historias y cuentos. Para muestra un botón:
"Una mujer amaba a un hombre que tenía una gran verruga en la nariz -contaba Guibrán-. Para ella era el hombre más guapo de la tierra. Años después, una mañana, le llamó la atneción su verruga. "¿Desde cuándo tienes esa fea verruga en la nariz?", preguntó. "Desde que ya no me quieres", respondió con tristeza el hombre." (p. 681)
Lo dicho, un libro para darse una fiesta. Y un festín.
Abrazos
miércoles, 23 de diciembre de 2009
Algunas citas de Lo es
Acabo de terminar Lo es, la continuación de Las cenizas de Angela, los dos en ed. Maeva y los dos del mismo autor, obviamente, Frank McCourt. Tenéis otro post con citas del primer libro relativas a contar cuentos.
Aquí os incluyo algunas citas de Lo es que me han gustado mucho.
"A veces me invitan a cócteles. Me lleva con ella y yo me siento confuso viendo el modo en que la gente está encima de trozos de pan duro y de galletas saladas, sin que nadie cante ni cuente un cuento como hacían en Límerick [el pueblo de su infancia], hasta que empiezan a mirar el reloj y dicen: "¿Tienes hambre? ¿Quieres que vayamos a comer algo?", y se van marchando, y a eso lo llaman una fiesta." (p. 286)
"Sus amigos hablaban del buen gusto, y se me echaban encima cuando yo les decía que el buen gusto es lo que surge cuando se muere la imaginación. El aire estaba cargado de buen gusto y yo sentía que me ahogaba." (p. 500)
"Después de llenar la tripa, todo es poesía." (p.502)
De alguna manera estos libros me han recordado mis veinte años, cuando devoré uno tras otro todos los libros que pude encontrar de Henry Miller. Creo que los de Frank McCourt son más limpios, más directos, con una descripción menos farragosa y con algo más de humor. En fin, esta noche comienzo con El profesor, también de este autor, ya os contaré.
Saludos
Aquí os incluyo algunas citas de Lo es que me han gustado mucho.
"A veces me invitan a cócteles. Me lleva con ella y yo me siento confuso viendo el modo en que la gente está encima de trozos de pan duro y de galletas saladas, sin que nadie cante ni cuente un cuento como hacían en Límerick [el pueblo de su infancia], hasta que empiezan a mirar el reloj y dicen: "¿Tienes hambre? ¿Quieres que vayamos a comer algo?", y se van marchando, y a eso lo llaman una fiesta." (p. 286)
"Sus amigos hablaban del buen gusto, y se me echaban encima cuando yo les decía que el buen gusto es lo que surge cuando se muere la imaginación. El aire estaba cargado de buen gusto y yo sentía que me ahogaba." (p. 500)
"Después de llenar la tripa, todo es poesía." (p.502)
De alguna manera estos libros me han recordado mis veinte años, cuando devoré uno tras otro todos los libros que pude encontrar de Henry Miller. Creo que los de Frank McCourt son más limpios, más directos, con una descripción menos farragosa y con algo más de humor. En fin, esta noche comienzo con El profesor, también de este autor, ya os contaré.
Saludos
La Guía de Animación a la Lectura de Castilla La Mancha
Acaban de comunicarme (vía correo postal) que ya está la Guía de Animación a la Lectura de Castilla La Mancha. Puedes ver mi ficha aquí.
Saludos
Saludos
martes, 22 de diciembre de 2009
Los motivos de los cuentos folklóricos
Me acaba de enviar José Manuel Pedrosa este enlace en el que está colgado el índice de motivos de los cuentos folklóricos elaborado por S. Thompson. Tienes un menú a la izquierda y, según elijas, puedes ver a la derecha todos los motivos por orden alfabético.
Si no sabes quien es S. Thompson puedes echar un vistazo aquí, aunque si has trajinado alguna vez con libros que contienen recopilaciones de cuentos tradicionales habrás visto que muchos de ellos están catalogados según un número principiado por las siglas ATU. Estas siglas provienen de Aarne-Thomson-Uther, que son los tres estudiosos que fueron desarrollando un sistema de catalogación de cuentos folklóricos que ha permitido ordenar y comparar cuentos de todas las tradiciones y culturas del mundo. Más información sobre la clasificación ATU, aquí.
En España muchas recopilaciones de cuentos siguen esta clasificación, y la más ambiciosa es el Catálogo tipológico del cuento folclórico español, de M. Chevalier y J. Camarena, con cuatro libros publicados (dos en Gredos y dos en CEC) y otros dos libros inéditos.
Pero volviendo al enlace que da origen a este post, el motivo en los cuentos folklóricos sería algo así como una parte del cuento que puedes encontrar en otros cuentos. Como si el cuento fuera un mosaico formado por motivos-teselas. La cosa es más complicada, pero quizás el ejemplo valga.
Un tema complejo pero apasionante, porque nos ayuda a reflexionar sobre la universalidad de los cuentos folklóricos, sus semejanzas a pesar de las distancias y las diferencias entre culturas y personas. Es decir, en el fondo no somos tan distintos pues los cuentos de todos los lugares tienen siempre elementos comunes.
Saludos
Si no sabes quien es S. Thompson puedes echar un vistazo aquí, aunque si has trajinado alguna vez con libros que contienen recopilaciones de cuentos tradicionales habrás visto que muchos de ellos están catalogados según un número principiado por las siglas ATU. Estas siglas provienen de Aarne-Thomson-Uther, que son los tres estudiosos que fueron desarrollando un sistema de catalogación de cuentos folklóricos que ha permitido ordenar y comparar cuentos de todas las tradiciones y culturas del mundo. Más información sobre la clasificación ATU, aquí.
En España muchas recopilaciones de cuentos siguen esta clasificación, y la más ambiciosa es el Catálogo tipológico del cuento folclórico español, de M. Chevalier y J. Camarena, con cuatro libros publicados (dos en Gredos y dos en CEC) y otros dos libros inéditos.
Pero volviendo al enlace que da origen a este post, el motivo en los cuentos folklóricos sería algo así como una parte del cuento que puedes encontrar en otros cuentos. Como si el cuento fuera un mosaico formado por motivos-teselas. La cosa es más complicada, pero quizás el ejemplo valga.
Un tema complejo pero apasionante, porque nos ayuda a reflexionar sobre la universalidad de los cuentos folklóricos, sus semejanzas a pesar de las distancias y las diferencias entre culturas y personas. Es decir, en el fondo no somos tan distintos pues los cuentos de todos los lugares tienen siempre elementos comunes.
Saludos
lunes, 21 de diciembre de 2009
El señor Viento del Norte
Hoy mi pueblo ha amanecido blanco. No se me ocurre mejor manera de comenzar el invierno que con las calles cubiertas de nieve, los niños y niñas haciendo guerras de bolas, construyendo muñecos de nieve... anticipando los días de vacaciones.
Hoy ha llegado el señor Viento del Norte, es tiempo para placeres sencillos, y también para recordar este álbum de 1983 de Carmen Posadas y Alfonso Ruano.
Hoy ha llegado el señor Viento del Norte y ha sido para quedarse unos cuantos meses. Disfrutemos de su compañía.
Saludos
Hoy ha llegado el señor Viento del Norte, es tiempo para placeres sencillos, y también para recordar este álbum de 1983 de Carmen Posadas y Alfonso Ruano.
Hoy ha llegado el señor Viento del Norte y ha sido para quedarse unos cuantos meses. Disfrutemos de su compañía.
Saludos
domingo, 20 de diciembre de 2009
Una estupenda noticia
Pablo Albo, amigo y narrador oral profesional, amigo y escritor, amigo y compañero de la editorial PdC, ha vuelto a ganar un importante premio de literatura infantil y juvenil, se trata, en esta ocasión, de Leer es vivir, de la editorial Everest, un premiazo (bases aquí).
Hace un año por estas fechas ganó nada más y nada menos que el Premio Lazarillo y el Villa de Ibi, así, como quien no quiere la cosa. Ya se barruntaba que el asunto era serio porque hace años se había hecho con el Ciudad de Alicante. En fin, no es que este chico prometa, es que este chico es un pedazo de escritor de tomo y lomo. No dejéis de acercaros a sus libros.
Enhorabuena amigo.
Abrazos
Hace un año por estas fechas ganó nada más y nada menos que el Premio Lazarillo y el Villa de Ibi, así, como quien no quiere la cosa. Ya se barruntaba que el asunto era serio porque hace años se había hecho con el Ciudad de Alicante. En fin, no es que este chico prometa, es que este chico es un pedazo de escritor de tomo y lomo. No dejéis de acercaros a sus libros.
Enhorabuena amigo.
Abrazos
jueves, 17 de diciembre de 2009
El contador de cuentos
Otro cuento en el que se cuentan cuentos. Y en este caso, una absoluta maravilla. Se trata de El contador de cuentos, de Saki, ilustrado por Alba Marina Ribera y editado por Ekaré.
Saki era un autor difícil de encontrar, con todos sus libros agotados, pero de un par de años a esta parte cada vez es más habitual toparse con algún título suyo en las buenas librerías. Saki (1870-1916), escritor inglés, tuvo una vida de novela. Sus cuentos son estupendos (inolvidable Crónicas de Clovis y Animales más que animales, o este del que hoy hablo) y yo llegué a ellos gracias a Estrella Ortiz, quien me prestó su ejemplar de Juguetes de paz.
Saki era un autor difícil de encontrar, con todos sus libros agotados, pero de un par de años a esta parte cada vez es más habitual toparse con algún título suyo en las buenas librerías. Saki (1870-1916), escritor inglés, tuvo una vida de novela. Sus cuentos son estupendos (inolvidable Crónicas de Clovis y Animales más que animales, o este del que hoy hablo) y yo llegué a ellos gracias a Estrella Ortiz, quien me prestó su ejemplar de Juguetes de paz.
El álbum de El contador de cuentos conjuga de manera muy lograda las ilustraciones con el texto, tiene además un formato peculiar y consigue imprimir al relato el ritmo pertinente.
El cuento de Saki es muy divertido, dos niñas y un niño viajan con su tía en el mismo vagón en el que un hombre trata de leer el periódico, pero no hay manera: la tía es incapaz de organizar a la chiquillería para que se entretenga en calma. Cuando la tía, a la desesperada, cuenta un cuento a los niños y vuelve a fracasar en su intento de hacer que los niños se calmen, el hombre decide intentarlo y ser él quien cuente un cuento de una niña "horriblemente buena".
Completamente imprescindible.
Saludos
Premio Nacional de Teatro Infantil y Juvenil
Breve nota que no puedo dejar de señalar porque me alegra un montón: los Titiriteros de Binéfar han sido galardonados con el Premio Nacional de Teatro Infantil y Juvenil (en su primera edición). Si no los habéis visto en escena no sabéis lo que os perdéis: excelente calidad, respeto por los niños y niñas, inteligencia, tradición, etc.
Además sus cedés con canciones infantiles (en su mayor parte tradicionales) son una delicia (y sus directos una maravilla, una fiesta).
¡Enhorabuena, enhorabuena!
Más información sobre la noticia aquí.
Además sus cedés con canciones infantiles (en su mayor parte tradicionales) son una delicia (y sus directos una maravilla, una fiesta).
¡Enhorabuena, enhorabuena!
Más información sobre la noticia aquí.
XXXIII Salón del Libro Infantil y Juvenil
Acaba de escribir MªReyes a la lista de cuentistas para recordarnos que desde el 15 de Diciembre y hasta el 17 de Enero en el Centro Cultutral La Vaguada se celebra el XXXIII Salón del Libro Infantil y Juvenil. Este Salón solía celebrarse en el Retiro, pero ya el pasado año se trasladó a La Vaguada, y parece ser una buena ubicación (por cierto, el pasado año estuve allí viendo cómo le daban a Pablo Albo el premio Lazarillo 2008, qué maravilla, qué recuerdos, qué emoción).
El Salón está organizado por el Consejo General del Libro (de la OEPLI), el Ayuntamiento de Madrid y algunas editoriales. Y aunque está enfocado a la literatura escrita, este año hay espacio para la oralidad y, entre las actividades previstas, habrá un maratón de cuentos contados.
La exposición central de libros versa sobre "Animales fantásticos" y tiene una pinta estupenda. Además de la exposición de libros y de las actividades del programa, hay dos exposiciones de ilustraciones: una de Miguel Calatayud (Premio Nacional de Ilustración 2009) y otra colectiva con el lema del Salón "Animales fantásticos", en la que participa la propia MªReyes.
La editorial Palabras del Candil también aporta su granito de arena y entre los libros seleccionados para la exposición central está Alfonsina, de Pepe Maestro (ilustraciones de Lourdes Quesada). Otros libros nuestros también estarán expuestos.
No dejéis de pasaros.
Saludos.
El Salón está organizado por el Consejo General del Libro (de la OEPLI), el Ayuntamiento de Madrid y algunas editoriales. Y aunque está enfocado a la literatura escrita, este año hay espacio para la oralidad y, entre las actividades previstas, habrá un maratón de cuentos contados.
La exposición central de libros versa sobre "Animales fantásticos" y tiene una pinta estupenda. Además de la exposición de libros y de las actividades del programa, hay dos exposiciones de ilustraciones: una de Miguel Calatayud (Premio Nacional de Ilustración 2009) y otra colectiva con el lema del Salón "Animales fantásticos", en la que participa la propia MªReyes.
La editorial Palabras del Candil también aporta su granito de arena y entre los libros seleccionados para la exposición central está Alfonsina, de Pepe Maestro (ilustraciones de Lourdes Quesada). Otros libros nuestros también estarán expuestos.
No dejéis de pasaros.
Saludos.
miércoles, 16 de diciembre de 2009
Una reflexión sobre el sexo
Quizás algún día hable aquí de libros picantosos, obscenos, vergonzantes, lascivos... tengo una buena colección de cuentos que van del sutil erotismo a la guarrería más descarnada, empecé a comprarlos por cuestiones del oficio (es difícil contar buenos cuentos picantes) y, qué queréis que os diga, me he ido aficionando. Además son un contrapunto estupendo para variar la lectura habitual de mis días y, sobre todo, son un recurso maravilloso para mis sesiones de adultos. Muchos de ellos (los mejores) son libros que contienen colecciones de cuentos tradicionales de adultos: pura oralidad.
Aunque en este blog toco un poco de todo pensaba no referirme a este asunto en cuestión, pero después de leer el otro día a Houellebecq no me puedo quitar de la cabeza un párrafo que aquí os dejo.
"Lo que los occidentales ya no saben hacer es precisamente eso: ofrecer su cuerpo como objeto agradable, dar placer de manera gratuita. Han perdido por completo el sentido de la entrega. Por mucho que se esfuercen, no consiguen que el sexo sea algo natural. No sólo se avergüenzan de su propio cuerpo, que no está a la altura de las exigencias del porno, sino que, por los mismos motivos, no sienten la menor atracción hacia el cuerpo de los demás. Es imposible hacer el amor sin un cierto abandono, sin la aceptación, al menos temporal, de un cierto estado de dependencia y de debilidad. La exaltación sentimental y la obsesión sexual tienen el mismo origen, las dos proceden del olvido parcial de uno mismo; no es un terreno en el que podamos realizarnos sin perdernos. Nos hemos vuelto fríos, racionales, extremadamente conscientes de nuestra existencia individual y de nuestros derechos; ante todo, queremos evitar la alienación y la dependencia; para colmo estamos obsesionados con la salud y con la higiene: ésas no son las condiciones ideales para hacer el amor." (Michel Houellebecq, Plataforma, Anagrama, p. 216).
Pues eso.
Saludos
Aunque en este blog toco un poco de todo pensaba no referirme a este asunto en cuestión, pero después de leer el otro día a Houellebecq no me puedo quitar de la cabeza un párrafo que aquí os dejo.
"Lo que los occidentales ya no saben hacer es precisamente eso: ofrecer su cuerpo como objeto agradable, dar placer de manera gratuita. Han perdido por completo el sentido de la entrega. Por mucho que se esfuercen, no consiguen que el sexo sea algo natural. No sólo se avergüenzan de su propio cuerpo, que no está a la altura de las exigencias del porno, sino que, por los mismos motivos, no sienten la menor atracción hacia el cuerpo de los demás. Es imposible hacer el amor sin un cierto abandono, sin la aceptación, al menos temporal, de un cierto estado de dependencia y de debilidad. La exaltación sentimental y la obsesión sexual tienen el mismo origen, las dos proceden del olvido parcial de uno mismo; no es un terreno en el que podamos realizarnos sin perdernos. Nos hemos vuelto fríos, racionales, extremadamente conscientes de nuestra existencia individual y de nuestros derechos; ante todo, queremos evitar la alienación y la dependencia; para colmo estamos obsesionados con la salud y con la higiene: ésas no son las condiciones ideales para hacer el amor." (Michel Houellebecq, Plataforma, Anagrama, p. 216).
Pues eso.
Saludos
Munia y Asun Balzola
Vivimos unos años en los que la ilustración española se encuentran entre las mejores del mundo. Tenemos ilustradores e ilustradoras de reconocido prestigio fuera y dentro de nuestras fronteras, tenemos escuelas de ilustración, hay foros y espacios para compartir y reflexionar sobre la ilustración, tenemos editoriales que publican álbumes ilustrados (de creación nacional), tenemos niñas y niños que los leen, bibliotecas que los prestan, librerías que los venden, colegios que los valoran, madres y padres que los cuentan... pero llegar a este punto no ha sido fácil, sobre todo para quienes hace muchos años trataron de abrirse hueco en el ámbito de la ilustración infantil y, especialmente, el álbum ilustrado.
Hoy he recibido en casa el último de los libros de Munia (5) que me faltaba por adquirir, se trata de Munia y la luna, en editorial Destino. Munia es quizás el personaje más conocido de la creadora Asun Balzola, precursora y decana de los ilustradores españoles. Ella perteneció a la "primera generación de ilustradores", como me dijo una vez Javier Zabala, punta de lanza de la nueva ilustración española que, ante la imposibilidad de desarrollar aquí sus propuestas, casi publicó más fuera de España que dentro.
De la colección "Algunas veces Munia" el libro que más me gusta es el de Munia y la señora Piltronera, aunque durante el día de hoy, mi favorito va a ser Munia y la luna, porque lo tengo por fin (¡por fin!) encima de la mesa y lo puedo leer y releer y compartir esta tarde con Mariaje y nuestros hijos.
En fin, una chulada.
Más información sobre Asun Balzola: aquí, aquí y aquí. ¿Quieres ver ilustraciones suyas? aquí.
Hoy he recibido en casa el último de los libros de Munia (5) que me faltaba por adquirir, se trata de Munia y la luna, en editorial Destino. Munia es quizás el personaje más conocido de la creadora Asun Balzola, precursora y decana de los ilustradores españoles. Ella perteneció a la "primera generación de ilustradores", como me dijo una vez Javier Zabala, punta de lanza de la nueva ilustración española que, ante la imposibilidad de desarrollar aquí sus propuestas, casi publicó más fuera de España que dentro.
De la colección "Algunas veces Munia" el libro que más me gusta es el de Munia y la señora Piltronera, aunque durante el día de hoy, mi favorito va a ser Munia y la luna, porque lo tengo por fin (¡por fin!) encima de la mesa y lo puedo leer y releer y compartir esta tarde con Mariaje y nuestros hijos.
En fin, una chulada.
Más información sobre Asun Balzola: aquí, aquí y aquí. ¿Quieres ver ilustraciones suyas? aquí.
martes, 15 de diciembre de 2009
Libros y árboles
El otro día me topé en la librería con estos dos libros estupendos: Arriba en el árbol, de Margaret Atwood (ed. Ekaré) y Wangari y los árboles de la paz, de Jeanette Winter (también en Ekaré). Son libros que hablan de árboles y en los que el árbol tiene un lugar preeminente. Y además, libros vinculados con premios: Atwood recibió el Príncipe de Asturias en 2008 y Wangari, la protagonista del segundo título, ganó el Nobel de la Paz en 2004.
Hay otros libros que nos acercan a los árboles. A mí me gusta mucho un álbum de Tim Bowley, narrador oral y amigo, Jaime y las bellotas, publicado por Kalandraka. Y también me gusta un montón El árbol generoso, de Sheil Silverstein, en Litexsa Venezolana. Aunque sin lugar a dudas mi libro favorito sobre este tema, y uno de mis libros de cabecera (de esos libros que releo con frecuencia) es El hombre que plantaba árboles, de Jean Giono, en la editorial José J. de Olañeta.
El hombre que plantaba árboles es un cuento maravilloso que es una metáfora de muchas cosas y una historia de perseverancia, de voluntad, de naturaleza, de vida, de cambio, de posibilidad... un cuento maravilloso que no debéis dejar de leer, regalar, releer y volver a regalar. Por cierto, un cuento que se parece mucho a la historia real que cuenta Wangari y los árboles de la paz.Además del libro puedes ver este corto de animación con la historia, una belleza. En tres partes: una, dos y tres.
Saludos
Hay otros libros que nos acercan a los árboles. A mí me gusta mucho un álbum de Tim Bowley, narrador oral y amigo, Jaime y las bellotas, publicado por Kalandraka. Y también me gusta un montón El árbol generoso, de Sheil Silverstein, en Litexsa Venezolana. Aunque sin lugar a dudas mi libro favorito sobre este tema, y uno de mis libros de cabecera (de esos libros que releo con frecuencia) es El hombre que plantaba árboles, de Jean Giono, en la editorial José J. de Olañeta.
El hombre que plantaba árboles es un cuento maravilloso que es una metáfora de muchas cosas y una historia de perseverancia, de voluntad, de naturaleza, de vida, de cambio, de posibilidad... un cuento maravilloso que no debéis dejar de leer, regalar, releer y volver a regalar. Por cierto, un cuento que se parece mucho a la historia real que cuenta Wangari y los árboles de la paz.Además del libro puedes ver este corto de animación con la historia, una belleza. En tres partes: una, dos y tres.
Saludos
Dípticos para estas navidades
Un año más Mariaje y yo (pero sobre todo Mariaje) hemos preparado dípticos de libros recomendados para los niños y niñas de su colegio. Estos dípticos se entregan con las notas del primer trimestre o unos días antes para que las madres y padres tengan una pequeña orientación sobre qué libros comprar, regalar, recomendar, coger en préstamo de la biblioteca... para sus hijos/as estas Navidades.
Este año, además, Raquel Marín nos cedió una bellísima ilustración para la portada del díptico.
Puedes ver y descargarte los dípticos aquí.
Saludos
Este año, además, Raquel Marín nos cedió una bellísima ilustración para la portada del díptico.
Puedes ver y descargarte los dípticos aquí.
Saludos
lunes, 14 de diciembre de 2009
Niños y televisión
He encontrado en la web de la Asociación Española de Pediatría noticia de un estudio serio que relaciona el hecho de ver la televisión con la menor capacidad de los niños y niñas para atender. Puedes echar un vistazo aquí, la nota es breve pero bien clarita.
Quienes llevamos años contando cuentos a niños y niñas hemos podido comprobar cómo resulta cada vez más difícil conseguir que atiendan: es una puñeta no ser multicolor, ni tener estridencias, ni ser una rápida sucesión de imágenes y secuencias, ni tener música trepidante... como en la tele. Afortunadamente no hay nada que pueda despistarte de una buena historia, pero como digo, la cosa está cada vez más difícil.
Y esto es solo una de las partes del problema: porque mientras los niños y niñas ven la tele no conversan, no miran a los ojos de los otros, no escuchan, no visualizan, no imaginan... madre mía, no sé qué hacéis que no la tiráis ya por la ventana.
Más post sobre este asunto aquí y aquí, y relacionados aquí, aquí y aquí (de este último, si podéis, no dejéis de ver el vídeo de Tonucci, aunque es seguro que abundaré sobre ello en otro post).
Quienes llevamos años contando cuentos a niños y niñas hemos podido comprobar cómo resulta cada vez más difícil conseguir que atiendan: es una puñeta no ser multicolor, ni tener estridencias, ni ser una rápida sucesión de imágenes y secuencias, ni tener música trepidante... como en la tele. Afortunadamente no hay nada que pueda despistarte de una buena historia, pero como digo, la cosa está cada vez más difícil.
Y esto es solo una de las partes del problema: porque mientras los niños y niñas ven la tele no conversan, no miran a los ojos de los otros, no escuchan, no visualizan, no imaginan... madre mía, no sé qué hacéis que no la tiráis ya por la ventana.
Más post sobre este asunto aquí y aquí, y relacionados aquí, aquí y aquí (de este último, si podéis, no dejéis de ver el vídeo de Tonucci, aunque es seguro que abundaré sobre ello en otro post).
Recomendado en las Bibliotecas Municipales de Madrid
Hay que ver lo que se menea este loro, la pasada semana estuve contando en la biblioteca "Islas Filipinas" de Madrid y allí me encontré el libro de Un loro en mi granja en el cartel de recomendaciones de literatura infantil de las Bibliotecas Municipales de Madrid. Puedes verlo aquí: El texto dice: "En la granja de esta historia vive un personaje singular. Se trata, ni más ni menos, de un loro. Quizás no sea algo muy habitual, pero tener un loro en una granja es realmente útil. Si no, que le pregunten a su dueño."
Saludos
Una buena de vampiros
Hace días que no hablo de cine, y llevo tiempo con ganas de recomendaros una película que me encantó, más ahora que está uno hasta los pelos de vampiros y vampirillos, y sobre todo de malos productos relacionados con el asunto (que está el mercado, sobre todo las librerías, lleno de chupasangres).
Caray, leí con cierto enganche los cuatro tomos de Stephenie Meyer, pero sigo pensando que les sobran el 50% de las páginas y que el estilo (¿es la traducción?) es terrible: no soporta una lectura en voz alta de dos páginas, haced la prueba. Eso sí, lo de ir a ver las pelis de la saga me lo he perdonado, paso, vamos, es que no tengo ni una pizca de interés.
Sin embargo el otro día vi una película que me pareció inteligente, muy inteligente, muy bien hecha, y que me tuvo enganchado todo el tiempo: Déjame entrar, del director sueco Tomas Alfedson, basada en una novela de John Ajvide Lindqvist (que ha publicado Espasa: Déjame entrar). Donde los vampiros (la vampiresa) son vampiros y la historia se mueve entre la tragedia, el peligro, la ternura, el amor...
Una película excelente, totalmente recomendable, no dejéis de verla. Mejor en compañía.
Saludos
Caray, leí con cierto enganche los cuatro tomos de Stephenie Meyer, pero sigo pensando que les sobran el 50% de las páginas y que el estilo (¿es la traducción?) es terrible: no soporta una lectura en voz alta de dos páginas, haced la prueba. Eso sí, lo de ir a ver las pelis de la saga me lo he perdonado, paso, vamos, es que no tengo ni una pizca de interés.
Sin embargo el otro día vi una película que me pareció inteligente, muy inteligente, muy bien hecha, y que me tuvo enganchado todo el tiempo: Déjame entrar, del director sueco Tomas Alfedson, basada en una novela de John Ajvide Lindqvist (que ha publicado Espasa: Déjame entrar). Donde los vampiros (la vampiresa) son vampiros y la historia se mueve entre la tragedia, el peligro, la ternura, el amor...
Una película excelente, totalmente recomendable, no dejéis de verla. Mejor en compañía.
Saludos
domingo, 13 de diciembre de 2009
Los cuentos que alimentan
Estoy terminando de leer Las cenizas de Ángela, de Frank McCourt (en Maeva), recientemente fallecido. El libro es una autobiografía en la que el autor cuenta, en presente, sus primeros años de vida. Terrible vida: hambruna, pobreza, brutalidad, alcoholismo, insalubridad, miseria... Un libro tremendo en el que, como pequeñas luciérnagas, brillan de vez en cuando gotas de esperanza.
La época de la que habla es la década de los años treinta y cuarenta del pasado siglo, y en el libro podemos encontrar muchos momentos en los que los cuentos tienen presencia, sobre todo en momentos de hambre y desesperanza, en los que los cuentos se convierten en el único alimento posible. Y también en momentos de celebración y encuentro: en velatorios, reuniones familiares, etc. Os pongo aquí unos ejemplos.
Uno. "Mi padre está en la cocina tomando té negro en su gran tazón blanco esmaltado. Me levanta y me sienta en su regazo.
-Papá, ¿me cuentas el cuento de Cu Cu?
-Cuchulain. Dilo conmigo: Cu-ju-lín. Te contareé el cuento cuando digas bien el nombre Cu-ju-lín.
Yo lo digo bien y él me cuenta el cuento de Cuchulain, que cuando era un muchacho tenía un nombre diferente, Setanta. [cuenta el cuento]
Este es mi cuento. Papá no puede contar este cuento a Malachy ni a ningún otro niño de los otros apartamentos del pasillo.
Termina el cuento y me deja probar su té. Está amargo, pero yo soy feliz sentado en su regazo" (pp. 19-20)
Dos. [En el velatorio de un hermano pequeño del protagonista] "Pa Keating contaba cuentos divertidos y los mayores se reían, a pesar de que no querían reírse o de que no debían reírse delante de un niño muerto. [cuenta una historia divertida y algo escatológica] La tía Aggie sollozó y dijo que aquel no era un cuento decente para contarlo delante de un niño muerto, y la abuela dijo que era mejor escuchar un cuento así que estar sentados con las caras largas." (p.89)
[Otro velatorio:] "Podréis venir al velatorio y habrá jamón, y queso, y bollos, y jerez, y gaseosa, y de todo, y podréis escuchar las canciones y los cuentos toda la noche. ¿Quién puede rechazar eso? Nada como un velatorio para pasar un buen rato." (pp. 181-182)
Tres. [También hay lecturas en voz alta de cuentos, por ejemplo:] "Mikey nos lee un cuento que yo no había oído nunca, un cuento cochino que trata de Cuchulain y que yo no podré contar nunca a mi padre ni a mi madre, un cuento de cómo Cuchulain tomó por esposa a Emer. [cuenta la historia, divertida] Mikey y Malachy se ríen con este cuento, aunque no creo que Malachy lo entienda. Es pequeño y le falta mucho para hacer la Primera Comunión y sólo se ríe de la palabra mear." (p. 131)
Cuatro. "Antes de acostarnos nos sentamos alrededor del fuego y si le decimos papá, cuéntanos un cuento, él se inventa un cuento que trata de alguien del callejón y el cuento nos lleva por todo el mundo, por los aires, bajo el mar y de vuelta al callejón. Todos los que salen en el cuento son de un color diferente, y todo está patas arriba y al revés. Los automóviles y los aviones van por debajo del agua y los submarinos vuelan por el aire. Los tiburones se posan en los árboles y los salmones gigantes juegan en la luna con los canguros. Los osos polares luchan con los elefantes en Australia y los pingüinos enseñan a los zulúes a tocar la gaita. Después del cuento nos lleva al piso de arriba y se arrodilla a nuestro lado mientras rezamos. [...] Yo pienso que nuestro padre es como la Santísima Trinidad, que tiene tres personas diferentes: el de la mañana con el periódico, el de la noche con los cuentos y las oraciones y el que hace la cosa mala y llega a casa oliendo a whiskey" (p.223)
Cinco. [también hay lugar para las poesías] "Seamus viene a la sala [del hospital] tres veces por semana y se trae aprendidas poesías nuevas [...] Recita la poesía y a todos los que están en la sala les encanta. Quieren aprendérsela, y él la recita tres veces más hasta que toda la sala está recitando [...] La recitan ahora con Seamus y, cuando termian, todos lo vitorean y lo aplauden y Seamus se ríe, satisfecho de sí mismo." (p.245)
Seis. "Nos quedamos sentados en el suelo y nos contamos cuentos que hablan de cosas que han pasado de cossas que no han pasado nunca y de las cosas que pasarán cuando nos vayamos todos a América".
Hay algunos ejemplos más, pero estos son suficientes para comprender la importancia de la oralidad en la vida de los protagonistas del libro. No olvidemos que no es una novela, que se trata de una autobiografía. Los cuentos van de la mano, en muchos casos, de los pocos momentos de felicidad que encontramos en el libro.
El cuento como vínculo íntimo con el narrador (uno), el cuento como un modo de superar la tristeza y los malos momentos (dos-a); el cuento como corazón de la fiesta, el juego y la reunión (dos-b, tres, cuatro, cinco y seis). Y siempre el cuento como posibilidad, como ventana, como escapada, como sueño. El cuento como puente, como camino para imaginar otras vidas posibles.
La época de la que habla es la década de los años treinta y cuarenta del pasado siglo, y en el libro podemos encontrar muchos momentos en los que los cuentos tienen presencia, sobre todo en momentos de hambre y desesperanza, en los que los cuentos se convierten en el único alimento posible. Y también en momentos de celebración y encuentro: en velatorios, reuniones familiares, etc. Os pongo aquí unos ejemplos.
Uno. "Mi padre está en la cocina tomando té negro en su gran tazón blanco esmaltado. Me levanta y me sienta en su regazo.
-Papá, ¿me cuentas el cuento de Cu Cu?
-Cuchulain. Dilo conmigo: Cu-ju-lín. Te contareé el cuento cuando digas bien el nombre Cu-ju-lín.
Yo lo digo bien y él me cuenta el cuento de Cuchulain, que cuando era un muchacho tenía un nombre diferente, Setanta. [cuenta el cuento]
Este es mi cuento. Papá no puede contar este cuento a Malachy ni a ningún otro niño de los otros apartamentos del pasillo.
Termina el cuento y me deja probar su té. Está amargo, pero yo soy feliz sentado en su regazo" (pp. 19-20)
Dos. [En el velatorio de un hermano pequeño del protagonista] "Pa Keating contaba cuentos divertidos y los mayores se reían, a pesar de que no querían reírse o de que no debían reírse delante de un niño muerto. [cuenta una historia divertida y algo escatológica] La tía Aggie sollozó y dijo que aquel no era un cuento decente para contarlo delante de un niño muerto, y la abuela dijo que era mejor escuchar un cuento así que estar sentados con las caras largas." (p.89)
[Otro velatorio:] "Podréis venir al velatorio y habrá jamón, y queso, y bollos, y jerez, y gaseosa, y de todo, y podréis escuchar las canciones y los cuentos toda la noche. ¿Quién puede rechazar eso? Nada como un velatorio para pasar un buen rato." (pp. 181-182)
Tres. [También hay lecturas en voz alta de cuentos, por ejemplo:] "Mikey nos lee un cuento que yo no había oído nunca, un cuento cochino que trata de Cuchulain y que yo no podré contar nunca a mi padre ni a mi madre, un cuento de cómo Cuchulain tomó por esposa a Emer. [cuenta la historia, divertida] Mikey y Malachy se ríen con este cuento, aunque no creo que Malachy lo entienda. Es pequeño y le falta mucho para hacer la Primera Comunión y sólo se ríe de la palabra mear." (p. 131)
Cuatro. "Antes de acostarnos nos sentamos alrededor del fuego y si le decimos papá, cuéntanos un cuento, él se inventa un cuento que trata de alguien del callejón y el cuento nos lleva por todo el mundo, por los aires, bajo el mar y de vuelta al callejón. Todos los que salen en el cuento son de un color diferente, y todo está patas arriba y al revés. Los automóviles y los aviones van por debajo del agua y los submarinos vuelan por el aire. Los tiburones se posan en los árboles y los salmones gigantes juegan en la luna con los canguros. Los osos polares luchan con los elefantes en Australia y los pingüinos enseñan a los zulúes a tocar la gaita. Después del cuento nos lleva al piso de arriba y se arrodilla a nuestro lado mientras rezamos. [...] Yo pienso que nuestro padre es como la Santísima Trinidad, que tiene tres personas diferentes: el de la mañana con el periódico, el de la noche con los cuentos y las oraciones y el que hace la cosa mala y llega a casa oliendo a whiskey" (p.223)
Cinco. [también hay lugar para las poesías] "Seamus viene a la sala [del hospital] tres veces por semana y se trae aprendidas poesías nuevas [...] Recita la poesía y a todos los que están en la sala les encanta. Quieren aprendérsela, y él la recita tres veces más hasta que toda la sala está recitando [...] La recitan ahora con Seamus y, cuando termian, todos lo vitorean y lo aplauden y Seamus se ríe, satisfecho de sí mismo." (p.245)
Seis. "Nos quedamos sentados en el suelo y nos contamos cuentos que hablan de cosas que han pasado de cossas que no han pasado nunca y de las cosas que pasarán cuando nos vayamos todos a América".
Hay algunos ejemplos más, pero estos son suficientes para comprender la importancia de la oralidad en la vida de los protagonistas del libro. No olvidemos que no es una novela, que se trata de una autobiografía. Los cuentos van de la mano, en muchos casos, de los pocos momentos de felicidad que encontramos en el libro.
El cuento como vínculo íntimo con el narrador (uno), el cuento como un modo de superar la tristeza y los malos momentos (dos-a); el cuento como corazón de la fiesta, el juego y la reunión (dos-b, tres, cuatro, cinco y seis). Y siempre el cuento como posibilidad, como ventana, como escapada, como sueño. El cuento como puente, como camino para imaginar otras vidas posibles.
viernes, 11 de diciembre de 2009
Pasa el tiempo...
Hoy he estado contando en el colegio de Los Santos de la Humosa, en Madrid.
Resulta que hablando con una de las profesoras nos hemos dado cuenta de que hace años (y no pocos) yo mismo le conté cuentos a ella cuando era alumna del instituto de Pastrana (Guadalajara); pero es que hace años también fui a contarle cuentos y a hablarle sobre libros y cuentos para niños cuando estaba estudiando en la Escuela de Magisterio de la Universidad de Alcalá, en Guadalajara. Y hoy, pues mira, hoy he estado contando cuentos en su clase, porque ya es profesora, funcionaria.
¡Madre mía, cómo pasa el tiempo!
Las dos sesiones de cuentos fueron gozosas, las profes estupendas (y el profe también) y los niños y niñas, alegres. En fin, que me he vuelto a casa con el rumbe rumbe del paso del tiempo y no me lo puedo quitar de la cabeza, porque, como quien dice, fue ayer cuando comencé a contar cuentos...
Saludos
Resulta que hablando con una de las profesoras nos hemos dado cuenta de que hace años (y no pocos) yo mismo le conté cuentos a ella cuando era alumna del instituto de Pastrana (Guadalajara); pero es que hace años también fui a contarle cuentos y a hablarle sobre libros y cuentos para niños cuando estaba estudiando en la Escuela de Magisterio de la Universidad de Alcalá, en Guadalajara. Y hoy, pues mira, hoy he estado contando cuentos en su clase, porque ya es profesora, funcionaria.
¡Madre mía, cómo pasa el tiempo!
Las dos sesiones de cuentos fueron gozosas, las profes estupendas (y el profe también) y los niños y niñas, alegres. En fin, que me he vuelto a casa con el rumbe rumbe del paso del tiempo y no me lo puedo quitar de la cabeza, porque, como quien dice, fue ayer cuando comencé a contar cuentos...
Saludos
jueves, 10 de diciembre de 2009
El cuento de los contadores de cuentos
Hoy fui a contar a Madrid, a la biblioteca municipal "Islas Filipinas". Como suelo llegar con tiempo (mínimo media hora antes) a los sitios donde cuento, y como la biblioteca estaba bastante tranquila, pues me entretuve mirando libros. Y fui a topar con este libro que me gustó y por eso aquí lo anoto, para que quede constancia, El cuento de los contadores de cuentos, en FCE, de Nacer Khemir e ilustraciones de Claudio Romo.
Para empezar es un cuento en el que se cuentan cuentos (uno más para esta colección particular que va creciendo en este blog), lo que implica que ya es motivo para reseñarlo aquí. Pero es que además me gustan mucho los cuentos non-sense, los cuentos algo surrealistas, los cuentos que retuercen la realidad hasta llevarnos a parajes imposibles de la mano de historias disparatadas. Y estas cosas me gustan.
Lo dicho, un libro más para nuestra biblioteca de cuentos que cuentan.
Por cierto, la sesión salió muy chula.
Saludos
A la sombra del cuento
Acaba de llegar el último de los diez libros que hemos impreso este año en Palabras del Candil. No se me ocurre mejor manera de terminar este año tras ¡nueve títulos nuevos! que editando una segunda edición (revisada y corregida). El libro en cuestión es A la sombra del cuento, de Charo Pita, el número tres de la colección "Escrito en el aire".
Tengo especial debilidad por este libro que fue punta de lanza de la editorial, compañero en los primeros momentos y apuesta segura. Sí, sí, apuesta segura, porque sigue siendo, sin duda, uno de nuestros mejores libros.
Contiene un total de dieciocho cuentos bastante variados: largos, larguísimos, cortos y cortísimos, más o menos poéticos, más o menos divertidos, más o menos reflexivos...
Además de esta diversidad la colección de cuentos tiene también elementos comunes a todas sus páginas: su intensidad emocional y, sobre todo, su alta calidad literaria.
Un libro que empieza con un parto y acaba con una muerte: un libro como una vida.
Es un placer leer a Charo Pita, no puedes perdértelo.
Saludos
Tengo especial debilidad por este libro que fue punta de lanza de la editorial, compañero en los primeros momentos y apuesta segura. Sí, sí, apuesta segura, porque sigue siendo, sin duda, uno de nuestros mejores libros.
Contiene un total de dieciocho cuentos bastante variados: largos, larguísimos, cortos y cortísimos, más o menos poéticos, más o menos divertidos, más o menos reflexivos...
Además de esta diversidad la colección de cuentos tiene también elementos comunes a todas sus páginas: su intensidad emocional y, sobre todo, su alta calidad literaria.
Un libro que empieza con un parto y acaba con una muerte: un libro como una vida.
Es un placer leer a Charo Pita, no puedes perdértelo.
Saludos
miércoles, 9 de diciembre de 2009
Dos citas de Murakami sobre contar
De mis últimas y muy agradables lecturas de Haruki Murakami, dos citas sobre contar (ya sabéis, no me resisto, este oficio mío me tiene loco).
De Sputnik, mi amor, en Tusquets, en p.165:
"Todas las cosas deben ser contadas cuando llega el momento. Si no, uno sigue eternamente encadenado a su secreto".
Coincido plenamente en que hay historias que eligen su momento para ser contadas, y no hacerlo, no ser capaz de "escuchar" a la historia que implora salir por esa boca, esa lengua, esos ojos... puede ser fatal: la historia crece y busca espacio, se adentra en el cerebro, se desliza por los vasos sanguíneos, obtura los meatos, succiona el tuétano de los huesos. Lo dicho, fatal. Todas las cosas deben ser contadas cuando llega el momento. Así es.
De Crónica del pájaro que da cuerda al mundo, en Tusquets también, p.82:
"Cada relato era una interesante historia de suspense, pero cualquier historia del mundo tiende a perder su brillo cuando la oyes por séptima u octava vez. Además, no las contaba con el tono de voz adecuado a un relato. Tenías la sensación de que estaba gritando hacia el otro lado de un barranco un día de viento fuerte".
En esta ocasión no me queda más que discrepar. Hay algunas historias que las he contado (y las he oído) cientos de veces, y creo que siguen teniendo su brillo, y eso es debido posiblemente a que cada vez es una nueva vez, siempre es distinto, porque la historia se cuenta en un contexto único e irrepetible, con un público y en un estado de ánimo diversos: porque nunca te bañas dos veces en el mismo río.
Hay también niños que piden continuamente una misma historia, y la pueden oír decenas e incluso cientos de veces, y siguen deslumbrados por sus palabras y su trama, por lo que cuenta y la carga que lleva.
Una buena historia, bien contada, no pierde nunca su brillo.
Otra cuestión es que la forma de contar del cuentista no fuera buena, como sugiere el propio narrador del libro de Murakami. En ese caso incluso la mejor historia se puede desinflar, y no hace falta escucharla ocho veces para que se hunda.
De cualquier forma, leed a Murakami, él sí sabe contar buenas historias.
Saludos
De Sputnik, mi amor, en Tusquets, en p.165:
"Todas las cosas deben ser contadas cuando llega el momento. Si no, uno sigue eternamente encadenado a su secreto".
Coincido plenamente en que hay historias que eligen su momento para ser contadas, y no hacerlo, no ser capaz de "escuchar" a la historia que implora salir por esa boca, esa lengua, esos ojos... puede ser fatal: la historia crece y busca espacio, se adentra en el cerebro, se desliza por los vasos sanguíneos, obtura los meatos, succiona el tuétano de los huesos. Lo dicho, fatal. Todas las cosas deben ser contadas cuando llega el momento. Así es.
De Crónica del pájaro que da cuerda al mundo, en Tusquets también, p.82:
"Cada relato era una interesante historia de suspense, pero cualquier historia del mundo tiende a perder su brillo cuando la oyes por séptima u octava vez. Además, no las contaba con el tono de voz adecuado a un relato. Tenías la sensación de que estaba gritando hacia el otro lado de un barranco un día de viento fuerte".
En esta ocasión no me queda más que discrepar. Hay algunas historias que las he contado (y las he oído) cientos de veces, y creo que siguen teniendo su brillo, y eso es debido posiblemente a que cada vez es una nueva vez, siempre es distinto, porque la historia se cuenta en un contexto único e irrepetible, con un público y en un estado de ánimo diversos: porque nunca te bañas dos veces en el mismo río.
Hay también niños que piden continuamente una misma historia, y la pueden oír decenas e incluso cientos de veces, y siguen deslumbrados por sus palabras y su trama, por lo que cuenta y la carga que lleva.
Una buena historia, bien contada, no pierde nunca su brillo.
Otra cuestión es que la forma de contar del cuentista no fuera buena, como sugiere el propio narrador del libro de Murakami. En ese caso incluso la mejor historia se puede desinflar, y no hace falta escucharla ocho veces para que se hunda.
De cualquier forma, leed a Murakami, él sí sabe contar buenas historias.
Saludos
Dos de tele
Uno. Raquel Marín acaba de enviarme el enlace del ANUNCIO MÁS ESPERADO DEL AÑO, una chulada gentileza de Sergio Mora. ¿No caes ahora en quién es este señor? Pues un estupendo ilustrador que da la talla tanto con los álbumes infantiles (¿recuerdas La mosca Fosca, en Kalandraka?) como con los libros de adultos bien adultos (tengo por aquí un Kamasutra ilustrado por él que es una gozada...). Si quieres ver más sobre él, su web es estupenda. Aquí.
Dos. Buscando información sobre Roal Dahl (prometo pronto una entrada monográfica sobre este autor imprescindible) me he topado con la letra de una canción de los Oompa Loompas (en Charlie y la fábrica de chocolate, ya sabes) anti-tele, no me resisto a ponerla aquí:
Hemos aprendido algo primordial.
Algo que a los niños les hace mucho mal.
Y es que en el mundo no hay nada peor
que sentarles frente a un televisor.
De hecho sería muy recomendable
suprimir ese trasto abominable.
En todas las casas que hemos visitado
así a los pequeños hemos encontrado:
Absortos, dormidos, casi idiotizados,
mirando la tele como hipnotizados.
Oh, sí, ya sabemos que les entretiene.
Y que por lo menos quietos les mantiene.
No gritan, no lloran, no brincan, no juegan.
No saltan, ni corren, tampoco se pegan.
A usted eso le da mucha tranquilidad.
Es libre de hacer muchas cosas, ¿verdad?
Mas yo le pregunto, ¿ha pensado un momento
para qué le sirve a su hijo este invento?
Le pudre todas las ideas.
Mata su imaginación.
Su pobre mente se transforma en un inútil reflector.
Con ver figuras se conforma,
no sueña, ni evoca, ni piensa, señor
¿Qué más se puede decir? Está todo escrito.
Saludos
Dos. Buscando información sobre Roal Dahl (prometo pronto una entrada monográfica sobre este autor imprescindible) me he topado con la letra de una canción de los Oompa Loompas (en Charlie y la fábrica de chocolate, ya sabes) anti-tele, no me resisto a ponerla aquí:
Hemos aprendido algo primordial.
Algo que a los niños les hace mucho mal.
Y es que en el mundo no hay nada peor
que sentarles frente a un televisor.
De hecho sería muy recomendable
suprimir ese trasto abominable.
En todas las casas que hemos visitado
así a los pequeños hemos encontrado:
Absortos, dormidos, casi idiotizados,
mirando la tele como hipnotizados.
Oh, sí, ya sabemos que les entretiene.
Y que por lo menos quietos les mantiene.
No gritan, no lloran, no brincan, no juegan.
No saltan, ni corren, tampoco se pegan.
A usted eso le da mucha tranquilidad.
Es libre de hacer muchas cosas, ¿verdad?
Mas yo le pregunto, ¿ha pensado un momento
para qué le sirve a su hijo este invento?
Le pudre todas las ideas.
Mata su imaginación.
Su pobre mente se transforma en un inútil reflector.
Con ver figuras se conforma,
no sueña, ni evoca, ni piensa, señor
¿Qué más se puede decir? Está todo escrito.
Saludos
Otro clásico
Hace algo más de un año que Anaya recuperó Las aventuras de la familia Melops, un clásico de Tomi Ungerer (conocido sobre todo por su libro Los tres bandidos, el más vendido de lij en el mundo, según tengo entendido).
En este libro se recogen cinco aventuras de la familia Melops, poco texto y mucha ilustración, ideal para lectores que van afirmando su capacidad lectora. Además es un libro gordote y cuando uno termina de leerlo tiene la sensación de haber leído más de lo que ha leído. A Miguel, mi hijo de 7 años, le ha encantado, y se lo leyó en una tarde. A mí también me gustó.
Quizás ha envejecido mal el papel que la madre Melop tiene en todas las historias: la que espera en el hogar, la que cocina, etc., en casos como este os sugiero que tras la lectura habléis con los niños, las niñas, sobre el papel del padre y de la madre en las historias, y reflexionéis juntos sobre ello, reseñando sobre todo lo positivo de los cambios que va habiendo en nuestra sociedad, en nuestras familias (corresponsabilidad en el hogar, salida de la mujer de la casa, etc.), cambios que, por otro lado, hay que seguir promoviendo.
Saludos
Tres enlaces
Acabo de ver con alborozo una reseña de Un loro en mi granja (aquí y aquí), nada más y nada menos que en mi admirada web www.bienvenidosalafiesta.com. ¡Madre mía!, en fin, que estoy muy feliz. Echad un vistazo aquí.
Me han llegado también estas dos alertas de Google.
1 Una reseña de Pétala que acaban de colgar en este blog preocupado por las bibliotecas escolares, las aulas y muchas más cosas.
2 Un artículo mío que Gretel seleccionó de mi web y que ahora está alojado en una página con caracteres orientales... hay que ver lo que viajan las palabras. De cualquier forma el artículo sigue siendo de mis favoritos, por si no lo conoces, aquí está.
Saludos
Me han llegado también estas dos alertas de Google.
1 Una reseña de Pétala que acaban de colgar en este blog preocupado por las bibliotecas escolares, las aulas y muchas más cosas.
2 Un artículo mío que Gretel seleccionó de mi web y que ahora está alojado en una página con caracteres orientales... hay que ver lo que viajan las palabras. De cualquier forma el artículo sigue siendo de mis favoritos, por si no lo conoces, aquí está.
Saludos
lunes, 7 de diciembre de 2009
Vivir sin leer
Acabo de terminar Plataforma (ed. Anagrama), una novela que me ha gustado mucho (salvo el desenlace, digamos las últimas 30 páginas) de un autor francés no demasiado prolífico: Michel Houellebecq (3 novelas y 2 libros de ensayos, todo en Anagrama).
A Houellebecq lo conocí gracias a mi amigo Txus, quien me regaló su novela Las partículas elementales, que me encantó. Y ahora este segundo libro que acabo de terminar me confirma que va a ser uno de esos escritores que no olvidaré, tanto por los temas que toca (y cómo los trata) como por su forma de escribir y tramar las novelas.
De Plataforma he señalado unas cuantas reflexiones, aquí os dejo una que me ha gustado. El protagonista estaba de vacaciones y se había llevado dos bestsellers insufribles, así que:
"Hice un agujero en la arena para enterrar los dos libros; el problema es que ahora tenía que encontrar algo que leer. Vivir sin leer es peligroso, obliga a conformarse con la vida" (p.86).
El texto tiene un sentido distinto si lo leéis en su contexto, pero eso lo dejo para quienes os decidáis a adentraros en la novela.
Saludos
A Houellebecq lo conocí gracias a mi amigo Txus, quien me regaló su novela Las partículas elementales, que me encantó. Y ahora este segundo libro que acabo de terminar me confirma que va a ser uno de esos escritores que no olvidaré, tanto por los temas que toca (y cómo los trata) como por su forma de escribir y tramar las novelas.
De Plataforma he señalado unas cuantas reflexiones, aquí os dejo una que me ha gustado. El protagonista estaba de vacaciones y se había llevado dos bestsellers insufribles, así que:
"Hice un agujero en la arena para enterrar los dos libros; el problema es que ahora tenía que encontrar algo que leer. Vivir sin leer es peligroso, obliga a conformarse con la vida" (p.86).
El texto tiene un sentido distinto si lo leéis en su contexto, pero eso lo dejo para quienes os decidáis a adentraros en la novela.
Saludos
domingo, 6 de diciembre de 2009
Contando en Salamanca
El viernes 4 estuve contando en Salamanca, en la biblioteca que tiene allí la Fundación Germán Sánchez Ruipérez. Dejando a un lado los problemas de tráfico que me encontré hasta llegar a Salamanca (hice un viaje que apenas se tarde en hacer dos horas y media en algo más de cuatro horas y media, y con suerte, porque los atascos eran kilométricos), la sesión tuvo alguna cosa que merece ser reseñada.
1 Para empezar se trataba de una sesión de cuentos que celebraba los 24 años de la biblioteca especializada para jóvenes y adolescentes, ahí es nada. No sé si habéis tenido oportunidad de ir a esta biblioteca (C/Peña Primera, 14 y 16), pero es bastante interesante, no solo por los fondos y por las propuestas novedosas que presenta, sino por los profesionales que tiene (hace años y gracias a Lorenzo y los demás bibliotecarios de la FGSR empecé a conocer y a interesarme por el cómic: supieron en verdad qué recomendarme y darme unas pautas para adentrarme en ese género). Son buenos en lo suyo, por eso uno comprende que gente como ellos es la que está detrás de una página tan estupenda como sol-e.com.
En fin, que si algún día os va de paso merece la pena que os paséis por el lugar y curioseéis y preguntéis todo lo que se os ocurra.
2 Para continuar es una de las pocas veces en las que he visto que se ha convocado a jóvenes para una sesión de cuentos fuera del horario de instituto, y se ha llenado el aforo. Lo cual también dice mucho del lugar. No es la primera vez que me pasa, porque en Puerto Lápice llevo algunos años contando para jóvenes (y van) o en Santa Cruz de Mudela también hice una sesión para jóvenes (y fueron), pero sí es de esas pocas veces en las que esto se programa de esta manera y sucede.
El público juvenil y adolescente, generalmente, suele ser público cautivo que asiste a las sesiones de cuentos porque son dentro del horario de instituto. Y cuando no sucede así, suelen ser sesiones fallidas. Quizás sería bueno reflexionar sobre esto: ¿es que a los jóvenes no les interesan los cuentos? pero si van y los disfrutan ¿entonces no les interesan fuera del horario escolar?, ¿o es más bien que hay otras cosas que les interesan más cuando tienen algo de tiempo libre?
3 Para terminar: la sesión fue maravillosa, nos reímos mucho y pasamos también algo de miedo (es lo que tienen los cuentos de miedo), y la hora y cuarto pasó volando. Cómo me gusta contar a este público, no puedo olvidar que fue el primer grupo de edad al que conté profesionalmente.
En fin, que fue una buena sesión, y no se me ocurre mejor manera de empezar el puente.
Pasadlo bien.
Saludos.
1 Para empezar se trataba de una sesión de cuentos que celebraba los 24 años de la biblioteca especializada para jóvenes y adolescentes, ahí es nada. No sé si habéis tenido oportunidad de ir a esta biblioteca (C/Peña Primera, 14 y 16), pero es bastante interesante, no solo por los fondos y por las propuestas novedosas que presenta, sino por los profesionales que tiene (hace años y gracias a Lorenzo y los demás bibliotecarios de la FGSR empecé a conocer y a interesarme por el cómic: supieron en verdad qué recomendarme y darme unas pautas para adentrarme en ese género). Son buenos en lo suyo, por eso uno comprende que gente como ellos es la que está detrás de una página tan estupenda como sol-e.com.
En fin, que si algún día os va de paso merece la pena que os paséis por el lugar y curioseéis y preguntéis todo lo que se os ocurra.
2 Para continuar es una de las pocas veces en las que he visto que se ha convocado a jóvenes para una sesión de cuentos fuera del horario de instituto, y se ha llenado el aforo. Lo cual también dice mucho del lugar. No es la primera vez que me pasa, porque en Puerto Lápice llevo algunos años contando para jóvenes (y van) o en Santa Cruz de Mudela también hice una sesión para jóvenes (y fueron), pero sí es de esas pocas veces en las que esto se programa de esta manera y sucede.
El público juvenil y adolescente, generalmente, suele ser público cautivo que asiste a las sesiones de cuentos porque son dentro del horario de instituto. Y cuando no sucede así, suelen ser sesiones fallidas. Quizás sería bueno reflexionar sobre esto: ¿es que a los jóvenes no les interesan los cuentos? pero si van y los disfrutan ¿entonces no les interesan fuera del horario escolar?, ¿o es más bien que hay otras cosas que les interesan más cuando tienen algo de tiempo libre?
3 Para terminar: la sesión fue maravillosa, nos reímos mucho y pasamos también algo de miedo (es lo que tienen los cuentos de miedo), y la hora y cuarto pasó volando. Cómo me gusta contar a este público, no puedo olvidar que fue el primer grupo de edad al que conté profesionalmente.
En fin, que fue una buena sesión, y no se me ocurre mejor manera de empezar el puente.
Pasadlo bien.
Saludos.
jueves, 3 de diciembre de 2009
Contando y adivinando
Llevo dos días contando cuentos en Valdeganga (Albacete), y además de haberlo pasado muy bien (¡qué oficio más bonico que tengo!) y haber disfrutado de alguna sesión especial (por ejemplo con los grupos de quinto y sexto de primaria), ayer viví un momento delicioso contando cuentos a un grupo notable de mujeres. Resulta que entre ellas estaba Angelita, una mujer que es pura oralidad, y entre ella y yo hubo un divertido pique de adivinanzas. Os pongo aquí algunas para que le deis al magín en busca de las respuestas (y sudéis como yo lo hice). Las respuestas las cuelgo más adelante.
En fin, que de Valdeganga y Cristina y sus gentes me llevo un recuerdo maravilloso. Y estas adivinanzas.
1 Ni es de carne ni es de hueso,
y al entrar en la cama
se pone tieso
2 Entre sábanas blancas
y cobertores verdes
le cuelgan los pirindeles
3 Trozo de carne viva
que a medianoche se empina
4 Un bancal muy bien labrado
sin mula y sin arado
(esta la acerté)
5 Cien mocitas en un barranco
y todas tienen el culo blanco
(esta también)
6 Largo como un alpargate
y tiene pelos en el chichirimate
Me falta alguna por poner, a ver si la puedo localizar en estos días.
Por cierto, mira qué retahíla me traje también:
A la una canta el gallo
A las dos la totovía
A las tres el ruiseñor
Y a las cuatro ya es de día.
Qué gusto.
Saludos
PD: ¿Te gustan las adivinanzas? Hay más aquí y aquí.
En fin, que de Valdeganga y Cristina y sus gentes me llevo un recuerdo maravilloso. Y estas adivinanzas.
1 Ni es de carne ni es de hueso,
y al entrar en la cama
se pone tieso
2 Entre sábanas blancas
y cobertores verdes
le cuelgan los pirindeles
3 Trozo de carne viva
que a medianoche se empina
4 Un bancal muy bien labrado
sin mula y sin arado
(esta la acerté)
5 Cien mocitas en un barranco
y todas tienen el culo blanco
(esta también)
6 Largo como un alpargate
y tiene pelos en el chichirimate
Me falta alguna por poner, a ver si la puedo localizar en estos días.
Por cierto, mira qué retahíla me traje también:
A la una canta el gallo
A las dos la totovía
A las tres el ruiseñor
Y a las cuatro ya es de día.
Qué gusto.
Saludos
PD: ¿Te gustan las adivinanzas? Hay más aquí y aquí.
martes, 1 de diciembre de 2009
Un par de enlaces
Como os dije antes, ayer estuve en Cáceres hablando de libros y cuentos, y niñas y niños, y cantos y sueños... a un grupo maravilloso de profesoras (y algún profesor) y hoy me llega esta crítica amable y generosa sobre la charla, no me resisto a enlazarla aquí.
Pero es que me ha saltado una alerta del libro 99 pulgas, escrito a seis manos con Pablo Albo y Félix Albo (¡madre mía!, si hace ya 3 años que se publicó en Palabras del Candil, si es que fue ¡el libro inaugural!), aquí. Y mira, mira qué cosa más bonica dicen aquí de las pulgas.
En fin, que dicen por ahí.
Saludos
Pero es que me ha saltado una alerta del libro 99 pulgas, escrito a seis manos con Pablo Albo y Félix Albo (¡madre mía!, si hace ya 3 años que se publicó en Palabras del Candil, si es que fue ¡el libro inaugural!), aquí. Y mira, mira qué cosa más bonica dicen aquí de las pulgas.
En fin, que dicen por ahí.
Saludos
La casa más grande del mundo
Hace un par de días, hablando de Selma os decía que me gustan los cuentos en los que se cuentan cuentos. No me resisto a traeros aquí otro texto en el que sucede algo similar: un personaje cuenta un cuento a otro. Se trata además de uno de esos textos grandes, enormes, de un autor maravilloso Leo Lionni, clásico imprescindible (todos conocéis Frederick y Nadarín, editados en Lumen primero y ahora en Kalandraka) de la literatura infantil.
El libro en cuestión es La casa más grande del mundo y, obviamente, es uno de los cuentos que estoy contando en la sesión de Casas y cuentos.
Buceando en la red me he encontrado este artículo de Ana Garralón sobre Leo Lionni en RevistaBabar, una delicia también.
Más sobre el autor aquí.
Saludos
El libro en cuestión es La casa más grande del mundo y, obviamente, es uno de los cuentos que estoy contando en la sesión de Casas y cuentos.
Buceando en la red me he encontrado este artículo de Ana Garralón sobre Leo Lionni en RevistaBabar, una delicia también.
Más sobre el autor aquí.
Saludos
Poesía para un Premio Cervantes
Ayer a mediodía, según me dirigía a Cáceres para impartir una pequeña charla de animación a la lectura, escuché por la radio el fallo del Premio Cervantes de este año: José Emilio Pacheco, poeta mexicano. Aquí os dejo algunos enlaces para que curioseéis:
Biografía y bibliografía aquí (la entrada tiene más enlaces sobre el autor al final).
Algunos de sus poemas aquí (Alta traición es uno de sus poemas más famosos).
Artículos a raíz del premio en El País, ABC, Público, La Razón y El Mundo
Saludos
Biografía y bibliografía aquí (la entrada tiene más enlaces sobre el autor al final).
Algunos de sus poemas aquí (Alta traición es uno de sus poemas más famosos).
Artículos a raíz del premio en El País, ABC, Público, La Razón y El Mundo
Saludos
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