Una de las pocas lecturas (fuera de cuento tradicional) que he hecho este verano ha sido el librito de Luis Landero Entre líneas: el cuento o la vida, publicado por editorial Tusquets y publicado en su colección de bolsillo MaxiTusquets.
Disfruto mucho leyendo a Landero, recuerdo el impacto que me causó su libro Juegos de la edad tardía y, desde entonces hasta hoy, siempre que he podido, he leído sus libros. En este blog hay unas cuantas notas de lectura, pero ya disfrutaba de la literatura de este autor extremeño mucho antes de que comenzara yo con el blog.
Este delicioso libro es una mixtura entre memoria, ensayo, reflexiones... pero, sobre todo, es un alegato a favor de la ficción y de la narración de historias (en muchos casos, contadas de viva voz). Aquí van unas cuantas citas espigadas del libro para que veáis de lo qué hablo:
"nos produce placer narrar, recrear con palabras lo que hemos vivido. Recrear: es decir, que nunca contamos fielmente los hechos, sino que siempre inventamos o modificamos algo, o lo que es lo mismo: a la experiencia real le añadimos la imaginaria, y eso es sobre todo lo que nos causa placer. El placer de añadir un cuerno al caballo y de que nos salga un unicornio. De este modo, vivimos dos veces el mismo hecho: cuando lo vivimos y cuando lo contamos." (p. 78)
"La realidad nos pone en nuestro sitio; luego, nosotros, por medio de la narración, ponemos a la realidad en el suyo." (p. 78)
"La civilización le debe mucho a las historias. Por medio de la habladuría narrativa la gente a veces logra convertir la vida, la experiencia, en relato. El relato es como un cofre donde guardamos trozos de vida, capaces así de ser transmitidos a las generaciones venideras. De ese modo atesora la comunidad sus mejores o más significativas experiencias, que a veces se incorporan al propio lenguaje en forma de relato semántico. Y esa es una gran fuente de conocimiento. Y, en cierto modo, de salvación. El relato sirve para que no se pierda del todo lo vivido. En el fondo es una manera de oponerse a la muerte. Si fuésemos inmortales, quizá no contaríamos historias." (p. 79)
"Las palabras, cuando están bien puestas unas detrás de otras, tienen un gran poder." (p. 80)
"La vida, en el presente, es como un tapiz visto muy de cerca: no vemos sino las minucias y accidentes del entramado; cuando nos alejamos distinguimos nítidamente sus figuras. Así que la memoria selecciona y poetiza el pasado, y convierte nuestra vida en una obra de arte. Cuando recordamos, la memoria nos está ofreciendo una lección magistral y práctica de teoría literaria, de manejo del tiempo imaginario" (p. 86)
El libro incluye también sabrosas reflexiones sobre la lectura y la escritura.
En suma, una pequeña joyita.